Política
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Ad portas del fallo de La Haya: Ex cancilleres frente a frente

Mariano Fernández y José Antonio García Belaúnde hablan con La Segunda.

por:  Phillip Durán, La Segunda
viernes, 17 de enero de 2014

Fernández: Con mi contraparte peruana "teníamos estilos distintos"

El ex canciller Mariano Fernández aborda la relación que tuvo con el ex ministro limeño José Antonio García Belaúnde después de que ese país interpusiera la demanda en La Haya.

 

Como el segundo y último canciller de Michelle Bachelet, Mariano Fernández (DC) fue tajante en calificar a la demanda limítrofe peruana como un gesto "inamistoso" y, en consecuencia, congelar la agenda política con Lima. Por lo mismo, a mediados de 2013 fue uno de los primeros críticos del gobierno de Sebastián Piñera, quien descongeló los vínculos con Perú, diciendo que el "sistema de cuerdas separadas ha sido un error que nos puede repercutir más adelante".

A una semana del fallo, Fernández opta por dos definiciones. Primero, no opinar nada sobre las posibles sentencias del tribunal internacional: "sólo puedo decir que después del fallo es muy importante que Perú y Chile retomen los caminos de integración en un sentido más global con América Latina". Y en segundo lugar, sin insistir -pero al mismo tiempo sin retirar- su postura crítica ante la administración de Piñera, accede a repasar algunos de los momentos más críticos con Perú que enfrentó ante su contraparte, José Antonio García Belaúnde.

-¿Usted era subsecretario de RR.EE. cuando Perú dijo que no había temas pendientes de límites?

-Eso, a lo menos, ocurrió dos veces en el período del Presidente Frei. En 1996, cuando Perú desahució las convenciones de Lima, el canciller Tudela dijo que no había ningún tema limítrofe pendiente. Luego en 1999, cuando logramos realizar los últimos asuntos pendientes del Protocolo de 1929 -los servicios para Perú del puerto de Arica-, el canciller De Trazegnies dijo que con esto se terminaban los problemas pendientes con Chile. Incluso, tengo la información de que cuando el Presidente Alan García asumió, le informó a la Presidenta Bachelet que no habría iniciativa peruana de modificar los límites.

-¿A qué atribuye usted esos cambios?

-Es muy difícil dar un juicio sobre estas materias, porque la decisión del Jefe de Estado del Perú no nos corresponde investigarla, y las razones del porqué lo planteó, tampoco las conozco de cerca. Puede ser que haya habido alguna presión interna o que haya tomado alguna decisión por alguna política interna. Nos quedamos con el hecho de que en principio no iba haber demanda, y después hubo.

-Como canciller, a usted le tocó entregar la contramemoria chilena y enfrentar una relación con su contraparte, José Antonio García Belaúnde, con varios momentos de tensión...

-Yo he tenido una relación muy cordial con García Belaúnde. Las discrepancias han sido en declaraciones que él ha tenido en algún tema. El tomaba la iniciativa de decir cosas y yo respondía.

-En una entrevista, él comentó que había tenido buena relación con Foxley, pero que usted había tensionado la relación por razones de política interna.

-Esas son opiniones que García Belaúnde tiene. Sería interesante que Foxley dijera qué tan buena era la relación que tenía con García Belaúnde. Y eso de que yo estaba vinculado con política interna chilena, me parece francamente una superficialidad. Quizá haya estado él más interesado en una política interna peruana que yo mismo en asuntos de política interna chilena.

-García Belaúnde dijo alguna vez que usted se autodefinió como un "campañero", y él lo vincula con la campaña presidencial de Frei en 2009...

-Eso, él lo señaló hace tiempo... Después contó la reunión que habíamos tenido en Trinidad y Tobago, en la que la Presidenta Bachelet y yo mismo guardamos silencio completo de esa reunión, como una manera de ser discretos sobre el Perú, y él la contó y dejó mal parado a su mismo Presidente.

-¿La reunión cuando se aborda la memoria peruana?

-Exactamente.

-García Belaúnde se queja porque usted le reclamó a Alan García el tono de la memoria, que era ofensiva con Chile.

-No fue así. Nosotros con la Presidenta, decidimos guardar silencio porque Alan García no conocía la memoria, y esto, varios meses después, o casi años después, lo destapó García Belaúnde. Entonces, no se entiende muy bien cuando nosotros, por discreción, decidimos mantener la corrección, no lo lanzamos para no desacreditar al Presidente García, y lo publicó el mismo García Belaúnde en la prensa. Son cosas que uno hace de otra manera, nomás. Son estilos distintos.

