Adelanta su agenda post La Haya. Y propone: "¿Por qué no convenir la firma de un tratado complementario que coloque los temas que nos unen, como hicimos con Argentina en 2009?"
Hay quienes mencionan su nombre como futuro embajador... ¿y si fuera en Perú?
El no parece estar en ese análisis, sino en lo que compete a Perú-Chile, atado a ambos por lazos de sangre.
-Siento, como tantos otros chilenos y peruanos que tienen entre sí lazos familiares, una gran afinidad, que a ratos no se condice con animosidades históricas difíciles de erradicar.
Es su primer comentario.
Y continúa:
-Como político, rehúyo el nacionalismo estrecho, que nos hace perder a ambos. Concibo un gran futuro común. Como ministro de Educación, respaldé iniciativas de historiadores chilenos y peruanos para abordar temas que se enseñan a los niños y nos separan. Urge mostrar historia comparada para conocerse mejor, incrementar el intercambio entre estudiantes y profesores.
Y acota que hoy trabaja con un grupo chileno-peruano, para estructurar una agenda de futuro post La Haya.
Se refiere al llamado "Grupo de los Siete" (siete chilenos y siete peruanos, entre ellos académicos, militares y políticos), que planifican la agenda de futuro. Se trata de una iniciativa que auspició a partir de 2010 la fundación alemana Konrad Adenauer, con la coordinación del Instituto de Estudios Internacionales y su equivalente de la Universidad Católica de Lima.
El grupo visitó en 2013 las fronteras Alemania-Francia y Alemania-Polonia:
-Fue para conocer aquellas acciones que rindieron frutos para reducir la tremenda hostilidad de la posguerra. Dieron pasos impensables, que contrastan con la escasísima capacidad política de nuestros dos países para superar diferencias.
Recuerda un hecho histórico del cual fue testigo:
-Para la asunción de Alan García, la Presidenta Bachelet nos invitó a los presidentes de partidos a acompañarla en la visita. En su discurso en el congreso peruano, García expuso su tesis de competir con Chile, copiar y superar el progreso de Chile. Me pareció un enfoque positivo, no reivindicativo. No se refirió a una demanda. Pero esa idea (de la demanda contra Chile) venía siendo pensada de antes por algunos peruanos de Torre Tagle. Cuando la demanda se anunció, fue una sorpresa para Chile. Las relaciones con Perú eran armoniosas y, cuestionar de sopetón límites marítimos de 50 años, fue mal visto. Por ello, la Presidenta la calificó como un acto inamistoso.
Hay otro hecho histórico que presenció Bitar:
-En 1999 acompañé como senador por Tarapacá al entonces ministro de Relaciones Exteriores Juan Gabriel Valdés, a ver al Presidente Fujimori para finiquitar el aún pendiente Tratado de 1929. Setenta años después logramos acuerdo. Instalamos el Cristo en el Morro para consagrar ese entendimiento. Recuerdo ese momento: el Perú recibió la aduana, el muelle y la estación de Ferrocarriles Arica-Tacna. Entonces el canciller peruano declaró que con esto se acababan los temas pendientes. No ocurrió así. Es un tema que debemos cerrar. ¿Se darán las condiciones después del fallo? Ahora se probarán los liderazgos peruanos como el de García. Nosotros entendemos que con esta resolución de la Corte se inicia una nueva etapa.
-¿Por qué sería que Perú aceptó el límite marítimo con Ecuador que se estableció en los mismos tratados de 1952 y 1954 con Chile, siguiendo el mismo paralelo que definió con nuestro país, y adoptó otra conducta con Chile?
-Perú ha seguido una estrategia de superar conflictos con Ecuador que son más recientes que los que hubo con Chile. Ha tenido una política clara: arregló temas pendientes en Tiwinka (frontera peruano-ecuatoriana) y Chile fue garante de ese acuerdo junto a otros países. Ecuador, y especialmente el Presidente Correa, aprovechó el diferendo peruano-chileno a su favor. Logró afirmar el paralelo como límite marítimo y Perú refrendó que los acuerdos pesqueros no eran límites marítimos firmando un acuerdo nuevo con Ecuador. Perú pagó un precio menor para fortalecer su posición. Ecuador sacó mejor provecho. Chile no ganó. Más adelante deberemos analizar críticamente si hicimos las cosas bien y sacar lecciones.
-¿Qué pudo haber hecho Chile?
-Lograr una posición común, explícita, de Ecuador y Chile. Y haber puesto toda la influencia para no dejarse aislar. Ahora, esperamos que la Corte acoja argumentos chilenos de que lo que vale con Ecuador vale con Chile.
-Quedan apenas tres días para conocer el fallo: ¿Qué podría considerarse un triunfo y cuál resolución una derrota total para Chile?
-¿Triunfo? Quedar tal cual. ¿Pérdida? Quiebre del paralelo.
Dice que es optimista.
-La confluencia de intereses ante los desafíos globales no admite persistir en posturas divisionistas. Ambos ganaremos tomando posturas conjuntas en nuestra indispensable presencia en Asia y Africa en los próximos años, exportaciones de cobre y minerales, energía, producción y exportación de alimentos, investigación conjunta en biotecnología, protección de rutas marítimas, de recursos pesqueros amenazados por la explotación irracional y la penetración de flotas extranjeras, combate a la droga, respeto a los derechos de inmigrantes y cuidar esa relación. Asumir una mirada más amplia, latinoamericana, de la historia. Colaborar en educación, elevar intercambios culturales, son todas tareas que entusiasman y nos hacen crecer.
Son las claves de su agenda de futuro. Y remata con la siguiente propuesta:
-¿Por qué no convenir la firma de un tratado complementario a los anteriores (1883 Y 1929) que coloque los temas que nos unen, como hicimos con Argentina en 2009?
