Apoya al ex alcalde, que es su amigo. De paso, sostiene que la derecha está "clínicamente muerta".
Hace cinco años que dejó de trabajar formalmente, pero él no descansa. Dos o tres veces por semana sigue escribiendo en su blog las tradicionales columnas de opinión que lo hicieron famoso.
Este año publicó un libro voluminoso, titulado "El gobierno de Piñera", con 700 páginas que recopilaron sus propias opiniones en los cuatro años del mandato. "Es una radiografía, un rayos equis a lo que sucedió entre 2010 y 2014. Los 400 ejemplares ya se vendieron", cuenta.
El resto del tiempo lo dedica a recibir a estudiantes que le piden entrevistas, a dar conferencias y a su último gran proyecto: un grupo de apoyo a militares encarcelados. Se unió a Rodrigo Cooper, a Fernando Martínez Collins (que dirige chileinforma.cl) y a otros tres abogados, además de oficiales en retiro. El grupo recauda dinero para contratar abogados que aboguen por beneficios carcelarios para militares condenados por derechos humanos.
En Concón, donde pasa 10 días al mes con su mujer y uno de sus hijos, se enteró el lunes de la detención de su amigo Cristián Labbé, a quien salió a defender esa misma noche a través de su blog.
-Publicó que "en otra vuelta de tuerca de la revolución marxista-leninista en curso, su sucursal representada por la justicia de izquierda" detuvo a Cristián Labbé. ¿Por qué acusa que hay una revolución marxista-leninista?
-La calle fue convocada en el 2011 por un grupo de estudiantes encabezado por el Partido Comunista y los comunistas son marxistas leninistas por definición. Y hasta ahora todo lo que ha pedido la calle se ha empezado a hacer. Aunque no se ha roto la legalidad por la fuerza, se la ha retorcido en todas las formas.
-Sus palabras son disonantes con el discurso actual de todos los sectores, incluida la derecha.
-Es que la derecha está clínicamente muerta; entonces, no dice lo que debería decir. Y lo que debería hacer es denunciar lo que está pasando.
-Según usted, se está persiguiendo a Labbé "por haber oficiado hace 40 años de instructor en un regimiento al cual le cupo una eficaz actuación contra los grupos guerrilleros". ¿Usted ve en él a un héroe?
-No, exageraría diciendo que es un héroe; pero sí que ha tenido el coraje para mantenerse en una posición de lealtad con la memoria del gobierno militar.
-Según usted, ¿no hubo ningún tipo de violación a los derechos humanos en Tejas Verdes?
-Yo nunca he admitido ese término. Aquí había una guerrilla terrorista preparada para tomarse el poder y terminar con todas las libertades en Chile. Los militares fueron llamados por los civiles para poner término a eso. Nadie podía garantizar, porque esto estaba en manos de chilenos, que todo iba a ser perfecto, pero nunca hubo una política de Estado para violar los derechos humanos.
-Los tribunales dicen otra cosa.
-Pero la realidad es todo lo contrario. Los documentos de la junta que están en los libros que he escrito, en particular "Terapia para cerebros lavados", llamaban a respetar los derechos de las personas cuando eran combatidos por ejercer una actividad guerrillera o terrorista.
-Lo que dictaminó la jueza, sin embargo, es que en Tejas Verdes se aplicaron sistemáticas torturas. ¿Le parece tolerable torturar?
-No es tolerable, porque soy contrario a esos métodos, pero sí me lo explicaría porque antes del gobierno militar siempre se aplicó la tortura, especialmente a los presos políticos. Hubo denuncias contra Frei Montalva y la Unidad Popular por lo mismo. La policía chilena habitualmente torturaba. Que a mí me dijeran que después del cambio de gobierno esto se iba a interrumpir habiendo 20 mil guerrilleros a quienes combatir, me hubiera extrañado mucho. Así que creo que pudo haberse seguido practicando esta mala costumbre.
-Imagino que usted ha conversado de estos temas con Cristián Labbé. ¿Qué le hace creer en su discurso de inocencia?
-Le creo, en primer lugar, porque él lo afirma y, en segundo lugar, le creo porque recibí esta semana un e-mail del hijo del general Contreras, Manuel Contreras Valdebenito, quien sin pedirme secreto, me cuenta que su padre le ha asegurado que Labbé no participó.
-¿Podría leerme el e-mail?
