El próximo lunes será relanzado públicamente el movimiento Fuerza Pública, encabezado por el ex ministro y ex candidato presidencial, Andrés Velasco, con la incorporación de cien nuevos consejeros y la presentación del directorio de la entidad.

Además del ex ministro de Hacienda de Bachelet -quien reaparecerá mañana en un desayuno de Icare en CasaPiedra sobre la reforma tributaria-, el directorio estará integrado también por Mariana Aylwin, Rafael Guilisasti, Juan José Santa Cruz, Carlos Portales, Esteban Ovalle y su director ejecutivo, Sebastián Iglesias Sichel.

Sichel explicó que Fuerza Pública aspira a ser parte de una centroizquierda "moderna, liberal y progresista", y por ello integran el "entorno del actual gobierno".

Su idea es apoyar los cambios, dice Sichel, aunque cuestiona al ala izquierda de la Nueva Mayoría: junto con hacer las críticas cuando corresponda, Fuerza Pública se alejará "de los discursos «termocéfalos», de la retroexacavadora, de la piedra en el zapato y la lucha de clases. Hablamos de crecimiento, libertad y equidad al mismo tiempo".

Más aún, afirmó que "una izquierda «termocéfala» puede seguir polarizando al país, al igual que posturas como la de la UDI, que se opone a todos los cambios".

Entre los cien consejeros, dice Sichel, hay personas independientes, del mundo de la cultura y también militantes de partidos políticos, quienes, según expresó Sichel, "fueron invitados a aportar para mejorar la calidad de la política y también a hacer propuestas para perfeccionar la calidad de los mercados. Porque creemos que hay exceso de concentración de poder político y económico".

Como "Do Tank" -dice Sichel, aludiendo a que quieren "impulsar los cambios", alejándose del perfil más «académico» de los "think tanks" que asesoran a los partidos- se concentrarán en dos aspectos: uno, "pelear por la defensa de las libertades individuales (como el matrimonio homosexual), en que la gente tenga el derecho a vivir la vida que quiera y no la que le obligan normas morales o los lugares en que nacieron"; y segundo, "tenemos como desafío la inclusión, no sólo social, sino que de opciones de vida".

-¿De qué manera van a apoyar el cambio al sistema binominal?

-El segundo semestre vamos a iniciar una campaña para que se apruebe, porque creemos que se puede mejorar el proyecto del gobierno. Queremos que se incluya un límite al gasto electoral y se prohíba la donación de empresas en las campañas; que se reforme la ley de partidos para que se exija altos niveles de democracia interna, en que con un sistema proporcional los partidos no sean administrad por lo operadores.; y que haya un límite a la reelección.

-¿Están de acuerdo con el aumento del número de parlamentarios?

-Estamos de acuerdo, porque es la única forma de mejorar la representatividad. Pero hay algo esencial para nosotros: que no signifique un mayor gasto para el Estado.

-¿Cómo se puede hacer eso?

-Lo más lógico es que se redistribuyan las dietas y las asignaciones parlamentarias de los legisladores existentes hoy. Creo que es una decisión que tiene que tomar el Congreso.

Creo que hay populismo en la UDI cuando se opone al aumento del número de parlamentarios. Más senadores y diputados pueden significar más comisiones y, con ello, más trabajo legislativo.

-Según la UDP, con un sistema como el propuesto por el gobierno usted y otros candidatos hoy serían diputados.

-En mi caso no tiene relevancia. Lo que interesa es que la reforma no se haga con la calculadora, sino que sea para mejorar la democracia.