"Se creyó que se estaban discutiendo cifras, pero se discutía la dignidad de la clase media", dice.
"Por supuesto que alguno se molestará, no entenderá", adelanta. Y aunque aclara que no es un libro que se centre en "atacar a Piñera" ni que "se quede solamente en lo que hicimos mal, es propositivo más que autoflagelante", lo que se ve en varias de las más de 190 páginas de «Virar Derecha» (Editorial Planeta, lo lanzará la segunda semana de septiembre) es un crudo análisis y relato de los "errores" de su sector y del gobierno anterior, que derivaron en la derrota electoral del año pasado.
Así, el ex diputado UDI Gonzalo Arenas Hödar -perdió su reelección en esa parlamentaria- es el primer actor de la oposición que aborda en detalle la situación por la que atraviesa su sector. Dice que son pocos quienes lo hacen porque "es un sector que siente un desprecio natural por la política, que cree que los valores gerenciales son los dominantes. Hay una cultura de que la autocrítica es una pérdida de tiempo".
-¿Cuándo se comienza a cocinar la derrota, según usted?
-No es sólo responsabilidad de Piñera. Él cometió el mismo error que Jorge Alessandri: despreciar a los partidos políticos. Eso se ve en su gabinete gerencial.
-Pero la UDI no quiso o no pudo negociar el gabinete con él.
-Un error de la UDI. La UDI perdió su convicción en 2009, cuando no quiso apoyar a Pablo Longueira y cedió con un cheque en blanco ante Piñera. Ahí perdió toda posibilidad de negociar.
-Usted dedica varios pasajes al impacto de la crisis estudiantil.
-Perdimos el gobierno cuando enfrentamos el movimiento estudiantil: se subestimó. Se creyó que se estaban discutiendo cifras, pero se discutía la dignidad de la clase media. El error fue que respondimos con la estrategia de la lista de la lavandería, sin un relato. Y eso no es obra de Piñera, está en el ADN de todo el sector.
-Usted cuenta en el libro un episodio donde esa crisis estuvo a punto de resolverse...
-En un momento se podría haber solucionado con US$12 millones para financiar becas de alimentación y pases escolares. Se deshizo ese acuerdo porque el gobierno no consideraba justo que se ocupara el pase escolar los festivos y enero y febrero, cuando no había clases. Ese mal manejo izquierdizó a la Concertación, la aglutinó y se generó un escenario donde sólo podíamos perder.
-¿Con eso le regalaron el programa de gobierno a Michelle Bachelet?
-Totalmente. El ex ministro Cristián Larroulet escribió un libro donde dijo que el mayor legado del gobierno de Piñera es "un buen gobierno para todos los chilenos". Es la frase símbolo de la visión gerencial, del que vende rápido.
"El parto de la derecha liberal aún no está hecho", apunta Arenas, y asegura que la derecha "no tiene amplitud en la discusión ideológica, y la discusión por el binominal demuestra que no creemos en eso".
-No cuajó la idea de "nueva derecha". Y Piñera intentó zafarse del pinochetismo con los "cómplices pasivos".
-Un legado que Piñera intentó insinuar es asumir de verdad las violaciones a los DD.HH. del gobierno militar. Por la convivencia interna no persistió en ese mensaje, debería haber seguido hasta las últimas consecuencias. El gran problema es que la derecha todavía cree que las violaciones a los DD.HH. eran requisito para el desarrollo político y económico.
-¿Pueden hacer ese quiebre?
-Dependerá de la valentía de los nuevos liderazgos de la centroderecha. Hay dirigencias mucho más jóvenes, y todavía estamos en la duda de si ese cambio generacional es cosmético o es real.
-La directiva UDI no ha podido instalar símbolos, como cambiar su declaración de principios sobre Pinochet.
-La UDI hoy tiene la mejor directiva que podía tener. Pero cambiar su cultura política cuesta mucho.
-¿Por qué?
-La cultura política UDI y de la derecha tiene una visión paternalista, con temor a la ciudadanía, no tiene una relación sana con el poder económico y tiene una soberbia espiritual que la hace creer que lo mejor que le puede pasar a Chile es que lo dirija una elite de iluminados. Y está marcada por el clasismo.
-¿Cómo se van a tomar en su sector este análisis duro?
-Espero que bien. Si no hay un análisis crítico, vamos a seguir igual.
-¿Le va regalar un ejemplar a Piñera o a sus ministros?
-Los libros regalados nunca se leen. Espero que lo compren. No se lo voy a mandar a nadie.