La periodista y quien fue una de las asesoras más influyentes en la primera administración bacheletista, María Angélica Álvarez, se distanció del equipo cercano de la Presidenta electa y desde el balotaje.
"Ella viene ocasionalmente", responde al otro lado del teléfono la secretaria de la Fundación Dialoga, frente a la pregunta de sí María Angélica "Jupi" Álvarez retomó sus funciones de coordinadora en dicho recinto, cargo que ocupó hasta abril del 2013 cuando Michelle Bachelet regresó al país para enfrentar la elección presidencial que ganó y que la llevará por segunda vez a La Moneda.
Y es que desde que Bachelet ganó la segunda vuelta, la periodista no ha vuelto a Tegualda y se ha mantenido al margen del proceso de designaciones que realizó la Mandataria electa durante el mes de enero.
De hecho, los pocos inquilinos que actualmente acuden a la casona ubicada en el barrio Italia no se atreven a comentar sobre la ausencia de la "Jupi" en esta etapa y algunos afirman que es posible que no asuma ningún cargo en el nuevo gobierno, pese al importante rol que jugó en la campaña como responsable del equipo de Avanzada, tarea que ya había ejercido durante el gobierno anterior de la líder de la Nueva Mayoría, en el llamado "Segundo Piso" de Palacio.
Según trascendió, pese a la estrecha amistad que mantiene con Bachelet y a su rol en el comando de campaña, la "Jupi" comenzó a ver con distancia la idea de regresar a La Moneda a un nuevo período de gobierno.
Sin embargo, otro de motivo que selló su alejamiento fue las diferencias que tuvo en la última etapa de la campaña con la ex jefa de prensa de Bachelet y que esta semana fue designada como Directora de la Secom, Paula Walker.
Fuentes del ex comando afirman que desde que Walker volvió a Chile junto a Bachelet -estuvo en Nueva York trabajando con la entonces ex Mandataria en ONU-Mujeres- tuvo roces con la "Jupi", porque ésta había asumido la preparación del aterrizaje de la líder de la Nueva Mayoría, conformando incluso un grupo de trabajo para enfrentar la campaña.
Precisamente fue ese hecho lo que generó los primeros roces entre ambas, ya que Álvarez seguía actuando con plenos poderes de manera paralela a Walker. Diferencias que se fueron instalando pese a que ambas habían actuado de manera coordinada cuando tuvieron discrepancias con el entonces Director de la Secom y hombre fuerte de La Moneda, Juan Carvajal.
Quienes trabajaron en el ex comando afirman que la tensión entre ellas se hizo evidente al punto que Walker habría cuestionado los puntos de prensa que el equipo de avanzada liderado por la Jupi preparaba para las distintas actividades de Bachelet.
Incluso algunos ex inquilinos de Tegualda afirman que, durante la segunda vuelta, Walker y la Jupi tuvieron una fuerte discusión.
De todas maneras, la noche del triunfo en segunda vuelta la periodista acudió al Hotel San Francisco y fue ahí donde confidenció a algunos asistentes que no seguiría a la Mandataria electa hasta La Moneda.
Álvarez fue contactada por La Segunda, pero sólo dijo que prefería no realizar comentarios. En tanto, no fue posible obtener una versión de Paula Walker.
Cercanos a la "Jupi" dicen que la periodista expresó esa noche que estaba cansada y que no quería volver a vivir la vorágine que significa estar en un gobierno, pero sí admitió que sí Bachelet se lo pedía, la ayudaría nuevamente.
Aunque para muchos la llegada de Walker a la Secom implica que la Presidenta electa inclinó la balanza hacia su ex jefa de prensa, para otros el distanciamiento de la "Jupi" del futuro gobierno le permitirá estrechar con mayor libertad los lazos de amistad que tiene con la Presidenta electa, a quien conoce desde que ambas trabajaban como asesoras en el ministerio de Salud bajo la administración de Carlos Massad.
"Al no estar en La Moneda, ahora tendrá la libertad que da la amistad para acercarse y decir las cosas", afirma un amigo de la "Jupi".
Álvarez forma parte del íntimo círculo de amigas de Bachelet, conocido como las "Bachemelenas". El grupo está integrado por María Estela Ortiz, su hermana María Luisa Ortiz, Rosa María Verdejo, Sandra Correa y María Eugenia Rojas. Con estas últimas, comparte un terreno en el lago Caburga desde principios de los 90, donde cada una tiene una casa de veraneo. De las mencionadas, además de Álvarez, Ortiz tuvo un activo rol durante la última campaña presidencial, sumándose al trabajo del programa de gobierno.
