En entrevista con La Segunda, los candidatos a presidir la colectividad hablaron sobre el nuevo camino que debe tomar el partido, la influencia de Carlos Larraín y de la opinión que cada uno tiene de su adversario.
Para Cristián Monckeberg, la centroderecha "tiene que hacer un F5", es decir, "hay que refrescar el sector". Y para ello plantea impulsar la vocación de centro de RN, reconquistar a quienes dejaron de votar por el partido y recuperar la política de las ideas. En esto último, señala que "ese fue uno de los déficits del gobierno de Piñera".
Desde ya, advierte que en el tema de la reforma constitucional, "espero que nadie se arranque con los tarros, ni en RN, ni en la UDI, ni en los dos nuevos movimientos", aludiendo a Amplitud y Evópoli.
El diputado por Las Condes también habla aquí de su relación con Carlos Larraín y responde a las críticas de quienes lo acusan de haber dado un giro hacia el "larrainismo".
-¿Cómo ha estado la campaña?
-Con mucho contacto con los militantes y dirigentes de base, donde he visto un ambiente muy favorable a nuestra opción.
-¿Se ha puesto más interesante desde que se supo que Francisco Chahuán es candidato?
-Bienvenida sea la competencia. En RN estamos acostumbrados a votar, y cuando uno gana en las urnas, la opción se valida mucho más.
-¿Competencia, más que consenso?
-Lógico, competencia.
-Para algunos, aquí se da la paradoja de que usted, que es cercano al mundo "liberal", sea el candidato del "larrainismo".
-Nuestra propuesta es institucional, no de facciones. Hace tiempo que me convencí de que el partido requiere una conducción institucional que exceda los personalismos y que promueva fuertemente los liderazgos internos.
-¿Ya conformó su lista?
-La idea es tener un equipo de diez personas. Hasta el momento, tenemos para las vicepresidencias al ex subsecretario Alfonso Vargas, al alcalde Felipe Guevara, a la diputada Paulina Núñez, y en la secretaría general, a Mario Desbordes. Son muchas más las personas que quieren sumarse, y mi idea es que a cada una le demos un rol muy específico.
-¿Ha cambiado su relación con Carlos Larraín? En algún momento usted dejó la directiva por desacuerdos internos.
-Tengo la mejor impresión de Carlos. El se ha esforzado en hacer una buena gestión, aunque como todo presidente de un partido, tiene aciertos y errores. Pero hay algo innegable: el que Sebastián Piñera llegara a ser Presidente de Chile tuvo un fuerte impulso en la labor de Carlos. Como también contribuyó Hernán Larraín desde la UDI.
-O sea, ustedes han aprendido a entenderse.
-Estoy en RN porque existe mucha diversidad y una cierta matriz común. El entendimiento para mí es básico, y con Calos Larraín tengo buenas relaciones y hartos abrazos. Lógicamente, nos hemos aprendido a entender.
-Usted era muy cercano a los diputados que se fueron de RN, ¿qué piensa de ellos?
-Capítulo cerrado. Siempre en los proyectos nuevos, uno les desea la mayor de las suertes.
-¿Están rotas las relaciones con Amplitud, en términos políticos?
-Somos muy pocos los parlamentarios opositores y, por lo tanto, tenemos que hacer esfuerzos por entendernos día a día o, sino, nos van a pasar la aplanadora. Aspiro a que tengamos un mínimo común denominador, y eso, a mi juicio, está enmarcado por las normas de quórum, como en la reforma constitucional. Ahí espero que nadie se arranque con los tarros, ni en RN, ni en la UDI, ni en los dos nuevos movimientos.
-Las quejas de algunos en RN es que Amplitud le dice que sí en todo al gobierno de la Nueva Mayoría.
-Las decisiones que vaya tomando cada parlamentario tiene sus consecuencias, y yo en este minuto tengo que responder por lo que hagan los de RN.
-¿Qué piensa de la decisión de su partido de trabajar con la UDI, y no con Amplitud y Evópoli?
-Hoy hay muchas heridas abiertas que hay que dejar que sanen. En el futuro aspiro a una coalición amplia, donde todos jueguen su rol y donde también estén presentes las lealtades en el sector.
-¿Qué línea tomará en este tema, si gana la presidencia de RN?
-Estoy decidido a conducir políticamente a RN y a conformar una coalición amplia, donde cabemos los que tenemos ideas comunes y actuamos en consecuencia. No me cabe la menor duda de que eso lo vamos a lograr con la UDI, Evópoli, Amplitud y con varios más.
