Política
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El dossier boliviano a La Haya y el futuro de la agenda

El 17 de abril, Bolivia entregará su memoria en La Haya, en el marco de la demanda contra Chile. Incluirá no sólo argumentos jurídicos, sino también políticos. Y Santiago espera una ofensiva comunicacional potente, marcada por las elecciones en La Paz de octubre próximo.  

por:  Estefanía Araya
sábado, 05 de abril de 2014
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El próximo 17 de abril expira el plazo fijado por la corte de La Haya para que Bolivia entregue su "memoria", su primer dossier con argumentos que sustentan la demanda interpuesta contra Chile en abril del año pasado. El libelo apunta a que el tribunal internacional obligue a Santiago a negociar una salida al mar con soberanía para La Paz.

En la antesala de dicho hito ante la corte, Evo Morales señaló que la entrega del dossier no se realizará el 17 mismo, sino que al menos un par de días antes. El indicio de que La Paz tenga listo un diseño comunicacional para destacar el hecho -lo que terminaría tensionando el vínculo con Chile- encendió las alarmas en Santiago.

En Chile, la defensa -liderada por el ex ministro Felipe Bulnes- enfrentará un desafío complejo: tras la entrega del documento paceño, Santiago tendrá 90 días para definir si se presentan excepciones preliminares ante la corte. Vale decir, se si eleva un recurso impugnando la competencia del tribunal para conocer la demanda. Esto, pues se podría argumentar que el Tratado de 1904 ya zanjó todos los temas limítrofes pendientes y que ninguna corte puede modificar algo ya resuelto por acuerdos internacionales previos.

Sin embargo, la decisión se tomará tras conocer en detalle los argumentos que entregue Bolivia. Entre los que se esperan no sólo planteamientos jurídicos, sino también políticos.

¿Qué pasará con la relación entre ambos países? ¿Cómo se prepara La Paz para enfrentar este hito en La Haya? ¿Qué elementos de política interna están también en juego? Aquí, lo que adelantan en Bolivia y lo que esperan en Chile.

 1 Argumentos jurídicos y municiones políticas en la memoria


"Tenemos tres equipos de trabajo para no equivocarnos. Un equipo de asesores externos, el del agente boliviano ante la Corte Internacional de Justicia y otro presidencial", dijo hace algunos días el presidente de Bolivia, Evo Morales, refiriéndose a la preparación de la memoria que se entregará la próxima semana en La Haya.

El documento, dicen fuentes chilenas, será el que de verdad permitirá conocer el fondo de los argumentos bolivianos, puesto que la demanda entregada en abril del año pasado sólo enunció las líneas centrales. Ahí, Bolivia enumeró una serie de procesos de negociaciones bilaterales, desde 1950 en adelante, con miras a habilitar una salida al mar. Iniciativas que finalmente quedaron truncas. La acusación de La Paz es que dichas conversaciones -supuestos compromisos oficiales adquiridos por el Estado chileno- fracasaron por falta de voluntad política de Santiago.

Sin embargo, fuentes paceñas explican que la memoria no sólo contendrá argumentos jurídicos. Habrá también un capítulo importante con la explicación histórica del origen de la controversia. Hasta ahora, Morales ha dado claves que, esperan en Santiago, sean mencionadas.

Primero, que la Guerra del Pacífico respondió a intereses de la "oligarquía" británica y chilena, aludiendo a las inversiones en la industria del salitre. Segundo, que el Tratado de 1904 -que puso fin al conflicto y fijó las fronteras- fue aceptado por Bolivia bajo presión militar chilena. Tercero, que existe una decisión explícita de Chile de frenar las negociaciones para una salida al mar: el ejemplo más reciente apunta a Sebastián Piñera, cuyo gobierno canceló una reunión de vicecancilleres en 2010.

Este capítulo histórico se ve como eventual nuevo foco de tensión político: en 2009, cuando Perú incluyó un capítulo en su memoria ante La Haya sobre el expansionismo de Santiago como causa de la Guerra del Pacífico, el entonces canciller Mariano Fernández reclamó airadamente ante el presidente peruano Alan García.

Así, en Chile creen que La Paz apostará por obtener en La Haya una sentencia como la que logró Perú: el tribunal aplicó un criterio "salomónico" más que jurídico. "Lo que Bolivia espera es obtener lo que ellos califican como justo, más que la aplicación del derecho", dice un personero chileno.

2 Ofensiva comunicacional y elecciones presidenciales a la vista


El próximo 29 de abril se conmemorará el "Día de la Reivindicación Marítima", efeméride creada por Morales hace no más de cinco años a través de un decreto que obligaba, además, a los medios de comunicación a transmitir consignas sobre el tema y el himno de la Armada nacional.

