Conversaciones están en marcha y deberían concluir la próxima semana.
Lautaro Carmona (PC) y Felipe Ward (UDI).
No se trata de un "arreglín", como dijo un diputado RN, sostienen varios. Tampoco, aunque algunos exploraron la idea, de bajar las comisiones investigadores del caso Penta -impulsada por el PC-, Arcis o financiamiento de las campañas políticas, las dos últimas empujadas por la UDI. Pero lo que sí varios admiten son conversaciones para "acotar" al pie de las normas el funcionamiento de dichas instancias, haciendo decrecer la tensión política. Diálogos que aún están en marcha, que deberían resolverse la próxima semana y que incluyen una ronda de consultas de la mesa de la Cámara de Diputados -a cargo de Aldo Cornejo (DC)- con la UDI y el PC.
Las conversaciones del presidente de la Cámara Baja, dicen fuentes oficialistas, están en línea con el crítico diagnóstico transmitido por el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, a la Nueva Mayoría. En La Moneda ven que ya ha llegado demasiado lejos la fuerte tensión entre la UDI y el PC por los casos Penta y Arcis, clima al que se sumó un ataque a golpes contra el ex asesor de Interior, ex directivo de la universidad y alto dirigente comunista Juan Andrés Lagos, además de amenazas al diputado UDI José Antonio Kast.
Además, en el Ejecutivo resienten que el PC haya insistido -sin el entusiasmo oficialista- en impulsar una comisión por Penta, pues abrió el camino para que la UDI hiciera lo propio con el financiamiento de las campañas, amenazando con citar a ex dirigentes del comando de Bachelet y hoy secretarios de Estado, como el mismo jefe de gabinete, Alberto Arenas (Hacienda) y Alvaro Elizalde (Segegob).
En este contexto, Cornejo inició hace varios días una ronda de consultas encaminadas a bajar la tensión, con dos premisas sobre la mesa. Primero, que las comisiones sobre Penta -pedida por el PC- y financiamiento de la política -impulsada por la UDI- sean conformadas con los mismos integrantes, una forma de evitar disputas de protagonismos y hacerlas funcionar como si estuvieran "fusionadas". Segundo, que la labor de ambas sea completamente apegada a las normas. Ejemplo: no citar a un ministro para preguntarle por actos previos a que asumieron el cargo, como en el caso de Peñailillo y la campaña de Bachelet. Tampoco citar obligatoriamente a privados, como al controlador de Penta, Carlos A. Délano.
Antes de iniciar estas tratativas, Cornejo había recibido un reclamo del presidente del PC, Guillermo Teillier. El diputado le representó su molestia por la forma en que estaba operando la comisión Arcis: que la instancia había excedido las normas, que se pretendía "citar" a ministros de Estado -como Claudia Pascual, de Sernam- para interrogarla por actos realizados antes de entrar al gobierno y que la instancia estaba indagando actos de privados, como el no pago de sueldos de la universidad a sus trabajadores.
Con este telón de fondo, Cornejo impulsó un diálogo con las bancadas para evitar que situaciones como esas se produjeran en las comisiones Penta y financiamiento de la política. El martes en la mañana, en reunión con los jefes de bancadas, pidió postergar en una semana el inicio de ambas instancias, para definir de forma precisa cómo funcionarían.
Justo después de esa cita, la bancada de la UDI pidió retirar de la tabla para votar ese día la extensión del plazo de la comisión Arcis, algo que ellos mismos habían pedido el día anterior. Algunos dicen que fue para evitar una evidente falta de quórum, pero esto dio espacio para que Cornejo realizara una nueva ronda de conversaciones por la tarde.
Estas habrían incluido al jefe de bancada UDI, Felipe Ward; al vicepresidente de la Cámara, el PC Lautaro Carmona; y el diputado comunista Daniel Núñez. A ellos, Cornejo transmitió la idea de evitar situaciones como las ocurridas en Arcis y acotar el funcionamiento de las comisiones a la "cancha" que dan las normas.
Al otro día, en una señal que para varios fue clara de los ánimos en el gremialismo, los diputados UDI dieron un giro y no respaldaron extender en un mes el funcionamiento de la comisión Arcis.
En la UDI justificaron dicha decisión -coordinada la noche anterior vía WhatsApp entre sus diputados- diciendo que ya no había más terreno para investigar, pues un informe del Mineduc conocido a principios de semana sobre Arcis declinó haber encontrado lucro. Y que las amenazas recibidas por Kast hacían necesario bajar la tensión con el PC. Pero desde varias semanas atrás que el gremialismo había buscado neutralizar la comisión Penta.
La señal, de todas formas, fue bien evaluada en La Moneda y en el comunismo. Y leída como un buen adelanto para que el próximo martes, en la reunión de Cornejo con los comités, pueda cerrarse un acuerdo más formal sobre el funcionamiento de las comisiones investigadores de Penta y financiamiento de la política.
Sin embargo, el PC y la UDI advierten condiciones. Desde el comunismo dicen que las conclusiones de la comisión Arcis debe apegarse a las normas y no pronunciarse sobre temas de la gestión privada de la casa de estudios. Y en esto exigen la ayuda de la Nueva Mayoría: el PC se ha quejado ante sus socios de que los han "dejado solos" enfrentado a la UDI.
Desde el gremialismo, en tanto, sostienen que ellos ya pidieron "citar" para el lunes próximo a la comisión Arcis al ministro Nicolás Eyzaguirre (Educación) e invitar a Claudia Pascual. Y que incluso irían la próxima semana a la Fiscalía para que abra una indagación ante Arcis, lo que no contribuiría a bajar los ánimos.
Que la tensión siga alta es lo que menos quieren en La Moneda, donde buscan evitar un desfile de ministros al Congreso. Tampoco lo quiere Cornejo, que ve un nuevo flanco de críticas al ya poco prestigiado hemiciclo. Así, la semana próxima se verá si hay "humo blanco".