-¿Qué diagnóstico tiene de la centroderecha?
-El modelo de la centroderecha chilena está bastante agotado, en muchas ocasiones es muy «ochentero»... Hay que refrescarlo, actualizarlo. A nuestro sector hay que hacerle un F5. RN es un partido de derecha, pero con vocación de centro; tenemos que captar al electorado independiente que confió en nosotros y que hoy no está. También debemos tener vocación de mayoría. Por años hemos estado atrincherados en el Congreso, defendiendo ciertas cosas.
También debemos avanzar y tener una vocación política. En nuestro sector reinó el "cosismo", dejamos de lado la política y muchas veces dejamos de lado a las instituciones. Debemos recuperar la política de las ideas.
-Esa crítica se hizo desde RN al gobierno de Piñera.
-Ese fue uno de los déficits del gobierno de Piñera.
-El conductor político era él. ¿Entonces fue el responsable?
-Siempre lo he dicho, las responsabilidades son compartidas. Ese debate lo cerramos en enero. Hoy hay que construir unidos para recuperar el gobierno.
-Y el "cosismo" fue el estandarte de la UDI en su momento...
-Voy a parafrasear a don Francisco Bulnes: la política del "cosismo" mata a los partidos y a las instituciones republicanas. Y yo agrego que lo que ocurrió fue una triste historia que diseñó el relato de la centroderecha durante tantos años.
Por último, quiero decir que debemos tener vocación democrática. Creemos firmemente en la democracia, pero hay que profundizarla. Por eso propongo que nuestras candidaturas a alcaldes sean resueltas por primarias.
-¿Debe ser RN el «partido bisagra» en la oposición?
-En el sector hemos actuado más bien como coalición electoral y no política. El veto ha reinado desde la UDI hacia nosotros. El afán de coincidir nos ha bloqueado como sector; debemos avanzar a una coalición amplia, donde se debata y no sea drama disentir. Donde el veto quede en el baúl de los recuerdos, donde cada uno lleve sus propuestas. En ese contexto, RN siempre estará dispuesta a dialogar con el gobierno, y siempre servirá de puente para llegar a buenos acuerdos para el país.
-¿Es partidario de primarias para dirimir el candidato presidencial del sector?
-Por supuesto, es lo más democrático. Ya tenemos varios buenos nombres que se tienen que perfilar, como Andrés Allamand, Manuel José Ossandón, Sebastián Piñera, Alberto Espina. Soy un convencido de que si llegamos de nuevo al poder, lo haremos tras un militante RN.
-¿No ve a un UDI con esa posibilidad?
-Me cuesta encontrarlo.
-¿Cuál es su candidato en RN?
-Un presidente de partido debe velar por que tengamos fuertes y potentes liderazgos que potencian a RN y que permitan que tengamos buenas cartas para dirigir al país.
-¿Piñera tiene que volver a RN para ser candidato del partido?
-Piñera es del ADN de Renovación, y son decisiones personales que él debe adoptar. Nosotros siempre hemos estado abiertos a candidaturas de militantes independientes. Lo importante es que se refleje el ideario de RN.
-Carlos Larraín dijo que Piñera no es militante, por lo que no es relevante lo que piense de la interna de Renovación.
-El destino del partido es resorte de los militantes, pero siempre son bienvenidos los consejos. Mi madre permanentemente me aconseja y no es militante.
-Frente a la intención del ex Jefe de Estado de que usted lleve "piñeristas" en su lista, Larraín replicó que "puede pedir lo que quiera..., pero otra cosa es que le hagan caso".
-Esa es opinión del presidente de mi partido.
-¿Y qué opina de su contendor, Francisco Chahuán?
-Tengo la mejor opinión de él... Como militante y como parlamentario.
-Le pregunto como aspirante a la presidencia de RN.
-Obviamente, me prefiero a mí.
-¿Por qué cree que se debe eliminar el apoyo al golpe de 1973 en la declaración de principios?
-La declaración de principios requiere de una reformulación, porque fue hecha en un contexto histórico muy distinto al actual, y está marcada por eso. Se redactó aludiendo a la situación histórico-política que vivía el país. Pienso que las declaraciones de principios no deben aludir a contextos históricos, sino que a valores y principios que son permanentes.
-Pero mucha militancia RN se identifica con el "11".