En Chile esperan que, después de la presentación de la memoria la próxima semana, Palacio Quemado impulse una intensa ofensiva comunicacional, promoviendo los argumentos plasmados en el dossier entregado a la corte. Ya en los días previos, el gobierno ha gestionado declaraciones de respaldo de organizaciones sociales, como la Central Obrera Boliviana. Y varios personeros, como el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, y el diputado oficialista Héctor Arce -ambos asesores directos de Morales en este tema- han realizado vocerías destacando la presentación de la memoria.

La ofensiva de Morales coincide con el clima electoral instalado en La Paz: en octubre se realizarán elecciones presidenciales y parlamentarias y el Mandatario es el primer mencionado como candidato, para buscar una vez más la reelección. Aunque pocos tienen dudas de que alcanzaría un nuevo triunfo en las urnas, en RR.EE. dicen que la decisión de incorporar argumentos políticos en la memoria e instalarlos posteriormente en el debate público es uno de los ejes para reforzar -o asegurar- la ya cómoda situación del gobernante con miras a los comicios.

En todo caso, ambos temas podrían cruzarse aún con mayor nitidez, dicen analistas chilenos. Durante la semana, junto con el anuncio del envío de la ex ministra Magdalena Mejías como nuevo cónsul en Santiago, el Presidente boliviano señaló que también se designaría un embajador "itinerante" para promover en el mundo los argumentos bolivianos. Esta figura, dicen fuentes diplomáticas, ha sido promovida por el ex presidente Carlos Mesa, quien -en privado- se ha mostrado dispuesto a asumir un rol de ese tipo. Una eventual designación de Mesa, apuntan las mismas fuentes, buscaría una alianza política interna con miras a las elecciones de octubre, además de reforzar la estrategia política en el marco de la demanda en La Haya.

3 ¿Qué hacer con la agenda bilateral?


El 12 de marzo pasado, Evo Morales regresó a La Paz tras haber asistido a la ceremonia de transmisión de mando en Valparaíso. A diferencia de lo que ocurrió con los otros mandatarios asistentes, dejó Chile sin haberse reunido con Bachelet. Y la semana pasada, tras visitar Santiago para recibir un doctorado honoris causa, el vicepresidente paceño Álvaro García Linera también partió sin haber tenido ningún encuentro con personeros del gobierno chileno.

Según fuentes bolivianas, en Palacio Quemado califican como un "desaire" el diseño chileno de negarse a dialogar sobre el tema marítimo mientras esté en trámite la demanda en La Haya. La Cancillería de ese país esperaba que la nueva mandataria diera un giro a la postura expresada por Piñera, quien congeló las conversaciones después de que Bolivia interpuso el libelo.

En ese sentido, en Bolivia recuerdan que Morales recibió varias advertencias y recriminaciones en orden a que, al interponer la demanda, Chile congelaría el diálogo que La Paz: en 2006, Bachelet había aceptado incluir por primera vez, de manera oficial, el "tema marítimo" en la agenda. Un hito de la oposición interna en La Paz: a mediados de 2011, luego de que Morales anunciara su plan de ir a La Haya, un grupo de ex cancilleres hizo ver sus aprensiones al mandatario, en una reunión privada en Palacio Quemado.

En este contexto, tanto en Chile como en Bolivia han comenzado a discutir qué pasará con todos los otros temas en la agenda bilateral, ahora congelada. "En Bolivia, el grupo de expertos, los agentes, el gobierno, todos han estado preparando una demanda sólida. Ahora bien, yo creo mucho más en la negociación, como ocurrió en el acuerdo de Charaña", dice el ex canciller boliviano Armando Loayza.

En los últimos meses, Chile ha enviado varias notas diplomáticas a La Paz invitando a activar mecanismos de cooperación en materia de control fronterizo, lucha contra el narcotráfico, libre tránsito y seguimiento del Acuerdo de Complementación Económica. Invariablemente, la respuesta ha sido la necesidad de convocar al Mecanismo de Consultas Políticas, liderado por los vicecancilleres, suspendido en 2010 y que tiene en su agenda oficial el "tema marítimo".

En todo caso, varios en Santiago y La Paz creen que este congelamiento debería terminar en los próximos meses. Al menos, para abordar materias de cooperación. "Los transportistas bolivianos, por ejemplo, se quejan ante el consulado chileno por varios problemas que podrían solucionarse a través del diálogo entre ambos países. La presión irá incrementándose y Morales deberá reaccionar", dicen un diplomático chileno.

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