Dos bajas para la jornada de despedida que el Presidente Sebastián Piñera tendrá en la víspera de entregar el poder se estarían registrando entre los dignatarios extranjeros invitados a la ceremonia de traspaso de mando en el Congreso. Ello, mientras los intensos preparativos para todo el proceso que involucra a las delegaciones visitantes, que se extenderá entre el lunes 10 y el martes 11, sigue a la espera que confirmen su viaje a Chile personeros como el Presidente de Bolivia, Evo Morales.

Según trascendió, se trata de las gobernantes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Costa Rica, Laura Chinchilla. La primera ya no llegará a Santiago el 10, como se esperaba inicialmente, sino que el mismo día 11, directamente al acto en el Parlamento. Chinchilla, en tanto, habría notificado ayer que definitivamente no vendrá a ninguna de las actividades, y que enviará a un representante en su lugar.

De concretarse lo anterior -y salvo que no se produzcan cambios de última hora-, ninguna de ambas estará presente en la maratónica jornada de "despedida" de Piñera con sus pares extranjeros, que comenzará a las 9 horas del día 10 con una ronda de bilaterales, que continuará pasadas las 18 con saludos protocolares, y que rematará esa misma noche en La Moneda con una cena para más de 200 invitados.

Chinchilla, incluso, estaba en la lista de gobernantes que había solicitado una bilateral con Piñera para el 10 en la mañana. En forma simultánea, Michelle Bachelet también sostendrá una serie de bilaterales -en la Academia Diplomática-, y los visitantes pueden solicitar reunirse tanto con ella como con el mandatario saliente.

Además de estos casos, persiste la incógnita respecto de Evo Morales, que en las últimas semanas ha intercambiado duras críticas con Piñera en el marco de la demanda marítima boliviana ante La Haya. En círculos políticos opositores se cree que si, finalmente confirma, tal vez siga la misma línea de la mandataria brasileña, y se reste de las actividades del día 10 con Piñera.

Además en Santiago existen serias dudas de que asista el mandatario venezolano, Nicolás Maduro. Si bien éste ya había confirmado su asistencia, la compleja situación política y social en su país, con fuertes y violentas protestas, deja la incógnita respecto a si enviará en su lugar a un delegado.

Maduro, además, intercambió críticas con Piñera a propósito de las manifestaciones en Caracas, enrostrándole las protestas estudiantiles del 2011.

También seguiría en duda la presencia del mandatario cubano, Raúl Castro, quien ya visitó Santiago en noviembre de 2012 durante la Cumbre Celac-UE, y ambos volvieron a encontrarse en La Habana hace algunas semanas.

Lejanía con Rousseff

De no mediar alteraciones en el cambio de agenda de Rousseff, en los hechos ello sería el corolario de la compleja relación que han sostenido Santiago y Brasilia en los últimos años, la que ha sido más bien tibia y distante si se considera que ambos países son aliados históricos y naturales.

La ausencia de Chinchilla, en tanto, es en cierta forma más sorpresiva. La mandataria costarricense asistió a la última cumbre de la Alianza del Pacífico en Colombia, donde firmó la adhesión al pacto que integran México, Colombia, Perú y Chile.