-El partido tiene distintas vertientes: liberales, conservadoras, pinochetistas, radicales, agrariolaboristas y otros. Todos hemos sabido convivir en paz, y ese es el activo de RN. Esto no es contra nadie, sólo es una actualización. Pretender reducir la discusión de la declaración de principios a una fecha histórica del país no es lo adecuado; lo excede en mucho.
Francisco Chahuán sorprendió con su candidatura a la presidencia de RN y lo hizo más aún, cuando apareció apoyado por dos ex ministros (Bruno Baranda y Cecilia Pérez) y por el ex asesor presidencial José Miguel Izquierdo.
En todo caso, el senador por Valparaíso niega que Sebastián Piñera esté detrás de su postulación. Al tiempo que busca marcar contrastes con Cristián Monckeberg.
-Su prioridad son descentralización y regionalización. ¿Y el cambio a la declaración de principios de RN?
-Lo primero es definir qué tipo de partido queremos construir, y eso pasa por saber cuál es el máximo común denominador: cómo podemos potenciar la diversidad interna y recuperar el sello identitatario que tuvimos en la transición. Queremos ser el partido que defiende a la clase media, a los más desposeídos, el partido de la descentralización, de la defensa de los derechos ciudadanos y del perfeccionamiento del sistema político.
Tenemos un borrador de propuesta para la declaración de principios, y también somos partidarios de iniciar una discusión para el cambio de los estatutos. En esto queremos darles mayor participación a las minorías, incorporándolas a las vicepresidencias.
-¿Está entre quienes quieren sacar el respaldo al golpe de 1973?
-Sin desconocer la historia, somos partidarios de una declaración de principios que mire hacia el futuro. Habrá que ponerse de acuerdo.
-¿Cómo van la campaña y la suma de adhesiones?
-Mi campaña ha ido en ascenso, con mucha adhesión de gente de la base y de regiones. En esa línea, una de las reformas estatutarias que impulsaremos será la inhabilidad para que los parlamentarios ocupen cargos de representación territorial, salvo la directiva nacional. Eso dará tiraje a la chimenea y transferirá el poder a la militancia.
-¿Conformó su lista?
-Va a ser un equipo amplio. Ya están para vicepresidencias Bruno Baranda, Pablo Galilea, Percy Marín, Catalina del Real, José Miguel Izquierdo, Luis Plaza, y en la secretaría general, Catalina Parot. El jefe de campaña es Baldo Prokurica.
-¿En qué momento decidió ser candidato a la presidencia de RN?
-Fue en los últimos días de enero, cuando llegamos al convencimiento de que había que generar la capacidad para levantar un proyecto colectivo por sobre los individuales que estaban sobre la mesa. Eso fue en una conversación con Carlos Larraín y Baldo Prokurica.
-¿Larraín le dijo que le daba su apoyo?
-No, dijo que había que buscar una lista que pudiera representar el pensamiento del partido para los próximos años.
-Al principio, su nombre circulaba para una lista de consenso. ¿Por qué no fructificó esa opción?
-Es muy importante entender que RN necesita debatir internamente, encontrar el máximo común denominador y diseñar el proyecto colectivo que nos permita mirar hacia adelante. Y es muy importante que dicho proyecto se legitime por la vía electoral. Esto ha llevado a que se inscriban 2.000 nuevos militantes.
-¿Ni una posibilidad de bajarse?
-Ninguna. Estoy en campaña para ganar, y por supuesto que incorporaremos al equipo de Cristián.
-¿Qué opinión tiene de su contendor?
-Muy buena. Hemos compartido en lo humano y en lo político. Sin lugar a dudas, ha sido un aporte, y juntos somos parte de la mesa que encabeza Carlos Larraín.
-¿Por qué cree que usted le puede ganar?
-Porque interpreto mejor a las bases y a las regiones. Tengo experiencia comunal, distrital y regional. Conozco la realidad regional. Desde los 14 años he trabajado en sectores vulnerables de mi comuna. He crecido políticamente desde la calle y sectores populares.
Otro elemento diferenciador con Monckeberg es que a mí en política nadie me ha regalado nada: gané a Gonzalo Ibáñez, que era tercera mayoría nacional, y a Joaquín Lavín, dos veces candidato presidencial.
-Pero Monckeberg ha reunido los apoyos del "larrainismo", de Allamand y Ossandón.
