Fue en una comida en casa de Sergio Bitar Chacra, por el año 2004. En ese tiempo, el político e intelectual era ministro de Educación de Ricardo Lagos, cuando hizo una reunión para Michelle Bachelet, su candidata para el nuevo período de gobierno. Entre los invitados estaba Francisco Vidal, por esa fecha vocero del Presidente Ricardo Lagos.

Ahí ambos le propusieron a la candidata que "fichara" a un joven político que se llamaba Rodrigo. "El Peña", le decían.

Los dos eran voces autorizadas, a los ojos de Michelle: Bitar Chacra había sido ministro de Minería de Salvador Allende en su época de militante de la Izquierda Cristiana y más tarde uno de los fundadores del PPD. Vidal, en tanto, un laguista reconocido y también líder del PPD, ocuparía los cargos de subsecretario de Desarrollo Regional, ministro Secretario General de Gobierno y ministro del Interior de Ricardo Lagos.

Bachelet lo comentó con su compañero de partido y amigo, el PS Camilo Escalona, quien también lo conocía porque era diputado por el distrito 46, que reúne las comunas de Arauco, cuando a Peñailillo lo mandaron como gobernador de esa provincia.

En esa cena, las cartas quedaron echadas para Rodrigo Peñailillo Briceño.

Hoy, un decenio después, el "recomendado" se dispone a entrar como ministro del Interior a La Moneda el 11 de marzo, con 40 años de edad, de la mano de Bachelet.

Les preguntamos a sus "padrinos" políticos cómo fue que el ingeniero comercial de la Universidad del Bío-Bío llegó adonde está.

Vidal: "No es cortito de genio"

A Francisco Vidal se lo presentaron el 96 o el 97 como un joven que venía de la Federación de Estudiantes de la U. del Bío-Bío.

-No es que lo descubriera, lo que sucede es que lo conocí más en 1997 o 1998 en los temas internos del PPD y coincidimos en el enfoque político que había que darle al partido en ese momento. Ahí me di cuenta que tenía un talento organizacional, de ejecutividad, impresionante.

Al año siguiente, en la campaña de Ricardo Lagos contra Joaquín Lavín en 1999, había dos jefes territoriales: Jaime Estévez a nivel nacional y él en la Región Metropolitana.

-Como conocía la capacidad y eficiencia de Rodrigo, le pedí que se sumara al equipo de propaganda en la Región Metropolitana. Ahí sí que compartimos.

-¿Y es cierto que fue Peñailillo quien inventó las "palomas"?

-Es mi convicción. Teníamos 800 palomas (afiches con la cara del candidato Lagos montados en atriles) para toda la campaña, que él movilizaba en las mañanas en la ruta hacia el centro y en la tarde en la ruta hacia la periferia.

Eran los laguistas de la época. "Estuvimos un año juntos, todos los días".

Cuando Ricardo Lagos nombró a Francisco Vidal subsecretario de Desarrollo Regional, invitó a Rodrigo a irse a la División de Estudios.

-Estando ahí, Lagos decidió cambiar gobernadores y yo le propuse a José Miguel Insulza, que era mi jefe directo (como ministro del Interior del Presidente Ricardo Lagos), el nombre de Peñailillo. Insulza se lo compró. Primero el destino era la gobernación de Concepción, pero ahí había que entenderse con los democratacristianos, así que lo mandamos a Arauco y, para que se entienda su disciplina, no se demoró ni 30 segundos en partir a la otra destinación.

-¿Es muy disciplinado?

-Así de disciplinado. Es bien convencido de las ideas de izquierda. Es hijo de la provincia profunda, nació en Cabrero, estudió en liceo o colegio municipal y en universidad estatal.

En ese contexto, dice, conoció a Michelle Bachelet.

-Como jefe metropolitano, dividimos la Región Metropolitana en 4 o 6 zonas. Les pedí a los partidos que mandaran a cubrir su zona y el Partido Socialista envió a Bachelet. En consecuencia, como Rodrigo tenía a cargo la propaganda y Bachelet la zona, él le llevaba la propaganda a Bachelet.

Comenta que Ricardo Lagos lo ubicaba perfectamente, "porque, con la poca propaganda que teníamos, los afiches se notaban gracias a la gestión de Peñailillo. Tenía un equipo de 50 'cuadros' y tres camionetas".

Recuerda que el año 2004, estando él de vocero en La Moneda, Sergio Bitar invitó a los ministros del PPD a comer a su casa con la candidata del PPD y el PS, Michelle Bachelet.

-Ahí ella nos pidió, a los que estábamos en la mesa, si teníamos algunos nombres para ser jefe de su campaña y yo me acordé al tiro de Peñailillo. En ese tiempo él estaba de gobernador. Ante el llamado de la candidata, abandonó Arauco y se vino de inmediato a trabajar en la campaña de Bachelet.

-¿Por qué podría Bachelet haberlo escogido como su ministro del Interior?

