En Palacio resienten el rol del canciller, quien era partidario de remover al abogado de DD.HH. Bachelet optó por mantenerlo en su cargo y no ceder ante presiones DC.
"¡Me voy! Así no se puede seguir". Enfurecido, el presidente de la DC, Ignacio Walker lanzó esta frase en medio de la reunión de comité político ayer en La Moneda, antes de pararse de la mesa con la intención de abandonar el salón el encuentro.
La airada reacción de Walker se produjo luego de que el timonel del MAS, Alejandro Navarro, le pidiera frenar sus críticas al embajador en Uruguay, Eduardo Contreras (PC), argumentando que era cierto que la DC había respaldado el golpe de Estado de 1973, aunque después había luchado contra la dictadura.
Apenas Walker se paró de su silla rumbo a la salida, la ministra de la Segpres, Ximena Rincón; el presidente del PPD e ideólogo de la tesis de la retroexcavadora, Jaime Quintana y del timonel del PR, Ernesto Velasco, hicieron lo propio, pero para impedir que se retirara y con ello profundizara la crisis generada por Contreras y sus dichos de la semana pasada, en que había culpado a la "derecha empresarial" de los atentados terroristas y enrostrado el "apoyo" DC al golpe.
Mientras Walker volvía a la mesa, el jefe de gabinete, Rodrigo Peñailillo y varios de los presentes reprendieron a Navarro por sus dichos.
La escena, dicen en Palacio, grafica la tensión del impasse por Contreras y lo difícil que fue cerrar el asunto.
Pero más allá de la polémica con la DC -que hasta hoy no estaba completamente sellado-, en el Ejecutivo comentan que este tema provocó tensiones y diferencias entre La Moneda y la Cancillería, a cargo de Heraldo Muñoz.
El sábado en la tarde, Contreras llegó al despacho del canciller Muñoz para pedir perdón por sus declaraciones.
A esa cita, Muñoz no llegó solo. "Edgardo, quiero que escuches esto", le dijo el ministro al subsecretario de RR.EE., Edgardo Riveros, a quien le argumentó que como militante DC era bueno que escuchara los descargos del embajador.
Quienes conocieron esa conversación dicen que Contreras dio efusivas excusas, señalando incluso estar dispuesto a ponerse de "rodillas". Y que pidió a Riveros transmitir a su colectividad sus disculpas.
Tanto Muñoz como Riveros, dijeron las mismas fuentes, quedaron "impactados" con la performance del embajador Contreras.
A esa hora, sin embargo, la decisión de mantener a Contreras ya estaba tomada.
En la Nueva Mayoría es sabido que a la Presidenta Michelle Bachelet no le gusta aparecer pauteada por los partidos ni por los medios. Y que la fuerte presión pública de la DC fue clave para que la Mandataria reafirmara una decisión que tenía esbozada desde el principio del impasse: no remover a Contreras. El cálculo de Palacio era que los dichos del embajador no provocaban tensiones con el gobierno uruguayo y que el costo interno de aparecer cediendo ante la DC era mucho mayor.
En todo caso, en La Moneda existe una evaluación negativa del rol asumido por el canciller Muñoz en la polémica. Sus constantes criticas públicas a Contreras, dicen en la sede del Ejecutivo, no hicieron sino "azuzar" los cuestionamientos que la DC desplegó durante los últimos días.
En La Moneda algunos comentan que el impasse abrió un escenario de tensión entre la Cancillería y la jefatura de gabinete, a cargo de Rodrigo Peñailillo, que buscó frenar la molestia DC y cerrar rápido las fricciones internas.
Muñoz, dicen en el gobierno, era "evidentemente" partidario de remover a Contreras, en línea con los precedentes de embajadores que han debido salir por realizar comentarios fuera de la postura oficial. E hizo ver esta postura al interior del Ejecutivo.
Pese a que el impasse fue cerrado el sábado por el propio ministro y las "disculpas" de Contreras, altos dirigentes DC dicen que Muñoz de todas formas comentó que el abogado comunista podría dejar su cargo en el breve plazo (ver recuadro).
Desde Palacio, sin embargo, se desecha esta idea y se insistió en que ello sólo responde a los deseos del canciller.
La molestia en palacio llegó a tal nivel que algunos comentaron en las últimas horas que no es la primera vez que Muñoz apunta a determinaciones desalineadas de la decisión presidencial. De ahí que algunos ven en el ministro PPD y hombre cercano al ex Presidente Ricardo Lagos a alguien con agenda propia.
En la Cancillería declinaron hacer comentarios a este diario sobre el tema.
