Desvinculó el doble de puestos de 2° nivel que Piñera en su primer año.
Aunque es una sigla breve, no hay duda de que el sistema ADP (Alta Dirección Pública) genera pasiones.
Así se percibió en las palabras del contralor Ramiro Mendoza hace unas semanas, cuando dijo que "todo es una mentira", y también quedó claro en el encendido debate de la primera subcomisión mixta de Presupuesto que -empate mediante- terminó por rechazar este miércoles el presupuesto de $ 9 mil 993 millones previsto para el Servicio Civil (organismo que administra el ADP) para 2015.
Los argumentos ventilados en la esfera parlamentaria no hicieron más que relevar las vulnerabilidades del sistema creado en 2003 pero que empezó a operar a partir de 2004. Entre ellas, la discrecionalidad de la autoridad para pedir la renuncia a aquellos cargos que fueron ganados por este sistema que prometía un procedimiento transparente, que priorizaría criterios técnicos (meritocracia) más que el cuoteo político.
Los datos entregados en la subcomisión por el actual presidente del Consejo ADP, Rodrigo Egaña, son claros: en su primer año de gobierno Sebastián Piñera removió el 27% de los cargos de II Nivel mientras que Bachelet, hasta la fecha, lleva 42%.
El senador UDI Juan Antonio Coloma reconoció "que en el gobierno anterior las cosas no fueron óptimas" en esta materia, pero a su juicio lo actual demuestra que es un servicio fallido. Por eso rechazó la partida presupuestaria de la ADP (que ahora deberá ver la comisión mixta) y dejó sólo aquellos montos que pudieran cubrir los sueldos del personal, pero no dio el vamos a los dineros que se utilizan en concursos públicos. Fondos que para 2015 superarían los $4 mil 96 millones.
Desde el oficialismo, el senador DC Andrés Zaldívar criticó a su par, pero reconoció que "el sistema debe reformularse" y pidió "sincerar" el hecho de que existen cargos de confianza de los gobierno de turno y que, como tales, pueden ser desvinculados.
La Segunda revisó el sistema ADP para ver qué ha pasado con los cargos de primera nivel de jerarquía (I Nivel) desde que llegó a La Moneda Michelle Bachelet. Estos son los empleos más apetecidos en el aparato público dado que por ser de primera línea, reciben las mejores remuneraciones (que no pueden sí, sobrepasar los sueldos de los subsecretarios de Estado). Ello porque además del suelo base se les entrega una asignación especial (un porcentaje) por ser ADP.
El resultado de nuestro análisis arroja que mientras el 2010 (primer año de Piñera) se concursaron 69 de los 95 de I Nivel adscritos a ADP (73%), a la fecha (siete meses y medio de Gobierno) se han hecho concursos o están en proceso de aquello en 76 de los 110 cargos actualmente adscritos a la ADP (un 69%).
Este porcentaje sin embargo, podría elevarse al 85% una vez que se inicien los concursos para los cargos directivos de 17 organismos que actualmente funcionan con encargados provisionales y transitorios (salvo uno, que es subrogante, es decir, que ya estaba en el servicio y oficia de reemplazante).
Actualmente el 15% de los cargos de I Nivel (17) son ocupados por profesionales que ganaron concursos en el gobierno pasado.
De ellos, el caso más emblemático, corresponde al director del Hospital Padre Hurtado. Cargo que, según la ADP, está adscrito a concurso pero que sin embargo nunca se ha sometido a este proceso porque desde que asumió el ex subsecretario de Salud Ernesto Behnke, en 2002, siempre ha contado con la confianza de los sucesivos mandatarios que ha dirigido el país.
A la fecha Bachelet lleva:
Confirmados: 17 (15%)
Nombrados: 17 altos directivos (15%)
Desiertos: 5 (ver nota aparte)
En nómina: 18 cargos (designaciones que se pueden producir en cualquier momento dado que la autoridad cuenta con un lista (terna, cuaterna o quina, según corresponda) para elegir.
