Bajo el concepto de ayuda a ciegas, la empresa distribuye a las colectividades según los resultados de la votación anterior.
Desde la UDI hasta el Partido Comunista. Así de amplio es el espectro al que Telefónica Chile ha entregado dineros, mediante aportes reservados, a las campañas presidenciales y parlamentarias.
Bajo el sistema de ayuda a ciegas, los partidos recibieron, principalmente del mundo empresarial, más de mil 900 millones de pesos (US$ 3 millones 300 mil), en la última elección de senadores y parlamentarios (ver tabla).
En el caso específico de Telefónica, la ayuda se hace mediante un "aporte ciego" -explican en la empresa- que consiste en entregar un cheque por una cifra global al Servicio Electoral (Servel) para que sea distribuido entre las organizaciones políticas según el porcentaje de votos que hayan obtenido en la elección anterior. El ejemplo de Telefónica surge como contraste al descubrimiento sobre platas políticas del caso Penta que, según las primeras indagatorias, se funda en el traspaso de dineros contra la presentación de boletas de honorarios y/o facturas ideológicamente falsas. Lo que constituye todo un sistema ilegal.
Los aportes reservados son una práctica al interior de Telefónica luego que, en 2003, se aprobó la ley 19.885 que establece incentivos tributarios y norma el uso de donaciones de personas jurídicas a fines políticos.
Según un alto ejecutivo de la firma la idea de base es "ayudar a mantener la democracia": "La empresa está presente en 26 países y en aquellos donde hay una sistema democrático estable los negocios funcionan mejor". Por eso que el aporte -que según la ley no podrá superar el equivalente al 1% de la renta líquida imponible correspondiente al ejercicio en el cual se efectúe la donación- es para los partidos y no para candidatos específicos. Y el trámite lo realiza el secretario general de la firma que, para cumplir los requisitos, presenta copia del directorio donde se tomó la decisión.
Una vez que se entrega el dinero al Servel -que otorga el certificado respectivo para proceder al beneficio tributario- en Telefónica aseguran que no existen llamados posteriores a los beneficiados. Los aportes se han hecho efectivos en las elecciones de 2005, 2009 y 2013 (no ayudan en las campañas municipales).
Pepe Auth (diputado PPD) sabe del tema y no tuvo reparos en reconocer que en "un campaña anterior ya lo hizo Telefónica: su directorio decidió aportar a la política en función directa de la proporción de sufragios de cada partido. Pidió los resultados de las elecciones parlamentarias anteriores y, de acuerdo a eso, repartió dinero".
El parlamentario está de acuerdo con esta lógica se seguir las preferencias ciudadanas, dado que es la misma que aplica el fisco al devolver gastos electorales mediante el número de votos obtenidos en una elección.
Guillermo Teillier, diputado y presidente del PC, dice que a ellos les extrañó mucho detectar aportes reservados: "Después se aclaró que había sido Telefónica y decidimos informar que no queríamos fondos reservados".
-¿Devolvieron los aportes?
-No sé si los habrán devuelto en ese momento, porque eso tiene que ver con el equipo que estaba a cargo. Yo no dije nada que se devolviera o no se devolviera, sino que no (había que) recibir.
La Unidad de Gastos. Así se llama el departamento del Servicio Electoral (Servel) encargado de repartir las donaciones que llegan a campañas y sobre las cuales rige el mismo concepto del secreto bancario. Cada lunes -durante el periodo electoral- desde ahí se van depositando en forma dosificada los dineros que han llegado como aportes hasta el viernes anterior.
El Servel estima que el 96% de estas ayudas viene de los empresarios.
Específicamente de 300 sociedades, interconectadas entre sí, que representan a no más de cinco grupos económicos. Sobre devoluciones hasta ahora sólo hay conocimiento del caso del senador Carlos Montes (PS), quien el año pasado objetó un aporte reservado de $15 millones y como no hay un procedimiento claro para devolver esos fondos, el dinero pasó a las arcas fiscales.
