Tanto en la Alianza como en la Nueva Mayoría se agendaron reuniones claves para enero. En el oficialismo, las autocríticas, la asignación de responsabilidades y el reperfilamiento de la UDI y RN marcarán la discusión tras la derrota en la elección presidencial. En la actual oposición, en tanto, el debate girará en torno a los énfasis a defender durante el nuevo gobierno de Michelle Bachelet y el rol que cada colectividad aspira a ocupar tanto en el nuevo pacto de gobierno como en el gabinete.
"Es inevitable: no podemos seguir hablando en parábolas". De esta manera sentencia el presidente de RN, Carlos Larraín , cuando se le pregunta si el consejo nacional del partido, convocado para el sábado 18 de enero, debiera acoger la demanda de Andrés Allamand: abordar a fondo el debate sobre las responsabilidades por los errores que llevaron a la histórica derrota electoral de la derecha.
El cónclave -que se efectuará en la sede partidaria de Antonio Varas 454- podría desembocar en una nueva retahíla de recriminaciones, mayoritariamente por parte de quienes apuntan contra el Presidente Sebastián Piñera, escenario en el que Allamand y Larraín confían. Tras las duras críticas que el ex ministro de Defensa le propinó al Jefe de Estado por su rol en la derrota, que le acarreó una intensa contraofensiva desde La Moneda, la asamblea tendrá un telón de fondo mucho más tenso.
Radiografía electoral
En el papel, el consejo nacional está convocado para analizar los resultados de ambas elecciones y delinear cómo enfrentar el próximo cuatrienio de vuelta en la oposición. Habrá una radiografía electoral distrito por distrito, y una parte de la jornada se dedicará a trabajar en comisiones (salud, educación y temas constitucionales), pensando en los escenarios a enfrentar con Bachelet ya instalada de regreso en el poder.
Otro foco del encuentro será la profesionalización de las campañas, la obligatoriedad de las resoluciones de la comisión política y, probablemente, el proceso de designación de candidaturas. Pero si bien hay una agenda, los asistentes pueden plantear otros temas.
La cita -cuya última sesión se hizo para digerir la elección municipal 2012, y que sólo había sido reactivada en los últimos dos años, tras 15 en que no sesionó- opera como un organismo consultivo en materias políticas y organizativas. La integran los presidentes distritales y regionales; los senadores y diputados; la comisión política; los presidentes nacionales de las organizaciones funcionales del partido, como la Juventud y los comités parlamentarios, los coordinadores de los consejeros regionales y los jefes regionales de alcaldes y concejales.
La directiva, en todo caso, se opondrá de plano a que ese sábado se "abra" un debate respecto de adelantar el consejo general de abril o mayo y menos la elección interna. No tiene cómo ocurrir, dicen, tanto por razones técnicas como por falta de fuerza de la disidencia en las bases. De momento, la opción del diputado Cristián Monckeberg ha asomado con cierta fuerza -está por verse si llega a puerto-, mientras que Allamand ha insistido en que no irá tras la sucesión de Larraín... pero ha estado en contacto con varios parlamentarios.
Desde la Nueva Mayoría reconocen que una cosa es hacer campaña juntos como partidos y otra es gobernar de manera cohesionada durante cuatro años. Así, para lograr el segundo criterio, la idea de las colectividades que conforman este pacto es precisamente intentar dar una señal de unidad y de respaldo al programa de Michelle Bachelet, que implique evitar rencillas internas que puedan perjudicar a la administración de la Mandataria electa.
El primer paso que va en esa línea es la cita convocada por el diputado y presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, para el próximo 6 de enero. El ex ministro del Trabajo ha oficiado en el último año y medio como coordinador del bloque -incluso antes que se denominara Nueva Mayoría- y está impulsando una agenda de integración conjunta con el resto de los partidos.
Uno de los principales escollos que motivaron al diputado para generar encuentros de acercamientos en el conglomerado es la tensa relación existente entre un sector de la DC, que encabeza el presidente de la tienda, Ignacio Walker, y sus diferencias públicas con el Partido Comunista, en materias como Derechos Humanos y el tipo de democracia que identifica a la colectividad que lidera Guillermo Teillier.
Andrade incluso ha realizado reiterados llamados a través de los medios para que las dos colectividades puedan superar sus diferencias. Esto, pese a que en el PC aseguran tener resueltas esas definiciones y así lo hicieron ver cuando el sábado zanjaron ponerse a disposición de Bachelet a la hora de integrar su gobierno y, en particular, un futuro gabinete.