-¿El no contribuía a un mejor clima en la relación?

-Básicamente, si uno mira con objetividad lo que pasa, García Belaúnde tenía una tendencia a hacer declaraciones de todo tipo de temas, y yo le contestaba cuando debía, pero nunca yo tome la iniciativa. Son estilos distintos.

-¿Cómo evalúa usted ese período, marcado por polémicas constantes?

-No fue el mejor clima que uno hubiese querido tener con el Perú. Cuando llegué de ministro, las relaciones políticas con el Perú las declaramos relaciones inteligentes, pero no disponibles para realizar esfuerzos de integración como corresponde ser, porque estábamos demandados, y también explicamos que esto no tenía que afectar ni el comercio ni las inversiones ni los negocios, y eso lo he sostenido siempre. Las cosas políticas se enfriaron, porque según la demanda, al final terminan ofendidos o por lo menos lo consideran poco amistoso.

-Ese enfoque lo cambió el Presidente Piñera. Gabriel Gaspar es uno de los que criticaron eso, y dijo que cuando a uno lo demandan, después no condecora a esa persona que lo demandó.

-No quiero repetir eso, si lo dijo Gaspar, no quiero ser majadero.

-Usted ha mencionado antes críticas al cambio de enfoque de este gobierno, de descongelar la relación con Perú...

-Ya lo he manifestado en muchas oportunidades, y ahora me adhiero a la frase del Presidente Frei, que espero que las estrategias de este gobierno sean positivas.

 "Con Perú hay que jugar un papel como el que jugamos con Argentina y Brasil"

-Perú acusó "armamentismo" y tras el episodio del supuesto espionaje, Alan García se refirió a Chile como "republiqueta"...

-Mire, no hay que volver a la anécdota. El Presidente García habló en algún momento de manera más seria sobre un "tratado de no agresión", que nosotros rechazamos porque en América Latina no hay una base de agresión entre un país y otro y los tratados de no agresión se han firmado tradicionalmente para grandes conflictos. Lo consideramos desproporcionado.

-¿Apuntaba a tensionar la relación?

-Ya hemos comentado eso a lo largo de los años... En una etapa posterior al fallo la relación no puede ser la misma, hay que tomar los caminos de integración. Con Perú y con otros países de América Latina es necesaria más integración, en infraestructura, comunicación. Por eso Perú y Chile tienen que jugar un buen papel, tal como en su minuto lo jugamos con Argentina y con Brasil.


Garcia Belaúnde: "Digan lo que digan, hubo cuerdas separadas"

Ex canciller peruano que interpuso la demanda en La Haya sostiene que, en los hechos, se salvaguardó la relación comercial entre ambos países en paralelo al litigio.

 La próxima semana, José Antonio García Belaúnde partirá a La Haya para escuchar en el Palacio de La Paz -sede de la Corte Internacional de Justicia- la sentencia en el juicio limítrofe entre Chile y Perú, tras una demanda que él, como canciller de Alan García, interpuso en enero de 2008.

Al igual que Mariano Fernández, su contraparte chilena entre 2009 y 2010, "Joselo" -como le dicen sus amigos en Lima- declina especular sobre posibles resultados del juicio. Pero sí plantea un modelo para la agenda "post Haya", y recuerda cómo fue su tensa relación con el ex ministro DC.

-¿Cómo ve el clima previo al fallo? Se habla de triunfalismo en Lima...

-Bueno, como ocurre con un caso que ha generado expectativas y especulaciones de lado y lado, no deberemos hacer más que tomarlas como son, especulaciones de lado y lado.

-Acá en Chile se armó un debate, pues un diputado dijo que se había filtrado el fallo.

-Ustedes mismos en Chile me enseñaron que no había que hacerle caso al diputado Tarud.

-Más allá del resultado, llega a su fin un proceso largo. ¿Cuán distinta será la etapa que se abre?

-Yo, lo que quisiera imaginar es que esa etapa se empezará a desarrollar como se ha desarrollado la relación Perú-Ecuador después de la firma del Acta de Brasilia -que puso fin a la Guerra del Cóndor-, que además alcanzó su momento más culminante y espectacular durante el gobierno pasado, cuando logramos establecer reuniones anuales de los gabinetes.

-En Chile hay cambio de gobierno y se ha asegurado que se mantendrá una política de Estado hacia Perú. ¿Qué cree usted?

