Presidentas Bachelet y Fernández acordaron poner a disposición de la ONU la fuerza de paz «Cruz del Sur». Naciones Unidas ya ha abordado el tema con ambos países. Un objetivo es reemplazar a los militares chilenos que operan en la isla, en el marco de un plan de retiro progresivo y programado.
El lunes pasado, uno de los temas abordados en Buenos Aires por las presidentas Michelle Bachelet y Cristina Fernández fue la cooperación en materias de Defensa. Además de reafirmar la voluntad de mantener posturas coordinadas en el marco del Consejo de Defensa Suramericano de Unasur, ambas mandatarias adoptaron también una decisión inédita: asignar la primera misión específica para "Cruz del Sur", la fuerza militar conjunta de Chile y Argentina para operaciones de paz.
Según señala la declaración firmada por Bachelet y Fernández el lunes pasado, las mandatarias, "reafirmando su compromiso con la paz y el desarrollo de los pueblos, declararon la voluntad de ambos países de poner a disposición de la ONU la Fuerza de Paz Conjunta Combinada «Cruz del Sur», en el contexto de los objetivos de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) en la Hermana República de Haití".
La fuerza «Cruz del Sur» fue creada en 2006 con el objetivo de participar en misiones de paz. Y fue destacada por las autoridades de la época como una medida de confianza inédita, que daba cuenta de la buena relación que Chile mantenía con Argentina, en medio de las tensiones limítrofes con Perú y Bolivia. Sin embargo, aunque hoy mantiene 1.361 efectivos militares -con componentes terrestres, navales y aéreos- permanentemente listos, hasta ahora no había sido requerida para ninguna tarea en específico.
Este escenario, según dicen en el Gobierno, ya había sido abordado en la primera reunión que sostuvieron los ministros de Defensa de Chile y Argentina, Jorge Burgos y Arturo Puricelli, respectivamente, en abril pasado en Buenos Aires.
En esa cita, dicen las mismas fuentes, los secretarios de Estado acordaron que «Cruz del Sur» se activaría por primera vez en el marco de la misión de paz de Naciones Unidas en Haití, en la que participan varios países de la región, entre ellos Chile y Argentina desde 2004.
En dicha reunión, Burgos y Puricelli conversaron también que una buena ocasión serían las elecciones parlamentarias de fin de año y las presidenciales de 2015. Ahí, «Cruz del Sur» podría colaborar en la mantención del orden público y el resguardo de los lugares de sufragio.
Sin embargo, los ministros también apuntaron a un análisis de más largo plazo: enviar la fuerza «Cruz del Sur» a Haití podría permitir a Chile y Argentina reemplazar a los efectivos militares que ambos países mantienen hasta ahora. Esto, en el marco de un plan para disminuir progresivamente -y de manera coordinada con la ONU y el resto de los países de la misión- la presencia militar en dicha isla.
De hecho, el miércoles pasado el Senado aprobó la solicitud de la Presidenta Bachelet para prorrogar por un año la permanencia de las tropas chilenas en Haití. Hubo 30 votos a favor, uno en contra -el UDI Juan Antonio Coloma- y tres abstenciones, de Manuel Antonio Matta (DC) y los UDI Jaime Orpis y Jacqueline van Rysselberghe.
De acuerdo con el informe enviado por la Mandataria a la Cámara Alta, "2014 y 2015 deben interpretarse como un período de preparación para el retiro sustantivo y programado de medios militares", en línea con una resolución de la ONU de 2013 que instó a reducir las tropas en 20%. Además, el Gobierno informó al Senado que el costo de mantener a los 479 efectivos del «Batallón Chile» operando en Haití el año pasado fue de más de US$ 15 millones. Como reembolso, la ONU entregó US$ 16 millones.
La petición de prórroga enviada por Bachelet señaló que el número de efectivos chilenos en la isla bajó este año a 426 y que, de ellos, el próximo año podrían retirarse cerca de 70.
En este contexto, el subsecretario de Defensa, Marcos Robledo, dijo a La Segunda que el año pasado la ONU sondeó a Chile y Argentina sobre el eventual envío de «Cruz del Sur» a Haití y que, tras definir los requerimientos específicos, "en agosto Naciones Unidas podría generar un requerimiento de despliegue de «Cruz del Sur»" con miras a operar durante las elecciones en ese país.
Sobre la idea de que la fuerza militar conjunta con Argentina reemplazara a los actuales efectivos enviados por Chile, Robledo indicó que "podría ser una posibilidad que más adelante a Cruz del Sur se le solicite la permanencia (de largo plazo) en Haití. Si Chile concurriera con Argentina, tal vez no sería necesario que Chile concurriera de otra manera. Pero esto es parte de una conversación que debe tener Naciones Unidas con el Consejo de Seguridad y con nuestra región".
Ese escenario, agregó el subsecretario, "sería muy importante porque es una forma de decir que Chile y Argentina no sólo somos capaces de cooperar, sino lograr objetivos comunes como la paz de Haití y de la región".
De permanecer en la isla, «Cruz del sur» podría dedicarse a tareas similares a las que realizan ahora las tropas chilenas, como -según se mencionó en el informe del Gobierno al Senado- "patrullajes pedestres y motorizados de corto y largo alcance; inserciones y extracciones aéreas; escolta de convoy y VIP; control de manifestaciones". Además del "apoyo al orfanato Le Fundation du Bon Samaritain; entrega de agua potable; celebración del Día Internacional del Niño; entrega de útiles escolares y actividades recreativas para la población de Cabo Haitiano".