El hecho de que la DC siguiera criticando tras el comité político la permanencia del embajador en el cargo, hizo que Peñailillo abordara ayer en la tarde nuevamente el asunto con Walker en La Moneda. Según trascendió, el ministro pidió terminar las críticas a la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de mantener a Contreras en su puesto. Y le recordó que el compromiso del Ejecutivo siempre fue que el abogado de DD.HH. sería llamando a informar, pero nunca se comprometió su salida.
Tras esa conversación, Walker salió de Palacio y telefoneó a los jefes de bancada de los senadores y diputados, Jorge Pizarro y Matías Walker, además del presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo para pedirles que no hablaran más del tema y es que argumentó que la "orden" de La Moneda era dar por cerrado el tema, ya que el embajador Contreras ya se había disculpado.
Sin embargo, el asunto no concluyó del todo. Esta mañana, el senador DC Andrés Zaldívar divulgó un comunicado en que sostuvo que Contreras "debe renunciar, porque es un embajador que ha perdido la confiabilidad y la veracidad. Un embajador que vuelve a Uruguay, donde aparece diciendo que ha hecho una entrevista privada y los periodistas lo desmienten, diciendo que es una entrevista pública, ha faltado a la verdad". "El contenido de la intervención por mucho que se haya disculpado es una infracción grave, por lo tanto, creo que el embajador debe evitarle este problema al país", agregó Zaldívar.
Una fuerte molestia había esta mañana en La Moneda ante las críticas públicas que ayer realizó el subsecretario de Economía, Alejandro Micco, contra el embajador Contreras.
En el Ejecutivo dijeron que lo peor era que un funcionario de gobierno y militante DC fuera en contra de la instrucción de cerrar el impasse y aplacar los cuestionamientos.
Una estrecha elección se prevé para este domingo en Montevideo, en que la izquierda oficialistas podría dejar el gobierno ante la derecha. Esto es visto en círculos diplomáticos como un eventual espacio para, si cambia el signo político en Uruguay, el abogado PC deje también la misión diplomática, aunque en una decisión concretada de forma separada de la polémica de estos días.
El domingo, 24 horas después de que el embajador Eduardo Contreras pidiera perdón a la DC y a la "derecha empresarial", la comisión política del Partido Comunista analizó el tema.
Aunque la reunión había sido agendada con anterioridad por la directiva de la tienda que lidera el diputado Guillermo Teillier, igualmente la situación del embajador estuvo presente en la discusión.
Y es que -según trascendió- varios militantes manifestaron sus reparos a que el abogado no "consultara" al partido las gestiones que realizó para quedarse en el cargo.
Sin embargo, lo que más habría molestado a los miembros de la comisión política del PC es la declaración que Contreras hizo el sábado en la tarde, luego que presentara sus excusas al ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, especialmente cuando se refirió a los hombres de negocios de este país.
"Pido perdón especialmente a los empresarios y al PDC", dijo el embajador. Y agregó "a los primeros, porque he trabajado intensamente con los empresarios en el tiempo en que he ejercido como embajador, los conozco y sé que mis dichos no reflejaron fielmente mi pensamiento".
Precisamente esta frase es la que más habría desatado la molestia de varios comunistas. "Cuándo se ha visto a un comunista pedir perdón a los empresarios", era uno de los comentarios de pasillo que más se escucharon el domingo durante el encuentro partidario.
Más allá del desenlace de la polémica y de la decisión de Bachelet de mantener a Contreras como jefe de misión en Ururguay, la mesa del PC dejó en las últimas horas del caso en manos del Gobierno la decisión sobre la continuidad del abogado. "Esperaría que se cierre el caso con el llamado a informar, pero no estoy seguro de que se cierre", dijo Teillier el sábado.
De hecho, desde la Nueva Mayoría se afirmó que -durante la polémica- los máximos dirigentes del PC se encargaron de hacerles ver a sus aliados, especialmente de la DC, que Contreras no fue propuesto por la tienda para que ocupara ese cargo en el exterior.
En ese sentido, fuentes del bloque oficialista afirmaron que la designación del abogado obedeció a una decisión presidencial, porque de cierta manera se quiso hacer un reconocimiento a su trayectoria en la defensa de los DD.HH.
De todas formas, en el PC aseguran que la polémica de Contreras fue sólo un punto más en el cónclave partidario del domingo. Así lo afirmó el diputado Daniel Núñez, quien explicó que la comisión política fue convocada para tratar otros temas. Sobre Contreras, se limitó a señalar que "no fue un punto de discusión relevante" durante el encuentro.
