Su último acto de presencia en La Moneda duró menos de una hora. Llegó este martes a las 9.12 con su esposa, recibió los honores de la Guardia de Palacio y, como nunca, se dio el tiempo para estrechar la mano de sus integrantes allí formados, uno por uno. En el Patio de los Cañones ya lo esperaban la alfombra roja y todos sus ministros -que habían llegado por goteo desde las 8.35 horas-, listos para tomarse la foto oficial de despedida y cerrar de una vez las últimas escenas de Sebastián Piñera en el poder.

Pero aunque para entonces todavía le quedaban casi tres horas con la réplica de la piocha de O'Higgins colgando de la banda tricolor de seda -que le encargaron a Francia hace un par de años-, la avanzadilla de Michelle Bachelet ya había ingresado a Palacio. Cerca de las 8.15, el ahora ex director administrativo de la Presidencia, el RN Aldo Sabat, le había entregado su despacho y hasta las llaves a su sucesor: Cristián Riquelme, quien este martes retomó el mismo puesto que había dejado el 11 de marzo del 2010.

Ajeno a esos detalles, Piñera entró con paso solemne a enfrentar la enorme tarima en que lo esperaba su gabinete. Tras la foto con ellos vino otra junto a sus subsecretarios, y ahí Piñera no aguantó las ganas de repetir una vez más la broma que circula desde el viernes pasado. "Vamos a tener una bilateral con el subsecretario del Interior", le dijo a su brazo derecho Andrés Chadwick, en referencia al PS Mahmud Aleuy, desde el viernes en ese cargo.

Luego, Piñera se reunió con su gabinete en su despacho por última vez. Fueron sólo 30 minutos clavados, y a las 9.54 bajó a dar un breve discurso de despedida, que cerró deseándole suerte a Bachelet y lanzando una frase que alegró a quienes en su sector lo quieren de vuelta -a la salida había un grupo de cinco personas con carteles pidiéndole que "vuelva el 2017"-, y que lo aplaudieron a rabiar: "Ustedes saben que la vida siempre nos da nuevas oportunidades así que, hay vida más allá de La Moneda y nuestro compromiso con Chile está más fuerte, más entusiasta y más firme que nunca".

Tras ello Piñera cumplió con lo que quedaba el ritual y salió a las 10.03 por la puerta Moneda, recibió los honores militares y se retiró rumbo a Valparaíso, dejando tras de sí una estela de funcionarios emocionados, no pocos con los ojos enrojecidos.

El ciclo se cerró definitivamente a las 11.17, cuando entraron los primeros funcionarios de la nueva administración, partiendo por cinco integrantes del equipo del nuevo ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo: su jefe de gabinete Felipe Barnechea y otros cinco asesores.