-Porque es un gran organizador, un gran ejecutor y la vida, además, le ha ayudado. Porque en los hechos, en los cuatro años como jefe de gabinete de Bachelet él llegó a dominar todo. Y tiene, además, en mi opinión, mucho carácter. No es cortito de genio.

Agrega otra característica:

-La otra es la discreción. Y lo más importante, en mi opinión, para ser ministro del Interior, es su lealtad con la Presidenta.

-Y en cuanto a personalidad, no parece que fuera expansivo, dicharachero...

-No, él es observador. Es un tipo completamente normal, de 40 años hoy. Yo lo conocí de 25.

-¿Y se podrá imponer?

-Tiene mucho carácter. Si algún parlamentario cree que se le va a subir a la cabeza, se equivoca porque se va a caer. En mi opinión, va a ser un buen jefe de gabinete, no me cabe la menor duda. Y va a ser muy buen negociador y de diálogo con los parlamentarios y la oposición. De hecho, en los cuatro años en La Moneda su relación con los parlamentarios era cotidiana en materia de viajes y giras y audiencias con la Presidenta. Los conoce a todos.

-¿Y cómo se las va a ver con personalidades como las de Ximena Rincón, y de Nicolás Eyzaguirre, por nombrar algunos?

-¡Jajaaa! Es que yo creo que Rodrigo no tiene problemas en eso; no le falta carácter para enfrentar a otras personas con carácter. El no se pierde; él está ahí para que la Presidenta esté bien y el programa de gobierno se cumpla. No va a hacer del Ministerio del Interior un trampolín para nada. Si aceptó ese ministerio, es para ser Ministro del Interior. Y si todo resulta bien, me atrevo a apostar que él va a cerrar La Moneda el 11 de marzo de 2018.

No escatima en adjetivos para Rodrigo Peñailillo:

-Quiero recordarte que él pasó por Arauco y, de las cosas que yo recuerdo, era un muy buen dialogante con los mapuches. O sea, hizo un doctorado en mapuche en la Gobernación de Arauco y su principal interlocutor era Adolfo Millabur, entonces alcalde y hoy nuevamente alcalde de Tirúa. Los escuchaba, llegaba a acuerdos y cumplía los acuerdos.

-Entiendo que algunos mapuches le hicieron una fiesta de despedida cuando dejó la Gobernación...

-A propósito de fiestas de despedida, estando Peñailillo en el gabinete, mi consuegro fue rector de la Universidad del Bío-Bío mientras Rodrigo era presidente de la federación de estudiantes de esa universidad. Las opiniones de mi consuegro eran espectaculares. Y Peñailillo le armó una comida de despedida con todos los dirigentes estudiantiles.

-Es decir, estaba archirrecomendado...

-Es un tipo capaz, pero es muy distinto generacional, cultural y políticamente a la elite de la Concertación. El se formó en las protestas en los años 80, en el PPD en los 90 y en los gobiernos de la Concertación en los 2000. Entonces, conoce el paño mapuche y el paño estudiantil desde la experiencia, no desde un seminario.

Bitar: "Tiene claridad estratégica"

Sergio Bitar supo de él cuando era estudiante.

-A fines de los años 80, cuando yo andaba en campaña para armar el PPD, lo conocí. De manera que él ya tenía su vocación pública desde muy joven. Fue presidente del centro de alumnos de la Universidad del Bío-Bío, del PPD juvenil, y se vino a Santiago.

Cuando Bitar era presidente del PPD y senador, "lo apoyé en la campaña interna porque estaba dentro de mi lista y de mi proyecto: apoyar al Presidente Lagos y crear una juventud PPD".

-¿Qué cualidades le vio?

-Entre sus cualidades, en primer lugar es un joven de origen modesto y de región; o sea, es un hombre con gran capacidad de hacerse él mismo, de surgir, de avanzar.

Considera que su carácter es un tema muy importante:

-Es firme, tesonero, que no se doblega. Lo segundo, es un muchacho con gran claridad estratégica. Sabe lo que es importante y lo secundario. De gran claridad política.

Ve mucho más en Peñailillo:

-Es una persona equilibrada, moderada en la forma de actuar, que escucha. Tiene capacidad de diálogo. Es una persona tranquila que, cuando hay un diálogo con él, puede establecer una vinculación personal seria.

Y apunta a algo que demuestra la fe que le tiene:

-De gran lealtad con lo que piensa, con los objetivos del progresismo y, por ende, de gran lealtad con Bachelet.

Está convencido de que este hombre de pocas palabras, que se cree una causa, "va a revelar a futuro una tremenda capacidad política para resolver problemas. Puede ser un gran ministro del Interior".

En cuanto a su línea política, indica:

-Siempre ha estado con la línea de un progresismo amplio y moderno. No tiene ni devaneos díscolos ni radicalizados. Tampoco es un hombre que se acomoda. Tiene una línea y si hay que sacrificarse 24 horas, lo hace. Creo que la Presidenta ha hecho un gesto de confianza y de sabiduría al llevarlo como su ministro del Interior, porque lo conoce más que nadie.