Hace tres semanas, Jorge Arrate, ex candidato presidencial y ex PS, dejó Chile para acompañar a su mujer, Diamela Eltit, a Londres. La escritora fue invitada a dictar clases en la Universidad de Cambridge por un año. Aunque le han propuesto hacer conferencias, Arrate quiere aprovechar el tiempo para escribir sus memorias y estar cerca de "mis dos hijos y mis tres nietos holandeses, que viven en Amsterdam".

Confiesa que de Londres le gusta la intensa vida cultural, pero bromea señalando que "aunque me identifico con la izquierda me pone nervioso que acá los autos circulen por esa pista...".

Desde lejos, desmenuza el momento político que vive el país.

- A siete meses de instalado el Gobierno, ¿lo calificaría de izquierda?

-No, le falta mucho para eso.

- ¿ Qué opina de las reformas de La Moneda?

-Positivas en general. Sin embargo, la omisión de la gran minería del cobre y el silencio sobre un plebiscito para dirimir el tema de la Nueva Constitución y la Constituyente son hechos penosos. Además, el gobierno no ha generado entendimiento con los actores sociales con voluntad transformadora y ha propuesto reformas sin profundidad, como la AFP estatal.

- ¿La reforma tributaria cumplió sus expectativas?

-No abordó al sector minero y no consideró un impuesto al patrimonio. Aún así, si los mecanismos aprobados resultan eficaces, la reforma es un avance.

- ¿ Qué opinión tiene de la forma cómo se han abordado los cambios al sistema educacional?

-Se optó por un cierto eje: lucro, copago y selección. Pero da la impresión de que eso puede retardar o llegar a impedir un sustancial fortalecimiento del sistema público. Ojalá que no. Lo que lamento es la renuencia del Gobierno para apoyarse claramente en los actores sociales que dieron un impulso decisivo a los cambios que hoy se discuten.

Retroexcavadora o ajustes

- ¿ Qué lo representa mejor, la retroexcavadora de Quintana o los cambios graduales de parte del PS y la DC?

-No. Mi perspectiva es que el gobierno y sus partidos debieron asumir con más energía la necesidad de generar una activa mayoría política y social para impulsar un programa de mediano y largo plazo. Bachelet fue electa con una muy baja participación, pero contaba con una nueva coalición política, mayorías parlamentarias inéditas, un movimiento social activísimo y su propio prestigio y carisma. Hasta en los más escépticos generó una esperanza. Aún pudiera ser tiempo, si la Presidenta se jugara a fondo en el tema constitucional. Un gobierno decidido y una ciudadanía movilizada son una condición para impulsar grandes reformas.

- ¿ Qué opinión tiene del desempeño del PC en el Gobierno? Algunos lo acusan de ser muy oficialista.

-La presencia del PC en el Parlamento y el gobierno es un avance democrático que no resultó fácil. Los comunistas lo han asumido con cautela. Si a eso se suma el anticomunismo añejo que aflora a diario, uno se explica la moderación del PC. Mi opinión: hubiese preferido que las cosas fueran de otra manera.

-¿De qué manera?

- Hubiese querido un PC como actor de un esfuerzo por configurar una izquierda diversa pero convergente, capaz de aunar a los grupos dispersos pero significativos, convocar a sectores de izquierda de la Concertación, atraer a los desencantados y constituir una fuerza radicalmente democrática, libertaria e igualitaria.

- ¿ Cree que esta lealtad del PC al gobierno ha afectado a la CUT y la demanda de los trabajadores?

-La CUT es un referente histórico valioso, pero su capacidad de movilización tiene un techo que no logró superar ni siquiera cuando el PC era oposición.

-¿ Quéopina de que el embajador, Eduardo Contreras se quedara en su cargo, luego de pedir perdón a la DC y a la "derecha empresarial"?

-Eduardo es una persona noble y de valiosa trayectoria. Hubiese preferido que renunciara, confirmara sus dichos y evitara la desmedida disculpa que tuvo que ofrecer.

Proyección de la Nueva Mayoría

- ¿ La Nueva Mayoría tiene futuro más allá de los 4 años de Bachelet?

-En Chile no ha emergido con claridad una opción de izquierda significativa e influyente, contemporánea y batalladora. Sólo entre los jóvenes hay señales en esa dirección. Mientras eso no madure, los acuerdos entre sectores de izquierda y el centro navegarán en la ambigüedad. Es el caso de la Nueva Mayoría. Para coaliciones como ésa compartir el poder del Estado es el cemento que las sostiene. Es perfectamente posible que este efecto opere de aquí a cuatro años, nos guste o no.

- En el tema presidencial, ¿ME-O representa a la izquierda para las presidenciales del 2017?

-Marco se ha desplazado hacia la izquierda y eso es valorable. Pero luego de sus ambiguas candidaturas de 2009 y 2013 debe despejar la duda de si ese movimiento es o no irreversible, si corresponde a un proyecto político o a una circunstancia táctica. El abanderado de la izquierda en 2017 debiera surgir de una primaria de izquierda fundada en una plataforma común previamente concordada.