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Las disyuntivas que enfrenta Ezzati por sacerdotes acusados: Apoyar a religiosos o a las presuntas víctimas

La prudencia del Arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal genera críticas al interior del clero principalmente porque no quiere modificar los actuales procedimientos para recibir denuncias.  

por:  Viviana Candia/La Segunda
viernes, 22 de agosto de 2014

Foto RICARDO ABARCA

Cruel e injusta. Así califica el comportamiento de la Iglesia Católica la familia del cura Gerardo Joannon, acusado de participar en dos casos de adopciones irregulares.

En carta pública, los parientes del religioso de la Congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.), se lamentan que "la Iglesia, actualmente cuestionada y atacada, incluso en el ámbito judicial por la desidia y lenidad que habría mostrado en el pasado frente a casos de abuso, ha querido aparecer ahora mostrando el extremo celo y rigor".

El reclamo del clan familiar -a propósito de la declaración del provincial de los SS.CC., que consideró verosímiles las acusaciones, y cuestionó la relación del sacerdote con una de las madres vinculadas al caso-, viene a revelar el conflicto que soterradamente se despliega al interior del clero, desde que comenzaron a conocerse las primeras denuncias por abusos cometidos por religiosos. El tema constituye uno de los flancos más sensibles de la administración eclesial del cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile.

El punto de tensión, cuentan al interior de la institución, está básicamente en establecer dónde está el foco de apoyo de la Iglesia Católica: Si en las víctimas o en los supuestos victimarios.

Algunos miembros del clero bogan para que todas las denuncias se canalicen por una sola vía, sin hacer diferencias si el acusado pertenece o no a una congregación. Pero Ezzati ha optado por la línea distinta -sostienen-, y prefiere apegarse a lo que dicta el derecho canónico y mantener las cosas como están. Eso, además, sin hacer caso a argumentos sobre los cambios de la sociedad y en la necesidad de que, como pastores, deben estar más cerca de la gente.

Su argumento es que hay que ser prudentes porque "no siempre las acusaciones que llegan son fidedignas" -habría dicho-, aun cuando ha sido partidario de transparentar -mediante listado- los nombres de los implicados.

Las mayores críticas, dentro y fuera de la curia, las recibió por la visita que hizo al ex párroco del El Bosque, Fernando Karadima. El dato aparece, cual fantasma, según avanza el proceso judicial que el Arzobispado no enfrenta luego que los querellantes denunciaran que la Arquidiócesis de Santiago no actuó con antelación respecto a los abusos sexuales, pese a que conocía de los hechos.

Ezzati niega tajantemente tales aseveraciones y por eso ha sido imposible, hasta ahora, llegar a una conciliación con las víctimas de Karadima (el último intento fue el lunes de la semana pasada).

La sombra de Errázuriz

Pero no es lo único que se le critica a Ezzati. También se le responsabiliza por la excesiva presencia pública de su antecesor, el cardenal Francisco Javier Errázuriz con quien, a ojos de varios, ha aplicado un complaciente "laissez faire" pese a que también este purpurado ha sido acusado de proteger a Karadima.

El arzobispo emérito Francisco Javier Errázuriz -quien dejó el cargo en 2011- se mantiene más activo que nunca: "La preeminencia de Errázuriz sugiere una influencia que resulta, por lo menos, curiosa", señala un laico allegado al mundo eclesial, quien echa de menos la conducta de anteriores arzobispos que, una vez entregado el cargo, se alejaban para permitir brillar al sucesor. Y menciona, por ejemplo, a Juan Francisco Fresno y a Carlos Oviedo.

"Ahora, en cambio, el antecesor aparece en muchas ceremonias, muchas liturgias, dando más la señal de que hay un duopolio, es decir, dos arzobispos", analiza este experto ligado a las esferas eclesiales desde hace 40 años.

Esa sensación quedó, en enero de este año, cuando los dos cardenales participaron en la asamblea general de la Comunidad Totus Tuus, cuyo retiro se inició con una prédica de monseñor Ezzati y la participación de Errázuriz, quien tiene a cargo el acompañamiento espiritual de grupo.

A mediados de mayo, Errázuriz apareció entregando el reconocimiento que se le otorgó a la Fundación Vicaría de la Solidaridad por mantener la memoria del cardenal Raúl Silva... un salesiano como Ezzati.

¿Autoritario?

Su estilo de liderazgo es comentado en la estructura eclesial.

Hace un par de meses en reunión con su vicarios del Arzobispado consultó: "¿Es verdad que me ven como alguien autoritario? ".

Los vicarios se miraron y negaron el hecho porque asumen que su estilo ejecutivo que imprime en su gestión es parte de su personalidad. Sin embargo, reconocen la tozudez con que enfrenta ciertas cosas: "Es que a veces le cuesta entender", acotan.

-¿Ha sido autoritario en su gestión? , le consultamos al mismo Ezzati.

-No. Nada que ver.

-¿No le molestan que lo critiquen por eso?

-No porque no tienen ninguna verdad.

¿Mayor participación de sus asesores?

Si bien en los últimos meses se ha exacerbado la fama de que no delega, en los hechos su administración apunta a una mayor participación de sus asesores.

A meses de tomar posesión de su cargo en la aArquidiócesis de Santiago -el 15 de enero de 2011- decidió establecer un nuevo sistema de mandatos en la institución y nombró dos tipos de apoderados (clase A y clase B) para que representara al Arzobispado en diferentes áreas (judicial y hasta comercial).

En el primer grupo -según mandato protocolizado en la Notaría Félix Jara Cadot- designó a los obispos Cristián Contreras y Andrés Arteaga, además de los presbíteros Rodrigo Tupper, Oscar Muñoz y Jorge Sáenz e incluyó a algunos laicos allegados a la Iglesia.

Por eso que, pese a que cuesta convencerlo, sus vicarios han optado por buscar la forma de mejorar su imagen pública.

De ahí que hace unos días, en la reunión que sostuvo con alcaldes de la Región Metropolitana, en lugar de ubicarlo en un lugar preferencial -como una mesa rectangular que se había preparado- se optó por instalarlo en una mesa junto a parte de sus invitados.

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