"Soy el único loco que está predicando en el desierto a un grupo de sordos y ciegos que no quieren ver", declara Gaspar Rivas, voto de respaldo a la reforma tributaria de Bachelet, al hablar de su "divorcio ideológico" con RN y la reflexión sobre su militancia.
Esta no es la primera vez que el diputado por Los Andes pasa por una situación crítica. En julio de 2012 renunció a la tienda y se reincorporó ocho meses más tarde.
-¿Hoy se corona como un nuevo descolgado de RN?
-Renuncié en su momento a RN, por el manejo del presidente Carlos Larraín y en general por la concepción ideológica. Yo creo en una mayor participación del Estado en materia económica. Mis propuestas se contraponen con el marcado sesgo neoliberalista y abstencionista por parte del Estado que tiene RN. Si hiciéramos un parangón con la Inquisición, yo debiese ser pasado a un tribunal inquisitorio y probablemente quemado en la hoguera. En estos aspectos económicos siempre voy a colisionar con RN. Hay cosas sensibles para la ciudadanía, como que el Estado maneje nuestros recursos naturales, provea servicios básicos, que salga al paso de las AFP, pero sin eliminarlas, sino para mejorarlas. Creo más en el Estado, pero no soy socialista, ni pretendo un Estado socialista.
-¿Le han dicho socialista alguna vez en su partido?
-Por Twitter me han dicho frases como «ándate a la Concertación», pero en el partido nadie ha sido tan duro. Menos me lo van a decir ahora cuando están tratando de cuidar a los diputados, RN no está en posición de farrearse a los diputados.
-¿Ha recibido alguna llamada de atención?
-Sí, pero siempre en buena forma. El diputado Nicolás Monckeberg no estaba feliz, pero fue muy comprensivo. Sí hace dos años el ex senador Carlos Larraín dijo algo que me dolió, cuando conversamos sobre mi postura sobre el lucro ilegal en educación: "Si hay gente que lucra, a ti no te tiene que importar". Y yo no estoy en política para mirar para otro lado cuando hay alguien que flagrantemente está violando la ley.
-¿Por qué continúa en RN?
-Estoy pensando que requiero entrar a un período de reflexión, breve, de algunos días, sobre qué haré respecto a mi militancia RN, si la continúo o la dejo. Existen fuertes posibilidades de que lo haga, porque ya no me estoy hallando en RN.
-¿Usted se quedaría bajo alguna condición?
-Lo veo difícil, esto es como un matrimonio que ya no tiene caso: o yo los cambio a ellos, lo que no pasará nunca, o ellos me cambian a mí, y no lo lograrán nunca. Este tema está en una fase terminal. No quiero que sea una cosa muy traumática, pero el devenir de la política y las votaciones, muchas materias económicas, me obligan a tener que pronunciarme. En un minuto dado yo diré esto no da para más y me tendré que retirar. Lo vengo pensando hace tiempo. En realidad falta nomás que lo diga, que presente la renuncia, que presente la demanda de divorcio, ideológicamente ya me divorcié.
-¿Ha tenido llamados de Amplitud?
-No he tenido mayores llamados, pero yo discrepo con ellos. La novedad que Amplitud y Evópoli le están planteando a la ciudadanía es de corte más bien valórico, pero en el sustrato económico siguen siendo neoliberales. Si se leen sus declaraciones de principios, uno se da cuenta de que desprecian la labor del Estado. Yo no me siento identificado con ninguno de los proyectos. Y en lo valórico, en donde yo soy más de derecha, en Amplitud están un poco más izquierdizados, por ejemplo, en la legalización de la marihuana, en el matrimonio igualitario y aborto. Yo acepto el aborto por excepción.
-¿Cómo ve la reforma al binominal?
-Si bien yo había anunciado en la prensa que votaría a favor, votaré en contra de la idea de legislar. Porque es un cambio con letra chica, con los intereses mezquinos basados en la lógica de los lotes partidistas, y eso es algo que la ciudadanía no comparte, esto es burlarse de la ciudadanía a base de los arreglines.
