Hace poco más de cuatro años, las periodistas Loreto Daza y Bernardita del Solar lanzaron "Piñera, historia de un ascenso", libro en que, junto con recorrer la biografía política y empresarial del entonces debutante Presidente, revisaron su personalidad. Conociéndolo como lo conoce -pero advirtiendo que no pretende ser analista política-, Daza revisa cómo ha cambiado su estilo tras su paso por el poder y cómo incide eso en su deseo de volver a ser candidato el 2017. Recuerda que cuando lo entrevistaron al comienzo de su gobierno era "un hombre ultra activo, andaba a mil por hora, se pegaba dos horas en un tema... full adrenalina". Y que hacia el final "era un hombre más reflexivo, más canoso".

-Cuando era Presidente, su equipo lidiaba por contener sus ganas de hablar o aparecer. ¿Fuera del poder, es el mismo de antes o no?

-Piñera tiene mucha confianza en sus potencialidades. Ha incursionado con éxito en casi todas las áreas donde se ha metido y para él era muy difícil ser un "yes man" y que alguien le dictara pautas. Hoy no está en la primera línea, pero su imagen le sigue importando. Donde vea debilidades, tratará de corregirlas; no tiene una gran inteligencia emocional, pero es analítico, inteligente, se propone metas y trabaja para alcanzarlas.

-En el cargo solía quejarse de que lo tenían controlado entre su esposa, sus escoltas, el Segundo Piso.

-Es un hombre que no pertenece a grupos, no le gustan las asociaciones gremiales ni nada que lo encasille. Y en eso sigue siendo él: es un hombre que marca su pauta, es bastante libre. Pero esa libertad no impide que tenga metas, objetivos y trabaje para lograrlas.

-Ustedes destacaron su "afán de ser el primero en todo".

-Es un hombre sumamente competitivo que da la pelea cuando hay posibilidad de ganar. En las presidenciales de 2005, cuando supo que no iba a ganar se fue de vacaciones y no le interesó nada.

-No "invirtió" mucho dinero en esa campaña.

-Exacto. Pero cuando en el segundo intento vio que tenía posibilidades de ganar, no dejó de trabajar para lograrlo. Entrevistamos a unas 90 personas para el libro y era impresionante que cerca de 85 de ellas nos dijeran que Sebastián nunca iba a llegar a la Presidencia: que no tenía inteligencia emocional, que no era un líder innato ni tenía contacto con la gente, que hería y ofendía a mucha gente en el camino. Pero lo logró. Es un hombre muy analítico que busca donde están las batallas y posibilidades efectivas de ganar.

Críticas al Gobierno

-¿Por qué criticó frontalmente a Bachelet?

-Yo lo relaciono con la encuesta CEP. Ve que está perdiendo terreno y que otros le hacen sombra, se vinculan resultados no tan favorables para él y, por tanto, sale a marcar pauta a su sector. Pero sus "salidas de libreto" son más analizadas, es más analítico y cuida más su imagen como para salir a decir cualquier cosa.

-¿Pesa la ansiedad en este tipo de personalidades políticas?

-Sí, pesa. Pero cuando se está jugando su liderazgo y su posibilidad de volver a La Moneda, en algún minuto esa ansiedad pasa a un segundo nivel.

-¿Él compite por demostrar que su gobierno va a ser mejor que el actual o por lograr volver a La Moneda?

-Ambas afirmaciones son correctas, pero en el actual escenario político es más atinado pensar en el interés de volver, es un hombre que compite en absolutamente todo. Entonces, tiene que demostrar que su gobierno fue de los mejores. Y creo que va a trabajar por volver.

-¿Llegará hasta el final o evaluará sus posibilidades, como el 2005?

-Todas estas elecciones le han dejado lecciones importantes. El logró llegar donde llegó por su tenacidad, persistencia y trabajo. Eso le dio buenos resultados, entonces, en un principio tratará de lograrlo. Pero si a mitad de camino se da cuenta de que no hay posibilidades, probablemente lo deje a mitad de camino. Ahora, me extrañaría mucho que habiendo una posibilidad y siendo el hombre con mayores opciones dentro de la derecha, deje esa posibilidad.

-¿Las lealtades que generó con personas de su generación o ex ministros más jóvenes da para hablar de un "piñerismo"? ¿Existe realmente?

-No. Nosotros vimos en nuestro reporteo del libro que, más que piñeristas, se aferraron a Piñera cuando había posibilidades de victoria. Las mismas personas que nos decían "nunca llegará a la Presidencia porque no tiene inteligencia emocional", después se acercaron a él. Entonces: ¿hay piñerismo puro que sigue a Piñera más allá? En la medida que haya posibilidades de llegar a La Moneda, va a haber. Cuando no haya posibilidades, no.

-Es un piñerismo por interés...

-Puede ser. Llámalo como quieras, pero eso fue lo que vimos.