Ambas diputadas marcan el perfil más rudo de la colectividad. Su estilo choca con el del timonel.
Desde el 11 de marzo, cuando la bancada de diputados del Partido Comunista subió de tres a seis escaños, el presidente de la tienda, Guillermo Teillier, no sólo perdió visibilidad mediática con la llegada de las jóvenes ex dirigentes estudiantiles Karol Cariola y Camila Vallejo, sino que también comenzó a lidiar con las críticas -cada vez más frecuentes- de la DC y el gobierno debido a la postura "díscola" que han asumido ambas en el Congreso.
La semana pasada el tema hizo crisis: Cariola publicó en Twitter la votación de los diputados que rechazaron la indicación que tipificaba el lucro como delito, que en su mayoría eran decé. Ignacio Walker debió pedir la intervención de La Moneda para poner orden.
Pero tuvo que pasar casi una semana para que Teillier abordará la polémica que tiene encendidos los ánimos en la Nueva Mayoría. Para ello, eligió un medio "de la casa": El Siglo. A través de las páginas del semanario vinculado al PC respaldó a ambas parlamentarias, señalando que "a nosotros nos han dicho cosas peores por nuestras decisiones y lo tomamos como parte de las polémicas".
Además afirmó que el PC no se disculpará como exige la DC. "A lo más corresponderían disculpas mutuas y un apretón de manos", espetó.
En el PC varios ven énfasis y estilos distintos: mientras Teillier; el vicepresidente de la Cámara Baja, Lautaro Carmona y el diputado Daniel Núñez regularmente han votado alineados con La Moneda, Cariola y Vallejo han hecho ver sus reparos públicamente o simplemente se han desmarcado.
Esto no sólo quedó de manifiesto en la votación del proyecto sobre el lucro, en que las parlamentarias comunistas se abstuvieron ante la indicación del gobierno para permitir que los sostenedores arrienden los inmuebles en que funcionan sus colegios, faltando así al compromiso expreso de todos los partidos de apoyar el proyecto de La Moneda.
Otro tema que también dejó en evidencia las diferencias de estilos fue la reforma tributaria. El protocolo de acuerdo que Hacienda selló con la oposición provocó una molestia transversal en la bancada PC, pero el timonel buscó una negociación en reserva para "subirse a la foto", telefoneando al ministro Alberto Arenas para expresar su molestia y agendar una reunión. Vallejo y Cariola, sin embargo, acudieron al Senado para dar una conferencia de prensa donde manifestaron su rechazo a la iniciativa, obligando a Teillier a admitir en público la evaluación negativa de su partido.
Para el analista político Max Colodro, en el PC conviven dos almas: el sector duro que mira con incredulidad el programa de Bachelet y uno que es más oficialista y que se jugó por entrar a la Nueva Mayoría.
A su juicio, en la colectividad existe una suerte de acuerdo en que el ala más oficialista no quita el piso públicamente a las críticas impulsadas por la generación más nueva, sobre todo vinculada a las juventudes del partido, cuya secretaria general es Cariola (ver columna).
Según varios en el oficialismo, en todo caso, sería un acuerdo impuesto por los hechos: aunque el estilo del timonel choca con la idea de maximizar en público las diferencias con el resto de la Nueva Mayoría, al PC le suma el protagonismo de Vallejo y Cariola y la conexión de sus posturas con los planteamientos de la calle. No sólo con miras a proyectarlas a ambas como figuras políticas, sino que también para marcar un perfil partidario propio dentro del oficialismo.
Aunque por ahora en el PC dicen no sentirse como el "jamón del sándwich" -, entre lo que son las demandas del movimiento social y los proyectos de La Moneda-, sí resienten no cumplir con el 100% de las demandas de "la calle".
"Eso es una tensión permanente, queremos cambios mayores a lo que contempla el programa, pero no podemos imponer decisiones. Hay madurez en el PC respecto a que esto va a ser gradual", señala el diputado Daniel Núñez.
En tanto, Carmona -quien sostiene frecuentes conversaciones con el mundo social- señala que "puede ser que a uno le encargan más tareas de lo que uno puede resolver, toda vez que no está en el Gobierno en términos personales y porque, además, la presencia del PC es la que todo el mundo conoce: el partido tiene sólo una ministra".
En todo caso, dicen que no ha vivido la dicotomía de representar los intereses de la calle, y asegura que el gobierno está cumpliendo con el programa.
Destaca que al interior de la bancada existe una metodología de trabajo que busca aunar criterios y que privilegia la idea de votar de manera unánime. Sin embargo, admite que "tratamos de dar la mayor comprensión y flexibilidad, para que se incluya la opinión personal que tiene cada uno de los parlamentarios, pero sin perder nuestra posición".
En ese marco, pone como ejemplo la votación de la reforma educacional y la abstención de Cariola y Vallejo frente al arriendo de colegios. "Entendemos que la posición de nuestras parlamentarias no ponía en juego la aprobación del proyecto", indica.
En esa línea, el diputado Núñez agrega que "tratamos de tener una visión común, no es fácil porque hay temáticas diversas, pero hay ciertas temáticas donde damos mayor flexibilidad".
Pese a varias consultas de La Segunda, ni Cariola ni Vallejo pudieron ser contactadas.