En esa línea, la cita tiene como objetivo generar un clima de tranquilidad para el próximo periodo legislativo y buscar una lógica más de bloque político, que de un pacto meramente electoral, como aún mantienen algunos dirigentes de la DC. Eso sí, esa tesis cada vez tiene menos adeptos en el conglomerado, porque incluso desde la falange y el resto de los partidos de la Nueva Mayoría ven con buenos ojos la idea de que el Partido Comunista integre las filas del gobierno de la Mandataria electa, sin condiciones previas y restricciones por parte de otras fuerzas que integren la Nueva Mayoría.
En la sede del Congreso en Valparaíso será el consejo directivo ampliado de la UDI, el próximo 10 de enero. La cita estará marcada por un debate de fondo: cómo reperfilar al partido no sólo tras la derrota presidencial con Evelyn Matthei, sino que a partir de la salida del Senado de la mayoría de sus principales figuras: Jovino Novoa no repostuló por Santiago Poniente, Pablo Longueira anunció su retiro y Andrés Chadwick indicó que pasará a la segunda línea tras dejar el Ministerio del Interior.
El eje del debate será si la colectividad debe endurecer sus posturas, moderarlas o, como ya sugieren algunos, encauzar de nueva forma sus principios tradicionales en el marco del nuevo escenario. "No hemos hecho una lectura correcta de los fenómenos sociales", dijo el viernes pasado Novoa a La Segunda.
Propuestas habrá varias, dicen en el partido. Comenzando por la de la directiva de Patricio Melero; otra en tenor más crítico elaborada por el senador Hernán Larraín y un grupo de diputados, y otra presentada por el alcalde de Las Condes y vicepresidente del partido, Francisco de la Maza.
El próximo sábado 11 de enero está convocado el comité central (CC) del Partido Socialista -en Santiago en un lugar a definir-, con el propósito de que la dirigencia nacional y territorial del PS, además de los parlamentarios analicen a fondo los desafíos políticos que debe enfrentar la colectividad en la que milita la Presidenta electa.
El vicepresidente del PS Daniel Manouchehri señaló que en la ocasión el centenar de dirigentes que componen el CC harán un balance de la exitosa última campaña presidencial y parlamentaria, a la vez que se debatirá a fondo el rol del partido en el gobierno, "que debe ser de absoluta lealtad a la Presidenta y de mucho trabajo, para poder concretar el programa de transformaciones que se ha propuesto la Nueva Mayoría como desafío".
El representante del PS no descartó que además en este pleno se fije la fecha para los comicios internos en los que se debe renovar la dirección del partido, así como definir la convocatoria al próximo congreso nacional, la máxima instancia resolutiva del PS en materias políticas y doctrinarias.
Un periodo recargado en materia interna vivirá la DC en 2014 y el punto de partida será el 13 de enero, con su primer consejo nacional del año. La instancia servirá para delinear no sólo el año político de la falange, en el aterrizaje del segundo mandato de Michelle Bachelet, sino que también la directiva espera que se dé inicio a un plan estratégico para posicionar a la colectividad como la más importante del país, de aquí al 2020.
Además, se examinará un informe hecho por expertos constitucionales y una de las propuestas que estarían sobre la mesa es crear una comisión bicameral en el Parlamento, que sea la encargada de modificar la Carta Fundamental.
La mesa liderada por Ignacio Walker se juega en este año gran parte de su gestión, especialmente por el congreso ideológico DC que comenzará en abril y cuyas definiciones doctrinarias podrían implicar un proceso de reflexión, que "idealmente" culminaría en octubre. Esta cita, que regularmente se hace cada siete, e incluso cada diez años, ha sido impulsada por el propio senador y la idea es revitalizar criterios programáticos y aspectos referidos a la denominada "agenda valórica", por ejemplo.
Para el próximo 18 de enero, el PPD tiene programada su directiva nacional en el ex Congreso en Santiago, a la que se espera asistan dirigentes nacionales, regionales y parlamentarios. Aunque el principal punto de la tabla es el futuro gobierno de Bachelet, también se abordará la elección de mesa.
Los sectores que lideran el senador Guido Girardi y el senador electo Felipe Harboe ya han sostenido tres encuentros para buscar un entendimiento, pues se quiere evitar que un enfrentamiento interno tensione y perjudique la instalación del primer año del gobierno. Por ello, trascendió que es altamente probable que la nueva mesa PPD sea por consenso y no con elección directa. Y aunque la directiva debería renovarse en mayo, todo indica que el proceso se postergará para junio o agosto del 2014.
Así la decisión de ambos sectores es actuar en conjunto frente a la designación del primer gabinete que Bachelet daría a conocer a mediados de enero.
Además, durante el encuentro se analizará de qué forma respaldarán al gobierno y el programa de la Mandataria electa. Al interior de la tienda existe la idea de que será fundamental defender la nueva gestión de Bachelet, para evitar que algunos sectores de la Nueva Mayoría se sientan tentados de poner algún veto a las propuestas comprometidas en campaña.