-La mía va a ser una directiva sin tutelaje de ninguna especie, que no va responder a ningún liderazgo interno del partido, sino más bien al proyecto colectivo que queremos construir.
-¿En qué momento usted se acercó a Piñera?
-No he tenido ningún contacto con el ex Presidente Piñera, salvo que le expresé que iba a ser candidato. Eso se lo dije al día siguiente de cuando dejó el gobierno, cuando hizo una actividad de cierre en su casa. El me respondió que lo conversáramos en algún minuto, pero eso no se ha producido.
-¿Le gustaría concretarlo?
-Más allá de eso, estoy convencido de que lo importante es recuperar nuestro proyecto político como partido. Pienso que en esta elección interna no tenemos que adelantar el debate presidencial. Lo urgente es definir el tipo de partido que queremos. Otra cosa importante es cómo empezamos a formar los cuadros para la elección municipal y de intendentes.
En este plano, la primera gran batalla que daremos será la de las ideas: hacer un esfuerzo para generar criterios comunes entre los partidos de la Alianza y el resto de los movimientos que aspiran a ser coalición.
-¿Cómo se debe elegir al candidato de la Alianza?
-En su momento, el partido deberá dar garantías a todos los candidatos, con primarias abiertas a sus militantes para tomar las decisiones, pero cuando sea el momento.
-¿Piñera puede participar sin ser militante?
- No voy a caer en la trampa de que esta elección interna se convierta en una antesala de la presidencial.
-¿Usted se considera cercano al ex Presidente?
-Me siento orgulloso de haber formado parte de la coalición de gobierno.
-¿Qué les dice a quienes sostienen que usted ha sido "larrainista" y ahora está con el piñerismo?
-Esa es una caricatura de aquellos que quieren o pretenden que en esta elección se resuelvan temas que no deben resolverse ahora. Por ejemplo, adelantar el liderazgo presidencial. No voy a caer en la trampa. Todos saben lo que pienso, quién soy, de dónde vengo. Yo he acompañado a Carlos Larraín por ocho años en la vicepresidencia del partido. Pretender conversiones de última hora es una mala intención. Si gano, este no va a ser el partido de Piñera, ni tampoco de algún otro liderazgo que quiera capturar el partido. Este va a ser el partido con espíritu refundacional.
-¿Qué rol jugó el ex Presidente Piñera en su decisión de postularse?
-Ninguno.
-¿Cómo es su relación con Larraín?
-Muy buena. En su gestión como presidente de RN, ha sido capaz de llevar a un hombre de nuestras filas a La Moneda . Lo considero un amigo y que ha entregado sus mejores años al servicio de una causa.
-Se dice que él está muy sentido con usted...
-Difícil, porque la relación nuestra es óptima. Hay gente que pretende trasmitir eso, pero no es verdad.
-¿Cómo debe ser la relación de RN con Amplitud?
-Hay que trabajar criterios comunes, poniendo siempre las ideas por delante. Debemos ser capaces de ampliar la Alianza.
-¿No le molestaría que ellos voten proyectos emblemáticos junto al gobierno de la Nueva Mayoría?
-Primero, hay que hacer el esfuerzo de buscar criterios comunes.
-La comisión política de su partido dijo otra cosa.
-Aspiro a liderar a RN y quiero que seamos capaces de generar acuerdos en proyectos de ley importantes.
-¿Por qué sostiene que su candidatura es tan diferente a la de Monckeberg?
-La Alianza no puede seguir siendo gobernada desde Santiago. El centralismo que ha afectado a la política chilena debe cambiar, y en ese campo yo deseo ser un aporte. Por mi origen y mi trabajo creo que puedo hacerlo. Es distinta una visión que se tenga si uno mira desde Las Condes a una que se posea si uno ha crecido en regiones. Yo quiero asimilarme a la postulación de Víctor Pérez en la UDI, que al igual que yo, representa el poder de las regiones y desafíos electorales importantes.
-¿Tienen visiones parecidas de la política?
-Yo represento, al igual que Víctor, a la clase media y tenemos una visión distinta a la existente a cómo construir nuestros respectivos partidos. Mis padres fueron los primeros profesionales en sus respectivas familias.
-¿Se ha contactado con él?
-Hemos conversado con Víctor que simbolizamos algo distinto. El estudió en liceo fiscal, y yo fui el primer parlamentario de centroderecha de origen árabe, tanto en la Cámara como en el Senado. No somos parte de las 100 familias de Chile.