Decidió dejar de lado -por un momento- el movido escenario que agita a su propio sector y el despliegue de Sebastián Piñera, para involucrarse de lleno en la dura polémica que enfrenta a la Nueva Mayoría con otro presidenciable: Andrés Velasco. Especialmente luego de que las críticas del ex titular de Hacienda a las reformas de la administración Bachelet provocaran emplazamientos a que defina "su domicilio político" y que se revise la permanencia de sus leales en el Gobierno.

"La amenaza a los partidarios de Velasco que forman parte del Gobierno es la vuelta al peor sectarismo político", acusa el senador RN Andrés Allamand, quien también figura en la nómina de interesados en la próxima presidencial. Junto con estimar "incomprensible que los dirigentes de la Nueva Mayoría no logren separar los planos y reiteren que para ellos los cargos públicos siguen siendo materia de cuoteo", asegura que "hasta donde sé ningún funcionario político cercano a Velasco fue nombrado por esa condición, sino que por sus méritos".

"Es absurdo que las diferencias con Velasco reboten en quienes desempeñan cargos de gobierno. Es la vuelta a un sectarismo que parecía desterrado", dijo.

El caso del ministro Céspedes

Allamand puso como ejemplo que "todo el mundo sabe que el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, es cercano a Andrés Velasco. ¿Pretenden los dirigentes de la Nueva Mayoría obligarlo a renunciar, o que la Presidenta Bachelet le pida la renuncia? De ser sí, sería muy importante clarificarlo".

El parlamentario aseguró que la reyerta es una inequívoca señal de que los líderes del oficialismo "se han inquietado porque sus dos principales figuras presidenciales están hoy fuera de la coalición". Ello, porque "no hay duda que en muchos sectores de la Nueva Mayoría se vislumbra que el candidato potencial más fuerte es Marco Enríquez-Ominami, quien va a participar en la futura primaria".

Y que por eso, "que en dicha coalición la segunda figura política sea Velasco, es algo muy complejo", ya que "hoy no se ven condiciones para que él pueda participar (en dicho proceso), después que ha coincidido con la oposición en muchas críticas".

-¿Por qué respalda ahora a Velasco?

-Defiendo una política correcta, y me parece absurdo que se esté amenazando a funcionarios públicos por situaciones ajenas. Velasco participó en la primaria concertacionista y apoyó a la Presidenta Bachelet. Él tendrá que responder frente a su propio electorado por lo que, al parecer, fue una mala decisión: hoy es muy contrario a cómo se gobierna el país, y al igual que la oposición, ha criticado severamente las reformas tributaria y educacional.

Velasco figuró en la última encuesta CEP como el segundo personaje político mejor evaluado después de Bachelet (con un 46% a favor y un 16% en contra), y su perfil despierta simpatías en ciertos sectores de derecha. Allamand, en tanto, quedó como el tercer nombre mejor rankeado de la oposición (32% a favor y 31% en contra), a poca distancia de Manuel José Ossandón (38% versus 19%) y Piñera (38% versus 27%).