Política
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El libreto de Matthei para el crucial «día después»

La ex ministra y sus más cercanos quieren atacar el balotaje marcando diferencias programáticas con Bachelet. Para mantener autonomía, ya se decidió que ella no tomará partido en un probable «ajuste de cuentas» dentro de la Alianza.

por:  Mariajosé Soto P. y Sebastián Minay C.
viernes, 08 de noviembre de 2013
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"Nadie le va a pasar la cuenta a nadie". Por más tajante que haya sido -en el estelar de Don Francisco «Las Dos Caras de La Moneda»- su respuesta ante qué va a suceder en la derecha apenas se consumen los cómputos de la elección presidencial y parlamentaria, las palabras de Evelyn Matthei van contra el escenario que la mayoría de los principales nombres del sector ya asume a contar de la llamada noche del «17/N»: una derrota histórica en ambos comicios, que haga inevitable declarar por inaugurada la temporada de caza en busca de responsabilidades y culpas.

La intensidad con que se desate dicho ajuste de cuentas dependerá de los números. El peor de los desenlaces que se barajan a nivel de cúpulas de RN y la UDI, parlamentarios y en el corazón mismo de La Moneda consiste en tres supuestos: que la contienda presidencial termine esa misma noche con mayoría absoluta de Michelle Bachelet; que Matthei no logre superar el 24,41% de Arturo Alessandri Besa en 1993; y que los actuales 56 diputados del oficialismo caigan a menos de 52, lo que dejaría a la Nueva Mayoría en 69, y por lo tanto con quórum de 4/7 en la Cámara.

Pronósticos más auspiciosos apuntan a que la ex ministra -quien la semana pasada dijo que marcaba "entre 22 y 24 puntos"- logrará llegar cerca o al 30%, forzando así una segunda vuelta con la abanderada opositora. Estirar la contienda casi un mes más (15 de diciembre) podría de alguna forma contener la reyerta interna en el oficialismo.

Eso sí, pasar al balotaje es visto como un arma de doble filo: que en vez de acortar distancias con Bachelet, el "efecto derrota" y la ausencia de elección parlamentaria desincentive a tal punto a los votantes, que el guarismo final, el que queda para el registro histórico de las segundas vueltas, "puede ser sobre el 60%" a favor de la ex Presidenta, como dijo esta semana el director de Adimark, Roberto Méndez. Temor que ha hecho correr la discutidísima tesis de que perder en noviembre es el mal menor.

Salvo dichos matices, se prevé que Carlos Larraín y la mesa de RN disparen contra La Moneda y el Presidente Sebastián Piñera... con más "piso" si Andrés Allamand logra volver al Senado. No pocos en el partido, además, esperan poder culpar a los gremialistas de haberles "impuesto" a Matthei.

Desde la UDI, partido que más pérdidas arriesga, es probable que el fuego se concentre también contra el Mandatario, cobrándole la cuenta del "septiembre rojo" y otras acumuladas durante su mandato. Eso, además de dispararle de vuelta a RN si así lo amerita.

En el comando de Suecia 281 insisten en que no se han puesto en otro escenario que no sea pasar a la segunda vuelta. Asumiendo lo que creen que vendrá, algunos de los más cercanos de la candidata aseguran que ya se tomó una de las principales decisiones políticas: que Matthei se marginará absolutamente del eventual cruce de "fuego amigo", evitando a toda costa pronunciarse en público. Así evitarían perder, calculan, al menos una de las vitales semanas que quedarían para el balotaje.

Si ese diseño se concreta, en la práctica tendría otra implicancia: al declararse "suiza" en la reyerta, Matthei no podría tomar partido ni por quienes critiquen a Piñera... ni tampoco entre quienes lo defiendan.

Marcar diferencias

Sobre la base de esa decisión, y de la convicción de que no perderán en primera vuelta -dicen que ni siquiera hay preparada una estrategia para enfrentar ese escenario- en el comando esperan que con la campaña parlamentaria terminada, siete presidenciables fuera de carrera y con la contienda cerrada exclusivamente entre ella y Bachelet, Matthei pueda por fin concentrarse en marcar sin distracciones las diferencias programáticas con su contendora.

Esa es una de las piedras angulares de su guión para el balotaje.

Otra apuesta apunta a instalar discusiones que obliguen a responder a Bachelet y provoquen polémica -algo que Matthei no teme-, como probó, y fue celebrado en el equipo de la ex ministra, al proponer la creación del Observatorio Judicial . Dicha ofensiva fue lanzada en estrechísima coordinación con La Moneda y respaldada a rajatabla por Piñera, provocando un fuerte debate y hasta el rechazo de la Suprema.

