"Cristián Monckeberg es un buen nombre, pero también lo es Francisco Chahuán", opina acerca de su par de bancada y tío el diputado RN, Nicolás Monckeberg, dejando en evidencia que, por ahora, no tiene a un favorito para presidir la mesa directiva que reemplazará al senador Carlos Larraín en el partido, definición que saldrá de las próximas elecciones internas del 31 de mayo.

A juicio de Nicolás Monckeberg, "RN ha perdido gran parte del tiempo en conflictos internos, luchas de poder y divisiones innecesarias. Algunos creerán que todo esto se soluciona a partir de la elección de la nueva mesa directiva, pero esto es solo el comienzo de un proceso de refundación indispensable".

-¿Por dónde deberían ir los cambios?

-RN fue un partido que nació para promover el diálogo en un momento en que el país estaba polarizado. Nació para tender puentes desde la oposición con el gobierno y promover la tolerancia. Esa capacidad de anticiparse a los tiempos que tuvo RN hoy no existe y debemos moralmente recuperarla.

-Varios apoyan la opción de Cristián Monckeberg en la cabeza del partido, apelando a la necesidad de renovación de liderazgos.

-Comparto que RN, para volver a conectarse con la gente, necesita renovar sus liderazgos, pero también renovar las ideas. Cristián Monckeberg es un buen nombre, pero también lo es Francisco Chahuán. Aquí lo importante es darnos cuenta de que para poner de pie a nuestro partido no basta la discusión absurda de quién encabeza una lista: si los «larrainistas», «allamandcistas» o «piñeristas». Llegó la hora de hacer una verdadera autocrítica e identificar un proyecto colectivo que nos una a todos.

-Entonces usted no tiene a un candidato definido.

-Es prematuro apoyar opciones antes de que incluso se confirmen las listas o se conozcan los proyectos.

"Una mesa independiente de aspiraciones presidenciales"

-Cristián Monckeberg planteó que una lista de consenso quedó descartada. ¿Se inclina por llegar a un consenso o competencia?

-Ninguna de las dos tienen sentido, si no le ponemos contenido. No tiene sentido que compitan dos candidatos sin saber qué los diferencia uno de otro. Y llevar toda la crisis a una mesa de consenso que sólo lleve la paz de los cementerios al partido, pero que no ponga a RN de pie en un proyecto común, es sencillamente eternizar nuestro problema. Además, la mesa de RN debe ser lo suficientemente independiente de aspiraciones presidenciales. .

-¿Allamand y Ossandón deberían restarse de integrar una directiva?

-No necesariamente. Lo primero que deben entender quienes aspiran a presidir el país es que ellos mismos deben priorizar los proyectos colectivos a los personales, independiente de que estén en la mesa. Si un candidato no entiende eso, mal podría gobernar el país.

-Algunos han adelantado que podría haber competencia de dos listas: una encabezada por Monckeberg y otra por Allamand .

-Nunca he escuchado ese escenario, pero no me parece sano hablar de nombres, porque hay muchos.

-Hay quienes plantean que Monckeberg tendrá que negociar con el sector de Larraín para liderar una mesa. ¿Perdería independencia en ese escenario?

-En esa disyuntiva RN se juega su futuro, porque lo que RN necesita hoy es una conducción con independencia y autonomía. No sacamos nada si seguimos conectados a respiradores artificiales que condicionan la vida del partido a los liderazgos o caudillismos. RN necesita una conducción con peso propio.

-Si usted considera que ese "peso propio" no se consolida, ¿aún evaluaría irse del partido?

-Haré todo el esfuerzo personal y colectivo para que nuestro partido vuelva a ser lo que fue en el pasado. Si logramos triunfos de la relevancia social y política como el de Manuel José Ossandón en Puente Alto o como los de Cerro Navia o Temuco, podremos ser identificados como un gran partido de derecha popular.