36 en pleno proceso de concurso (en etapa de postulación o evaluación de antecedentes).
17 cargos que falta que ingresen al sistema y empiece el concurso.
Otro punto de crítica son los cargos "provisional y transitorio" (P yT).
"Es una figura jurídica que se dejó para que cuando se produjera una vacante, la autoridad de Gobierno tuviese la posibilidad de seleccionar inmediatamente a alguien que, según percepción, pudiera tomar la posta de un cargo público sin esperar al término de un concurso que puede durar más de seis meses. Ese fue el espíritu del legislador" explica Carlos Williamson, ex director nacional del Servicio Civil y ex presidente del Consejo de ADP.
El economista reconoce que en la práctica quien es nombrado «P y T» "se ve como una especie de tapado, lo cual no significa que tenga asegurado llegar a la nómina. Todos los estudios desde el año 2003 al 2013 muestran que sobre un 40% de personas P y T fueron filtrados y quedaron en el camino".
Cifra contraria a lo que muestran los 17 cargos ya nombrados por Bachele de los cuales 14 (un 82%) ya estaban en el cargo como «P y T» y sólo 3 (un 18%) no.
Según ha publicado Salvador Valdés, investigador del Centro de Políticas Económicas de la UC, la existencia de los «P y T» ha permitido "mantener la vieja modalidad de designar sin concurso de mérito y sin plazo de término".
Como esa figura afecta la imagen del sistema -lo hace parecer que puede burlar el filtro de mérito y capacidad- es que se propone reducir su potestad (no despedir a funcionarios) y simplemente prohibirles que concursen al cargo en que están como reemplazo temporal: "No debieran concursar porque es algo que afea el sistema", dice Williamson.
O bien, como planteó Francisco Longo -miembro del comité de expertos en Administración Pública de Naciones Unidad- al evaluar los 10 años del sistema chileno: "Aceptar con naturalidad que el Poder Ejecutivo excluya de la ADP ciertos cargos por considerar que exigen, en un momento dado, una provisión y gestión directamente políticas".
Como la fragilidad de los cargos genera críticas de todos los sectores (aunque varía el énfasis si se está en el gobierno o en la oposición) el gobinero anunció -a través del subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco- que durante el primer semestre de 2015 enviarán un proyecto de ley que reformule dicha institucionalidad.
Hay ocasiones en que el filtro que hace el ADP no arroja resultados y los concursos terminan declarados como desiertos. De marzo a la fecha eso ha ocurrido en cinco casos. En dos de ellos (el que buscaba proveer el cargo de fiscal del Mop y el de Dirección General de Aguas) fue el Consejo ADP el que decidió declararlo nulo porque los postulantes no habrían sido lo suficientemente idóneos para el puesto.
Las otras tres situaciones se produjeron porque las sugerencias de nombres entregadas por ADP no convencieron a Bachelet. Esos caso corresponden a la Dirección del Registro Civil, la Dirección de Contabilidad y Finanzas del Mop y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis).
En este último organismo los trabajadores están en pie de guerra para que el actual director, Andrés Santander (PS) -quien asumió en marzo como provisional y transitorio- no termine siendo ratificado en el cargo.
Claudio Obreque, presidente de Asociación Nacional de Funcionarios Fosis (ANFFOS) reconoce que están movilizados y que están realizando una votación entre los asociados a fin de enviar una carta a las autoridades reclamando por la situación.
"Entró porque responde a un grado de amistad partidista, por pituto" dice Obreque quien asegura que -según se enteraron- fue el mismo Santander el que habría reconocido que participó en el concurso pero que no quedó en la terna. Según el dirigente sindical, el actual director de FOSIS no cumple con el perfil técnico y de liderazgo que se exige para el cargo: "Este señor no debería seguir un día más como director porque no tiene nada que ver con nosotros".
