Entre los indagados se menciona al senador Iván Moreira. El tema venía siendo analizado en reserva en la cúpula gremialista.
A primera hora de hoy, el presidente de la UDI, Ernesto Silva, llamó por teléfono a algunos parlamentarios y dirigentes del sector. El mensaje: evitar declaraciones sobre el caso Penta y la arista que apunta a eventuales platas irregulares para campañas de figuras gremialistas.
Aunque la definición fue que el timonel entregaría la postura oficial, al cierre de esta edición Silva aún dijo estar recopilando información sobre el caso.
El tema, en todo caso, venía siendo conversado en completa reserva en el seno de la UDI, colectividad que ha mantenido una histórica relación con uno de los dueños de Penta, Carlos Alberto Délano. La preocupación se había instalado al enterarse de que la fiscalía había abierto una arista relacionada con platas políticas.
Entre los investigados, de hecho, se menciona al senador Iván Moreira, quien triunfó en la elección del año pasado en Los Lagos, tras un fallido intento por asumir la candidatura del partido en Santiago Oriente. El chofer del parlamentario -quien esta mañana no contestó los llamados de La Segunda- habría sido citado a declarar por la fiscalía.
Desde Penta, en tanto, no negaron la existencia de pagos a campañas, pero sindicaron en el ex director de la firma, Hugo Bravo, el uso de un sistema irregular para entregar esos aportes.
Aunque la mayor parte de los senadores no contestó los llamados o prefirió no opinar, algunos sí marcaron distancia con la investigación. El senador Alejandro García Huidobro señaló que "no tengo conocimiento de haber recibido algún tipo de aportes de Penta". A su turno, Jacqueline van Rysselberghe dijo que "no he recibido ninguna clase de aporte" del grupo Penta. Mientras Hernán Larraín sostuvo que "no tengo ni he tenido contacto con los ejecutivos de Penta (...) Sobre lo demás desconozco antecedentes y mientras no se esclarezcan los hechos es preferible abstenerse de emitir opiniones".
Pese al silencio de la mesa, a fines de agosto Silva había pedido que "ojalá las instituciones puedan funcionar con la autonomía que corresponde, sin presiones". Mientras el vicepresidente del partido Gustavo Hasbún habló en esa oportunidad de "persecución política impresentable", refiriéndose a la indagación del SII.
Los antecedentes comenzaron a surgir luego de incautaciones a computadores de la empresa. Se habla, por ejemplo, de mails con solicitudes de dinero realizadas por distintos personajes que actualmente tienen puestos políticos y otros que no lograron ser electos.
Se comenta también que los aportes habrían ido a financiar campañas parlamentarias y presidenciales.
Lo más complejo del descubrimiento de la Fiscalía Oriente es cómo los dineros fueron sacados de la empresa: se presentaban boletas y facturas a nombre de personas o empresas que en realidad no cumplían funciones para ella. Algunas, incluso, estarían cursadas por cercanos colaboradores, ya identificados, de los políticos en cuestión, que no pertenecerían sólo a los núcleos más cercanos de los dueños.
Los montos de facturas y boletas cursadas irregularmente habrían sido incluidos como "gastos", configurándose posiblemente el delito descrito en el artículo 97 N° 4, inciso primero, del Código Tributario, que se refiere a la presentación de declaraciones maliciosamente incompletas o falsas que puedan inducir a la liquidación de un impuesto inferior al que corresponda, o al empleo de otros procedimientos dolosos encaminados a ocultar o desfigurar el verdadero monto de las operaciones realizadas o a burlar el impuesto.
Por el tipo de delito que se investiga, la Fiscalía Oriente requiere, antes de seguir con las pesquisas, que el Servicio de Impuestos Internos presente una denuncia formal por las irregularidades posiblemente cometidas en esta nueva arista.
La Segunda pudo saber que SII trabaja en el tema, contrastando datos de la fiscalía e información propia. Se coteja además otra serie de boletas adjuntadas por la empresa para justificar gastos que tampoco serían regulares, como "sueldos" -cuyos montos también se descontaban de impuestos- a esposas de ejecutivos de nivel gerencial y gastos varios que se revisan en detalle.
