Luego de que los parlamentarios de la Nueva Mayoría se enfrentaran al ministro de Hacienda por considerar que la cifra inicial de $595 millones destinada a ese ítem era muy baja, el Gobierno accedió a subir el monto en un 10%. La Cámara y el Senado aprobaron la partida.
En marzo de 2010, Bachelet entregó la banda presidencial a Piñera.
Una dura disputa tuvo que librar el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, con los parlamentarios de la Nueva Mayoría por los montos que el Gobierno había destinado al cambio de mando de marzo de 2014.
Y es que para los legisladores de oposición, los $595 millones asignados para la actividad, dentro de la partida Presidencia de la República, era un monto "infinitivamente" menor a los $870 millones que la administración "bacheletista" destinó para la ceremonia de marzo del año 2010, cuando asumió Sebastián Piñera.
Aunque durante la discusión el jefe de las finanzas argumentó que esa cifra correspondía al gasto en que incurrió el gobierno de Piñera, los representantes de oposición respondieron que el traspaso de mando del 2010 no fue "normal", porque se suspendieron actividades producto del terremoto del 27 de febrero.
Después de un «tira y afloja», el Gobierno aceptó subir en un 10% el monto con, lo que la cifra quedó en $655 millones. Así, la Cámara (el lunes) y el Senado este miércoles, aprobaron la partida "Presidencia de la República" para el año 2014.
El senador PPD Ricardo Lagos Weber precisó que, aunque no es un tema prioritario para el conglomerado, dijo que protestaron porque "rebajar los recursos no tenía presentación".
"Era tan pequeño lo que hizo el Gobierno, porque dijo que dejaba los recursos que usó, pero se le hizo ver que ellos redujeron las ceremonias producto del terremoto y que ese no era un argumento bueno", dijo.
A juicio del presidente de la segunda subcomisión mixta de Presupuestos, el diputado Pablo Lorenzini (DC) -a quien le tocó visar este acápite - lo que hizo el Gobierno fue "un acto mezquino".
"Independiente de quien gane la elección, hay que hacer una ceremonia adecuada" y no "una de media pelo, donde a las seis de la tarde vamos a tener que echar a todos", aseveró el decé.
De hecho, durante la discusión, el parlamentario DC expresó al ministro Larraín su molestia por los montos asignados para la ceremonia de traspaso de mando. En ese sentido, el parlamentario explicó que debido a la negativa inicial del Gobierno de cambiar el monto propuso que la asignación para el cambio de mando se rebajara a mil pesos, lo cual -afirmó- fue aprobado por la subcomisión mixta.
En tanto, el diputado y senador electo Carlos Montes (PS) expresó su molestia señalando: "o me acuerdo que esto haya ocurrido nunca. El Presupuesto no está hecho bien y no está a la altura de lo que es la historia de Chile en esta materia, donde hay respeto, hay cambio de gobierno y se deberían mantener ciertas continuidades básicas y aquí se está alterando eso".
Asimismo, el parlamentario PS criticó en duros términos la Ley de Presupuestos. "Este presupuesto está lleno de maniobras interiores y tenemos serias dudas de si realmente refleja lo que es posible obtener como ingresos, porque están sobrestimados. Y están subestimados los gastos".
En esa línea, Montes adelantó que el futuro gobierno deberá introducir cambios a la norma. "La molestia que nos da, es que sí el Gobierno ya no corrigió esto, el próximo al comenzar su mandato va atener que iniciar su gestión presentando una reforma a la Ley de Presupuestos".
A fines de la administración "bacheletista", diputados de la Alianza acusaron al gobierno de Ricardo Lagos de cancelar sueldos a 22 funcionarios del comando presidencial de Michelle Bachelet que la acompañó en la contienda de 2005, a través de la productora "Ser Producciones" que estaba a cargo del cambio de mando cuando ella asumió la primera magistratura, en marzo de 2006.
En la denuncia del diputado Nicólas Monckeberg (RN), que fue patrocinada por el abogado Juan Domingo Acosta, se afirmaba que a nombre de la Presidencia, el gobierno de Lagos había financiado parte de los sueldos de algunos de los colaboradores de la entonces candidata.
Sin embargo, tras una extensa investigación, la Contraloría determinó que de los tres contratos que firmó el gobierno de Lagos con la empresa ya citada, los 17 millones 850 mil pesos, 21 millones 122 mil pesos y 15 millones 626 mil pesos respectivamente fueron utilizados para financiar las actividades propias del traspaso de mando.
Junto con señalar que los pagos que se hicieron eran "correctos", el dictamen precisó que con esos dineros se solventó el funcionamiento de las oficinas donde se desarrollaron actividades preparativas del cambio de mando y también aquellas destinadas a formar los equipos de la futura administración.
