En 2011 causó revuelo al presentar una moción para “prohibir las preguntas imprudentes, invasivas y hostigosas”. Pero este año, además de renunciar a RN, hizo noticia por haber recibido la visita de la bella ciclista ucraniana Elena Novikova. En esta entrevista, el diputado Gaspar Rivas cuenta que se terminó esa relación. Y también habla de su libro que lanza hoy, donde plasmó su pensamiento político.
—¿Le puedo hacer preguntas “hostigosas”?
—Sí claro, no hay problema...
—¿Qué reflexión hace por haber presentado ese proyecto que proponía prohibir a la prensa las preguntas “imprudentes, invasivas y hostigosas”?
—La verdad es que el proyecto fue mal entendido. Las preguntas no son las hostigosas, sino son las maneras en que se formulan. Y algunas veces, las menos, en el afán de obtener una información periodística se pasa a llevar la dignidad humana y el derecho a la intimidad en su calidad de fuente de información.
—Pero se lo acusó de pasar a llevar la libertad de expresión.
—Lo que hacía era poner un control, porque uno puede tener libertad para ejercer determinada actividad, pero no puede haber nada que pase por encima de la dignidad humana. Y en eso está de acuerdo la mayoría, creo yo.
—Hablando de “mayoría”, ¿de dónde salió el nombre del libro que lanza hoy? (“La mayoría silenciosa: Una propuesta para construir un Chile digno”).
—La mayoría silenciosa no es un concepto mío, ronda hace tiempo en la política. Alude a la gran masa de ciudadanos que no se interesa en la teleserie diaria de la política, sino que sus afanes son trabajar, mandar a sus hijos al colegio, cumplir la ley, pagar impuestos. Es gente que sí tiene opinión política, pero que la concreción de las mismas no ocupa la primera prioridad en su vida.
—Hubo a quienes recordó al régimen militar, que usaba el concepto de las mayorías silenciosas.
—No tenía idea de eso. Este término fue acuñado a finales de los ‘60 por Richard Nixon.
—¿Es su testimonio político?
—El libro habla de la búsqueda de mi verdadera identidad política, que la encuentro en el centro y desde donde voy a dar la pelea. Y eso en un escenario en que el panorama de la política chilena se ha «extremizado», a la derecha y a la izquierda. Por eso critico a los partidos que están absolutamente agotados. De ahí que mi propuesta es tomar aspectos de la izquierda y de la derecha, y planteo cinco ejes como lineamientos básicos.
—¿Qué fue lo que más le molestó de RN, que lo llevó a renunciar al partido?
—De la derecha y de RN me aburrió la poca permeabilidad respecto a entender que la ciudadanía rechaza ciertas cosas del modelo económico, como los abusos, que sufren día a día las cosas malas del neoliberalismo... Deudas, AFP, isapres, abusos laborales y otros.
—¿Por qué no se unió a Amplitud? A usted se lo veía como cercano a Lily Pérez.
—Amplitud es la misma derecha de siempre: neoliberal en lo económico y liberal en algunas cosas en lo valórico. Aparte de matrimonio homosexual y marihuana, siguen siendo conservadores en aborto, eutanasia.
—Diputado, y en el plano personal, ¿qué ha pasado con la ciclista ucraniana Elena Novikova?
—Es un tema... Ella volvió a Italia a terminar su temporada y hace unos días atrás me manifestó en definitiva que decidió no volver a Chile. Fue bastante explícita en decir que prefería continuar con su carrera deportiva y privilegiar eso por sobre la relación personal. Son cosas que pasan.
—¿Terminó la relación entre ustedes?
—Ella no va a volver. El tema queda hasta ahí no más.
—¿Le sorprendió esa decisión?
—Cuando estuvo aquí me dio indicios que eso podría pasar, pero después la vi entusiasmada de continuar. No sé, a lo menor influyó la lejanía. Lamento su decisión, pero no tengo resquemor, quiero que sea feliz y no que esté obligada en un país que desgraciadamente no le ofrece las capacidades de proyección que ella puede tener en Europa.
—¿Irá a Europa para reunirse con ella?
—Por el momento no. Continuaremos como amigos. La relación ya terminó. El tango se baila de a dos; sólo no se puede. Fue una experiencia bonita y le tengo mucho cariño.