El saldo a favor fue instalar un tema que atrajo atención mediática. También permitió mantener activo su carácter "combativo", que ya se reflotó con el enfrentamiento con Franco Parisi. Es evidente, dicen en el comando, que ese papel le acomoda mucho más a la candidata para criticar y emplazar a Bachelet.

En su fuero íntimo, Matthei ha manejado las fuertes tensiones de la campaña -en la última semana ha dormido en promedio cinco horas diarias, y la alimentación irregular le ha hecho subir un kilo y medio- descansando en la contención emocional de su familia. En sus recorridos, cuando puede, se desconecta con uno de sus hobbies: comprar plantas para jardinear en su casa.

Otra idea es sumar más rostros al comando (algunos no descartan derechamente cambios), sobre todo si gozan de popularidad. Se piensa en nombres como Luciano Cruz-Coke.

Una vez resuelta la elección parlamentaria se aplicarán medidas "de manual", como pedir la participación y compromiso de candidatos ganadores que entonces podrían sumarse a tiempo completo. Las miradas están puestas en nombres como Laurence Golborne -muy cercano a Matthei- y el ex ministro de Planificación, Felipe Kast.

Un flanco que inquieta para una eventual segunda vuelta es qué presencia tendrán figuras de RN, hasta ahora discreta a raíz de los enfrentamientos recientes. Se espera que los "embajadores" del partido en el comando -Lily Pérez y Francisco Chahuán-, junto con Mario Desbordes hagan valer sus nexos.

El incierto rol de los ministros

Innegable -y sintomático, para algunos- es que no se les haya vuelto a ver en masa en terreno junto a Matthei. Una decena de ellos la acompañó en Colina el pasado 28 de septiembre, y casi todo el gabinete llegó el 14 de octubre a la cena en el Círculo Español. ¿Casos puntuales que recuerden en el comando? Sólo tres: Andrés Chadwick fue con ella a Estación Central el 29 de septiembre, y la vocera Cecilia Pérez y la titular del Sernam, Loreto Seguel , también lo hicieron el 12 de octubre.

Clara excepción, dicen, es el titular de Desarrollo Social, Bruno Baranda , a quien Matthei le tiene alta estima desde que fue su subsecretario: en más de un fin de semana ha partido, con recursos propios, a hacer campaña por ella.

Así, el rol de los ministros en lo que queda para la primera vuelta genera interrogantes. Hasta ahora, hay versiones contrapuestas entre Suecia 281 y La Moneda: mientras algunos sostienen que están avanzadas las conversaciones para que la acompañen en el cierre del jueves 14, en Palacio hay voces que advierten que en un día hábil es improbable por las disposiciones de Contraloría. De hecho, al cierre de esta edición, dos de los ministros políticos de La Moneda dejaron claro que lo más probable es que ello no ocurra. La vocera de gobierno, Cecilia Pérez fue tajante. "No hemos recibido ninguna invitación, pero creemos altamente improbable que puedan estar ministros si este cierre es en día de semana fuera de Santiago", aseveró a Radio Cooperativa. "Si es día de semana, en horario de trabajo y fuera de Santiago, los ministros no van a estar".

Y su par de Interior, Andrés Chadwick, acotó que no tiene contemplado asistir, y que "si se desarrolla ese acto en horarios que no sean de trabajo y sin la utilización de recursos públicos, el que quiera o pueda, no hay inconveniente".

Comando esperará resultados en Hotel Intercontinental

El comando decidió que en la noche de la elección se concentrarán en el Hotel Intercontinental en Vitacura, el mismo lugar donde la UDI se atrincheró el 2005 en la crucial "lucha a muerte" entre Lavín y Piñera. En el camino quedaron otras opciones, entre ellas, una considerada seriamente: quedarse en la sede del comando de Suecia 281. Con eso, se abarataban costos y quedaban instalados a escasos metros de la sede del partido, para garantizar que gran parte de la UDI esté con Matthei esa noche. Eso también permitía compensar una eventual baja de asistencia de personeros de RN, temor que se reconoce internamente.

El Intercontinental será, entonces, la última "prueba de lealtad" de la derecha en esta elección, que dependerá de que al menos por esa noche ambos partidos olviden sus diferencias y se cuadren con la candidata. En las últimas semanas ha costado convocar a la directiva de RN, aunque se valoró la presencia de su presidente, Carlos Larraín, durante la transmisión de "Las Caras de la Moneda" en Canal 13.

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