Fiel a su bajo perfil llegó también a Santiago, integrando el equipo limeño, la abogada Marisol Agüero, que participó en la cumbre 2+2 de este jueves, tal vez una de las especialistas de ese país más compenetradas con los recovecos jurídicos e históricos del fallo que ahora ambos países intentan poner en marcha. Con más de veinte años de su carrera dedicados al caso -incluso desde sus tiempos universitarios-, y autora de un libro que adelantó los fundamentos de la demanda peruana, la profesional es vista como la «arquitecta» del litigio entablado ante la Corte de La Haya.

Agüero integra la delegación visitante como uno de los puntales en al menos dos de las áreas que abordaron las comisiones en que se dividió el trabajo de la cumbre: en la parte jurídica y en la parte técnica. La primera es el escenario donde se abordó la cuestión de los derechos de cada país en las zonas afectadas por la sentencia, y la segunda se centra sobre la nueva delimitación en sí misma.

La abogada, además, sumará próximamente a su extensa carrera un nuevo cargo. Ingresará a la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), un organismo que coordina las políticas marítimas de los cuatro países asociados a ésta: Chile, Perú, Colombia y Ecuador. La instancia se creó a partir del tratado de 1952, y tiene su sede en Ecuador.

Desde dicha entidad, Agüero seguirá monitoreando de cerca la implementación del fallo.

Su nexo con Infante y su libro "premonitorio"

El nexo entre Agüero y la demanda marítima peruana se remonta incluso antes de que ésta se presentara. En 1990, y para terminar sus estudios en la Academia Diplomática de su país, optó al grado de licenciada en Relaciones Internacionales con la tesis titulada «Delimitación marítima del Perú con Ecuador y con Chile». En ella planteaba sus cuestionamientos al límite del paralelo, retomando una línea iniciada en los años 70 por el almirante Guillermo Faura y luego seguida por el mítico embajador Juan Miguel Bákula.

Y en sus años de estudiante de Derecho en la Universidad Católica del Perú, conoció a la coagente chilena ante La Haya María Teresa Infante, quien hacía clases allá. Para muchos, considerando las carreras de ambas, Agüero es vista con la contraparte limeña de Infante.

Pero el hito que la dejó como la precursora de la demanda fue uno que concretó cuando cumplía sus primeras misiones diplomáticas, en países como Francia y el Reino Unido, donde profundizó sus investigaciones. El 2001 publicó sus famosas "Consideraciones para la delimitación marítima del Perú".

El libro sorprende: si no fuera porque se lanzó con más de una década de anticipación, sus contenidos serían una síntesis casi perfecta de algunas de las más agudas argumentaciones usadas por los abogados de su país. Ello, partiendo por su tesis central: "Hasta el momento el Perú no ha suscrito ni con Ecuador (en el planteamiento peruano ante la Corte, ello sólo habría ocurrido en 2011) ni con Chile tratados específicos de delimitación marítima; sin embargo, en virtud de otro género de instrumentos (con lo que alude a los acuerdos de 1952 y 1954), la separación entre el dominio marítimo peruano y el de los países vecinos del norte y del sur se lleva a cabo sobre la base del paralelo geográfico que pasa por el punto más próximo al mar de las fronteras terrestres peruano-ecuatoriana y peruano-chilena respectivamente.

Esta práctica resulta perjudicial para el Perú (...) comporta un menoscabo sustancial del área marítima que le correspondería si se aplicasen las normas previstas por el derecho internacional".

Conforme a ese criterio, las 379 páginas del libro abordan planteamientos que van desde el cuestionamiento al carácter de tratados de los documentos del 52 y el 54, hasta conceptos como el "área de nadie" (nombre que ella le daba al triángulo exterior demandado por su país) o sus fundamentos para desconocer el Hito 1 como punto de partida para la delimitación marítima.