Miembro de la comisión política del PC asegura que con la Democracia Cristiana tienen un entendimiento en los "principios mínimos éticos" para enfrentar en eventual gobierno de Bachelet. También afirma que la bancada comunista en la Cámara de Diputados aumentará su influencia en el nuevo Parlamento.
El periodista Juan Andrés Lagos, miembro de la comisión política del PC, ha participado activamente en los talleres de reflexión que figuras de la DC y de su partido habían estado realizando, y en las que jugó un rol central el fallecido ex diputado decé Eugenio Ortega.
Sobre el punto asegura que existe un entendimiento y un diagnóstico común entre ambas colectividades para enfrentar una eventual nueva administración de Michelle Bachelet. Y que eso se plasmará seguramente en un documento que emane del seminario que pretenden realizar ambos partidos después del 17 de noviembre.
"Ese seminario surgió de una especie de taller abierto, no institucional ni acordado por las directivas de los partidos. Ahí hubo un diálogo político doctrinario entre el PC y la DC, y en ese espacio de reflexión surgió la discusión sobre la democracia y los desafíos del presente que tienen los dos partidos", relata.
-¿ Se determinaron los principios que deben regir la convivencia de ambos partidos para enfrentar un posible futuro gobierno?
-A lo que se arribó fue a un punto de encuentro respecto de los llamados principios mínimos ético de la democracia que comparten el PC y la DC. Eso originó un intercambio de textos no formales, pero nos dimos cuenta que esto estaba tomando una dimensión mayor.
-¿Y cuáles son esos principios?
-Ese texto es un inicio, pero me atrevo a decir que en la reflexión que se ha hecho hay un punto de entrada común respecto a avanzar y superar la desigualdad en todos los planos. Porque hay desigualdad social, valórica y también la que de los pueblos originarios.
- ¿Se analizó cómo enfrentarán las diferencias que tienen ambos partidos en el tema de los DD.HH?
-A los que participamos en este grupo nos ha tocado vivir un período de la historia de Chile donde muchos paradigmas han cambiado o se han desplomado, pero por ambos lados se produce este análisis. Entonces, tengo la impresión que aquí el abordaje desde una perspectiva humanista-cristiana y humanista-marxista tuvo mucha fuerza.
- Desde ese punto de vista, entonces, ¿el entendimiento del PC y la DC en un eventual gobierno de Bachelet no debería ser un drama?
-Desde esta perspectiva no le veo drama, al contrario, veo una tremenda fortaleza. Yo soy de los que cree que entre el llamado centro político, en concreto la DC, y la izquierda, donde está el territorio del PC, hay una alianza estratégica muy fuerte hacia el futuro.
- Si para el PC el programa de Bachelet es satisfactorio, ¿el comité central debería aprobar el ingreso de su partido al gobierno?
-Estamos muy satisfechos, pero todavía no hemos resuelto. Esto no es un mero trámite porque nuestro análisis está centrado en los desafíos político-históricos del período. Creo que ahí han surgido ideas interesantes respecto de cuál es la inserción del partido en esta nueva fase y eso incluye al gobierno.
- ¿Cuántos parlamentarios aspira a lograr el PC?
-Tengo la impresión de que nos va a ir bien, que nuestras nueve candidaturas son competitivas y deberíamos sacar 7 u 8. Entonces, estamos hablando de una bancada comunista que probablemente será más ancha porque algunos diputados nuevos se van sentir más identificados con nosotros, como Sergio Aguiló o Giorgio Jackson, y por lo tanto aquí cambiará la incidencia comunista en el Parlamento.
-Pero eso se podría dar gracias al acuerdo político con sus aliados, incluida la DC.
-Se iniciaron confluencias entre la ex Concertación y el PC que se mantienen hasta ahora, donde la DC vota por los comunistas y nosotros por ellos. Por ejemplo, en el distrito de Independencia ha habido asambleas decé donde se decidió apoyar la candidatura de Karol Cariola, que es la secretaria general de la JJCC. Entonces, hay un proceso interesante por delante.
- Pero es obvio que el PC con una bancada más grande va a influir en el gobierno...
-La incidencia nuestra en el gobierno va a estar, eso lo tengo claro, pero el partido va a decidir.
- ¿Qué efectos puede tener para un eventual gobierno de Bachelet, una Alianza en crisis?
-Hay una derecha que va a defender posiciones y por otro lado Piñera va a empujar el carro para mostrar una derecha liberal que es capaz de entenderse con el centro político. Y eso porque la UDI ha ido acorralando a RN.
- ¿A Bachelet le conviene gobernar con una derecha casi "pulverizada"?
-Nadie quiere destruir ni hacer desaparecer a la derecha, no son nuestros métodos, pero tenemos que ponernos de acuerdo y esto tiene que ver con una institucionalidad que por momentos puede ser limitada para las demandas que el gobierno y la ciudadanía postulen.
