Un acta de tres páginas y cartografías oficiales -a las que accedió La Segunda- fue el resultado del trabajo técnico entre ambos países, para acordar la ubicación del nuevo límite establecido por la corte de La Haya.
Un acta de tres páginas y dos cartografías. Escasos quizás en extensión, dichos documentos -hasta ahora inéditos- grafican el primer acuerdo oficial, completo y definitivo alcanzado entre Chile y Perú sobre la extensión y ubicación exacta de la frontera marítima.
El dossier, al que tuvo acceso La Segunda, es fruto de los casi dos meses de trabajo entre los equipos técnicos de ambas Cancillerías, con el objetivo de implementar el nuevo límite definido por la corte de La Haya en su sentencia del pasado 27 de enero.
La reunión final de dichos equipos técnicos se produjo el 25 y 26 de marzo. Según el acta de la cita, las delegaciones fueron encabezadas por la directora de Fronteras y Límites de Chile, María Teresa Infante, y el director de Soberanía, Límites y Asuntos Antárticos de la Cancillería peruana, Nicolás Roncagliolo.
Ambos, dice el documento, "constataron con satisfacción que se cumplió a cabalidad la programación de los trabajos conjuntos de campo y de gabinete" previstos.
El acta incluye, así, una tabla con la latitud y longitud exacta de puntos de referencia identificados en la costa. Así como de los puntos A, B y C, vértices del nuevo límite marítimo, y de sus seis puntos intermedios (ver tabla).
Van acompañados de dos cartografías oficiales, las primeras que grafican la nueva frontera marítima y que fueron aceptadas por ambos países. La cartografía 1 incluye las tablas con coordenadas detalladas en las actas (ver mapa).
Hasta el 27 de enero, Chile consideró como límite un paralelo que comenzaba en la costa y se extendía desde ahí 200 millas mar adentro. Perú, por su parte, pedía trazar una línea equidistante desde la costa, inclinando la línea hacia el suroeste. La Haya, finalmente, zanjó un camino alternativo, considerado en Santiago como "salomónico": en la nueva frontera, el paralelo defendido por Chile acortaría su extensión, para llegar sólo hasta la milla 80, y desde ese punto se debería trazar una línea inclinada hacia el suroeste, equidistante desde ambas costas, como la que pedía Lima.
Esta nueva delimitación, explican en ambos países, significó la pérdida para Chile de cerca de 22 mil kilómetros de territorio marítimo, que quedó en manos de Perú.
Tras la sentencia, ambos gobiernos acordaron un cronograma que incluyó que misiones de ambos países viajaran al norte de Chile para identificar puntos de referencias que posteriormente permitieran establecer la ubicación de la línea equidistante. Días después, se hizo lo mismo en la costa del sur peruano.
Según las autoridades peruanas, esta acta y estos mapas deberían ser inscritos por ambos países ante Naciones Unidas, oficializando la nueva frontera acordada.
Sin embargo, desde Chile se explica que esto sólo podría ocurrir luego de que ambos países ejecuten de manera completa la sentencia de La Haya. Vale decir, resta que Lima adecue normas internas, en concordancia con el derecho internacional, respetando el derecho de libre tránsito marítimo y aéreo de terceros países.
Aunque Lima se ha negado a cambiar su Constitución Política, desde Chile se ve con inquietud el concepto de "dominio marítimo", incluido en la carta fundamental limeña, que establece soberanía exclusiva peruana en toda la extensión de su territorio marítimo. Esto, según los análisis chilenos, bloquearía el libre tránsito de terceros países.
Por lo mismo, el canciller Heraldo Muñoz ha pedido a las autoridades limeñas ajustar sus normas. Esto, además, mantiene congelada la realización de un "2+2", que reúne a ministros de RR.EE. y Defensa de ambos países.