-Desde el primer momento me pareció que Chile había tomado esto como una política de Estado. Tanto así, que no se cambió al equipo en La Haya con el cambio de gobierno y tampoco se dejó de llamar a ningún canciller para que colaborara, sin importar si correspondía a democracia o dictadura.

-Lo que sí hubo cuando usted estaba de ministro y llegó Piñera después de Bachelet fue un mejor clima hacia Perú.

-El último período de Bachelet estuvo muy salpicado de incidentes. Las declaraciones del comandante en jefe del Ejército peruano, el caso del espía de la Fuerza Aérea del Perú... Una serie de incidentes que terminaron erizando más las relaciones.

-En ese último período estaba la Presidenta Bachelet en funciones. ¿Teme que con su regreso a La Moneda se reabran tensiones?

-No tengo la intención de pensar que ella tensará las relaciones ni mucho menos. Esa no es mi idea.

-¿Cree que se va a empezar un clima distinto con quien sea?

-Mire, probablemente hay matices, pero digan lo que digan, hubo cuerdas separadas siempre. Porque si no, no hubiesen seguido la inversiones chilenas con el Perú y no hubiesen empezado a crecer sistemáticamente en Chile. No hubiéramos llegado a cifras de millones de peruanos cruzando la frontera al año. Para mí, esas son cuerdas separadas. Sí admitimos que no hubo ciertos mecanismos funcionando, como el 2+2. La idea de las cuerdas separadas es que hay una relación rica e intensa que hay que proteger y mantener, y se mantuvo. Pudo haber momentos de cristalización, pero se mantuvo: cuando nosotros planteamos el tema de compra de armas y fue mal entendido porque pensaron que estaba dirigido a Chile, y Ecuador también pensó que era para ellos. Nosotros queríamos que esta demanda pudiese no significar congelar las relaciones económicas y comerciales. Y en medio del proceso de la demanda, salió una ley que legalizó a una cantidad enorme de peruanos que estaban de manera ilegal en Chile. Para mí, esas son cuerdas separadas. Relaciones inteligentes, como las llamaba el canciller Fernández, o carriles diferentes. Lo importante es que hay una relación que se preservó.

-Pero acá en Chile varios dicen que al congelar la relación política, como hizo Bachelet, nunca se hubiese condecorado a Alan García, como lo hizo el Presidente Piñera. El ex embajador chileno Gabriel Gaspar dijo que nadie condecora a quien lo demanda, criticando las cuerdas separadas.

-Bueno, si es tan importante un gesto así con un presidente del país vecino, qué le vamos hacer. La misma Bachelet estuvo en el Perú con motivo de una cumbre de la Unión Europea, hubo una relación muy cordial con el Presidente García y ya había sido planteada la demanda.

-Al final del período de Bachelet salió Foxley y llegó Mariano Fernández a la Cancillería. Usted ha criticado el nivel de la relación que hubo entre ambos...

-Sí, yo tengo la impresión, y lo he dicho varias veces, de que Mariano metió un poco el tema de Chile y Perú en la campaña (presidencial).

-¿En la campaña de Frei?

-Sí, exactamente.

-La postura de Fernández es que él se quejó mucho de que usted hacía declaraciones de todos los temas, y que incluso usted contó una reunión en Trinidad y Tobago en que la Presidenta Bachelet guardó silencio y reclamó Fernández...

-Eso fue un punto de quiebre de los presidentes. Entiendo que después Alan García se encontró con la Presidenta en Nueva York, pero esa reunión fue bastante áspera.

-Fernández dijo que usted mismo contó que el Presidente García señaló en esa reunión que no había leído la memoria peruana, y que contar eso dejó mal parado al Presidente García.

-Bueno, no me voy a pelear con Fernández, somos dos estilos diferentes, y si yo defendí a mi país, así lo hice y punto.

 "Tengo el mayor respeto por el Presidente Lagos"

-Apareció una información de que usted ingresó al consejo asesor de un bufete de abogados en España.

-Sí, a un bufete importante de España al que invitaron al Presidente Lagos. No somos miembros del estudio, propiamente tal, nos invitan y nos piden opinión. Yo me siento muy halagado de compartir esta invitación con el Presidente Lagos, ya que tengo el mayor respeto y admiración por él, con quien he estado más de una vez. Estuve en una entrevista que tuvo con el Presidente García, donde fue interesante ver la experiencia.

-¿Usted forma parte de un consejo asesor al que se recurre con cierta periodicidad?

-Sí, sí, supongo que sí, ahí veré en qué consiste todo eso.

-¿Ad honorem?

No le puedo contestar, somos caballeros y no hemos hablado de dinero.


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