-Claro. Dice: "Estimado don Hermógenes, al ver lo que le ocurre a Cristián Labbé le digo con propiedad que, efectivamente, él fue llamado a Tejas Verdes en octubre de 1973 junto a varios oficiales del Ejército a constituir la Dina, que en esos momentos se estaba creando con personal de la CIA y boinas verdes de Fort Bragg, por la experiencia de la guerra de Vietnam. Cristián fue solicitado por mi padre, ya que era comando y, además, hijo de militar, lo que hizo que fuera de mayor confianza y, por lo mismo, mi padre formó un grupo de protección del general Augusto Pinochet, incluyendo a Cristián, quien se hizo cargo de esa agrupación de inmediato y jamás tuvo él que participar en acción de la Dina y menos Tejas Verdes. Esta es la verdad".
-¿Usted se comunica habitualmente con Manuel Contreras hijo?
-Me escribe, pero hacía tiempo que no lo hacía.
-Las autoridades suelen decir que los fallos judiciales hay que respetarlos. ¿Le parece adecuado que la directiva de la UDI visite al ex coronel durante su detención?
-Por supuesto, si es un militante leal y un alcalde exitoso de su partido. Él podría haber sido muy crítico, porque la UDI apoyó a Sebastián Piñera a pesar de ser contrario a los militares, crítico por las múltiples declaraciones de quienes se clasifican ahora como arrepentidos o como bacheletistas-aliancistas. Labbé se ha quedado lealmente callado.
-El presidente de la UDI, Ernesto Silva, llegó a dirigir el gremialismo como una señal de cambio generacional y liderazgo. ¿Visitar a un coronel acusado de violaciones a los derechos humanos no es un retroceso en su estrategia?
-Yo lo considero meritorio de su parte, porque revela que conserva lealtades mínimas que son exigibles en una buena política, y porque implica respetar a un líder que representó la mejor herencia del gobierno militar.
-Evalúe el liderazgo de Silva.
-Lo considero un elemento muy correcto y eficiente, profesionalmente brillante e inteligente. Pero le ha faltado firmeza. En mi blog me burlé bastante de él, diciendo que sus anuncios de revisar la declaración de principios de la UDI, escritos por Jaime Guzmán y que apoyan al gobierno militar, me recordaban a Groucho Marx que decía: "Estos son mis principios, pero si nos les gustan, tengo otros". He sido crítico de él, porque lo encuentro muy blando en pos de sumarse a la corriente dominante.
-Hoy la UDI está siendo cuestionada porque algunos candidatos recibieron aportes a sus campañas, a través de operaciones fraudulentas. ¿Cuán complejo es el momento que vive este sector?
-Muy complejo. En todo caso, las campañas políticas siempre se han financiado de forma fraudulenta, es tradicional. Tanto es así que, y espero que ya esté prescrito lo que voy a contar, cuando fui candidato a senador en 1989, las personas que estaban a cargo de recaudar dinero me pidieron después de la elección enviar cartas de agradecimiento a una larga lista de personas, porque habían dado boletas a empresas para que me pasaran dinero. En ese tiempo sorprendentemente el SII declaró que las campañas políticas no eran revisables tributariamente.
-Pero ahora hay una ley que rige los aportes a las campañas y acá hubo boletas fraudulentas por asesorías que no se prestaron, y la solicitud ilegal de devolución de impuestos.
-De todas maneras, se hace; la diferencia está en si los pillan o no. Si alguien investiga va a encontrarse con que sucede en todos los partidos. En todo caso, va a ser un proceso judicial largo y muy incómodo.
-Otro de los golpes es la condena a John O'Reilly, líder espiritual de un sector de la derecha.
-Yo siempre tuve confianza en que él era inocente. Está el testimonio de una niñita de 4 años y escuché en televisión a la doctora (María Luisa) Cordero, que es siquiatra, explicar que una pequeña de esa edad no tiene una opinión válida. Si está siendo condenado en base al testimonio de una persona que no sabe de lo que está hablando y que es esencialmente influenciable, hay un amplio margen para que sea inocente.
Además, ¿de qué estamos hablando aquí? Estamos hablando de pecados y no de herejías. Las de Berríos, Puga y Aldunate fueron herejías, se separaron de los principios de la religión y atacaron las bases de las doctrinas de la Iglesia. O'Reilly, en cambio, está siendo acusado de pecar. Quien no sea pecador que lance la primera piedra.
-Pero es un pecado y un delito gravísimo. Se lo condenó por abuso sexual de una menor de edad.
-Claro, es destructivo para un sacerdote, pero está basado en un testimonio frágil.
-Y en términos políticos, ¿tiene esperanza en un segundo gobierno de la Alianza en 2018?
-No sé si de la Alianza, pero va a ser un gobierno muy distinto al de la Nueva Mayoría. Le veo muy buenas posibilidades a Andrés Velasco, a pesar de todo lo que le han sacado ahora.
-¿Es su candidato, entonces?
-Si la alternativa es Piñera, por supuesto que votaré por Andrés Velasco, que es decente, da confianza y es liberal.