Política
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Penta: Lavín y Délano se querellan contra ex asesor Bravo por amenazas

Texto lo recibió el ex senador de la UDI Carlos Bombal.

por:  Malú Urzúa y Alejandro Fainé
jueves, 25 de septiembre de 2014

1 Carlos Alberto Délano. 2 Hugo Bravo. 3 Carlos Eugenio Lavín.


Una denuncia por amenazas presentaron los dueños del grupo Penta, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, contra quien fuera uno de sus estrechos colaboradores durante gran parte de la historia del grupo: Hugo Bravo López.

La acción judicial, a la que se agregaría mañana una querella de ambos en contra del mismo ejecutivo, presentada ante el Ministerio Público, se origina en los intentos que realizó Bravo para contactarse con Lavín y Délano, una vez que saliera del grupo por sus vinculaciones con la investigación del Caso FUT (ver recuadro).

La disputa en tribunales marca el quiebre definitivo y público entre este trío, y contrasta con el mensaje que el 17 de julio pasado hizo llegar la aseguradora PentaVida a la SVS anunciando la salida de Bravo de su directorio (cuando aún la vinculación con el caso FUT no era pública): "En la sesión (de directorio) se hizo expreso reconocimiento a don Hugo Bravo por sus cualidades humanas y profesionales, y se dejó constancia del agradecimiento de la compañía por su gran aporte en el desarrollo y consolidación de PentaVida como una de las compañías de seguros más importantes del país".

Mensaje a través de Carlos Bombal

Según antecedentes recopilados por La Segunda, el 13 de septiembre pasado, cerca de las 18:00 horas, llegó un sobre cerrado hasta donde se encontraba el ex senador de la UDI Carlos Bombal Otaegui, quien asesora a los dueños del grupo.

En su interior, según fuentes vinculadas a quienes interpusieron la denuncia, había un mensaje manuscrito, que correspondería a la letra de Bravo.

Según quienes vieron el texto, éste iría dirigido a Bombal, reprochándole no haberle contestado sus llamadas y criticando que la misma actitud la siguieran tanto Délano como Lavín.

En ese punto, la misiva mencionaría que se han incumplido supuestos compromisos con los controladores del grupo, y enfatiza que les solicita dinero. "No tengo ébola ni nada que se le parezca, pero sí mucha información", sería uno de los puntos de la carta.

A este mensaje, señalan fuentes que conocen del tema, se sumarían llamados telefónicos y recados dejados por el propio Bravo, que apuntarían al mismo tenor: insinuaciones de plata, recordando que maneja antecedentes.

Este tipo de avisos, por lo demás, habrían ocurrido en fechas coincidentes con las que el propio Bravo debía ir a declarar a la fiscalía.

La versión de Bravo

Consultada la abogada defensora de Bravo, Catherine Lathrop, por este caso respondió: "Según los antecedentes que tenemos, estos hechos guardan exclusiva relación con diferencias que hay entre el señor Bombal y el señor Hugo Bravo, por inversiones personales".

 De hombre de confianza a foco de complicaciónLa historia de Bravo

Cuando Hugo Joaquín Elizardo Bravo López (69 años) entró estudiar ingeniería comercial en la Universidad Católica cruzó su vida por primera vez con Carlos Eugenio Lavín, marcando el inicio de lo que sería un vínculo que incluyó desde momentos de total confianza hasta -como se conoció hoy- una relación ventilada en la justicia del crimen.

Después de estudiar en la UC, Lavín y Bravo volvieron a cruzar caminos bajo el alero de Manuel Cruzat, donde trabajaron en el área de seguros del grupo financiero, según un reportaje reciente de revista Qué Pasa.

Luego Bravo trabajó para Esso Chile y para Agrícola La Rosa Sofruco, para luego llegar a trabajar con los Penta. De hecho, su nombre figura en los registros de la venta del Banco de Chile al grupo Luksic a fines del año 2000 y principios de 2001.

Hasta 2010 fue gerente general del conglomerado, fecha en que dejó ese cargo, y marcaría el primer distanciamiento de Bravo con los dueños de Penta. Asumió la representación de algunas firmas del grupo y mantuvo un sillón en diversos directorios del grupo.

En 2012, según registros de prensa, fue uno de los pocos invitados al exclusivo almuerzo con el cual Délano y Lavín celebraron la venta, en cerca de US$ 1.000 millones, de AFP Cuprum a los estadounidenses de Principal Financial Group.

El martillero que ligó las cosas

La investigación judicial que puso el nombre de Penta sobre la mesa este año surgió como una derivada del caso Fraude al FUT, donde se indagaba a ex funcionarios de Impuestos Internos, contadores y contribuyentes que rectificaban por internet los montos de gastos de años tributarios anteriores, generando una aparente pérdida tributaria que les daba derecho a recibir devoluciones.

El fiscal Carlos Gajardo dio con un hombre a quien algunos contadores identificaron como "reclutador" de clientes: Jorge Valdivia, ex martillero público, quien prestó testimonio: Declaró ser cercano a Bravo.

Luego se descubriría que éste recibió cerca de $260 millones en devoluciones irregulares por el llamado caso FUT a sociedades personales (lo que le significó su salida definitiva del grupo).

Posteriormente, la fiscalía indagó en los registros del grupo Penta: Aparecieron boletas de las esposas de Lavín y Délano, que cuestionó Impuestos Internos, y pagos a políticos que habrían sido realizados al margen de la Ley de Financiamiento de Campañas (ver página 14).

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