Dirigentes opositores cuestionaron tanto la oportunidad del anuncio -involucrando a Bachelet y traspasándole la decisión definitiva- como el fondo de la determinación, en la que ven más riesgos que oportunidades. Desde la Alianza defendieron al Mandatario.
"Este se firmó el año 48, pero fue ratificado por Chile el año 67 y le da a la corte de La Haya competencia para los temas que surjan después del año 48 y Chile tendrá que evaluar si se mantiene o se retira del Pacto de Bogotá (...) Es un tema que hemos conversado con la presidenta electa Michelle Bachelet", dijo Piñera la noche de este domingo a TVN.
La discusión sobre permanecer en el Pacto de Bogotá se abrió después del fallo de La Haya sobre el litigio con Perú, que fue considerado "arbitrario" por varias autoridades chilenas. Esto pues si bien se reconoció la existencia de acuerdos previos entre ambos países que validaban el paralelo limítrofe defendido por Chile, la corte decidió reducir este paralelo de 200 a 80 millas, para desde ahí trazar una línea equidistante -en línea con la tesis peruana-, que entregó a Lima cerca de 22 mil kilómetros cuadrados de mar que eran chilenos.
En ese momento, el canciller designado por Bachelet, Heraldo Muñoz, dijo que este había que ver "los pro y los contra" de retirarse del pacto.
Sin embargo, las críticas surgidas ahora apuntan tanto a la oportunidad del anuncio de Piñera como a los efectos negativos para Chile.
Así, el ex canciller Juan Gabriel Valdés indicó que "una decisión de este tipo no puede ser anunciada de manera tan liviana. Estas decisiones son reflexionadas y conversadas en el marco de la discreción que requieren los temas diplomáticos", dijo el ex ministro de RR.EE.
A su turno, el timonel del PS, Osvaldo Andrade, afirmó que "es una mirada provinciana de ver las cosas. Uno cuando se somete a un tribunal se somete y asume sus consecuencias, se puede ganar, se puede perder o se puede ganar parcialmente (...) Me suena un poco a la vieja monserga de que cuando en el juicio me va mal la culpa siempre es del tribunal".
Mientras, el timonel subrogante de la DC, Fuad Chahín, aseguró que "una cosa que ha prestigiado a nuestro país es que cree en la institucionalidad internacionales, que se apega al derecho internacional. No sería una buena señal que, con ocasión del fallo, se cambie una política permanente del país".
Más allá de la señal que se da ante la comunidad internacional, en la Nueva Mayoría creen que los riesgos son mayores que las consecuencias positivas. Por ejemplo, dicen algunos, que Chile se retire del Pacto de Bogotá podría ser mal recibido por la corte de La Haya, cuando aún está en tramitación el juicio iniciado por Bolivia contra Santiago por una salida al mar.
Además, al realizar el trámite para retirarse del Pacto, esto sólo se concreta un año después, por lo que queda todo ese período para que otros países inicien demandas contra Chile.
En ese contexto, el ex canciller Valdés señaló que "retirarse del Pacto de Bogotá puede tener efectos positivos, pero no hay dudas de que puede traer también situaciones delicadas. No sólo está pendiente la demanda de Bolivia ante el mismo tribunal, sino que además la denuncia no se hace efectiva hasta un año después".
A su turno, el presidente de la comisión de RR.EE. de la Cámara baja, diputado Gabriel Ascencio (DC), indicó que "es muy perjudicial para la imagen de nuestro país" salirse en este momento del Pacto. "No hay que actuar como el 'picao', que porque no le satisfizo el resultado del fallo, ahora se va a mandar a cambiar", aseguró.
Ascencio agregó que "no entiende" la conducta del Presidente Piñera, "ya que en todas las ocasiones en que reunimos manifestó estar en contra de renunciar el pacto". "Espero que no se trate de una estrategia política personalista que podría ser muy perjudicial para Chile", aseveró.
Las palabras de Piñera, en todo caso, fueron respaldadas desde la Alianza. El senador Juan Antonio Coloma (UDI) manifestó que le "indispensable revisar la permanencia de Chile con respecto de tribunales que claramente no fallan en derecho, y que tiene dentro de sus manos nuestra soberanía. Creo que se hacía indispensable la reflexión".
El diputado Nicolás Monckeberg, en tanto, opinó que "lo natural es evaluar en profundidad si seguimos siendo parte porque evidentemente el fallo deja serios cuestionamientos sobre la forma en que se aplica". "Me parece bien que el Presidente Piñera haya puesto el tema sobre la mesa, porque eso permite debatirlo, considerando que es él quien dirige la política internacional", agregó el senador Víctor Pérez.
