Barros: Piñera "es un producto de Pinochet, igual que los gobiernos de la Concertación"

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"Mi vinculación no es con el Presidente. Es con Sebastián Piñera empresario, director de empresas, un hombre de una inteligencia muy superior. Hemos trabajado en temas corporativos, tributarios y él se alejó del mundo de los negocios. En estos tres años y medio de su gobierno prácticamente nunca hemos conversado de temas de sus negocios; las veces que me ha llamado ha sido para pedirme opiniones sobre temas que conozco más en profundidad, en materia tributaria, en objetivos para acercar al mundo empresarial".

Con esa precisión de entrada, el abogado Fernando Barros, uno de los invitados VIP del Jefe de Estado a una de sus últimas largas giras al extranjero, entra de lleno a las luces y sombras del gobierno que ya termina. Se declara agradecido de haber sido invitado, y pese a no ser su amigo personal, lo une a él una férrea confianza forjada en casi veinte años de aconsejarlo y supervisar parte de sus finanzas -está en la testera de Bancard- incluyendo el fideicomiso ciego donde descansa su patrimonio.

Dentro de las luces destaca los "montones de indicadores" sobre empleo y crecimiento que asegura dejará como legado. Pero desde su perspectiva y experiencia -se hizo célebre como el abogado que defendió a Augusto Pinochet en Londres-, no puede ser nada de indiferente ante el fuerte impacto desatado por el Mandatario desde que acusó a los "cómplices pasivos" de la dictadura. Rescata que los tres años y medio que lleva en La Moneda ve a "un Presidente con dos orejas que escuchan" y que "ha tenido la oportunidad de revisar qué ocurrió, conversar con personas y tengo la impresión que sí ha escuchado". Claro que eso no borra su juicio crítico sobre el rol que ha jugado el gobernante.

-¿Cómo se lo imagina después de que se saque la banda tricolor?

-No me cabe duda que a partir del 2014 será un Sebastián Piñera estadista. No lo veo 'tradeando' acciones ni como director de empresas. Sí lo veo a la cabeza de un centro de pensamiento de políticas públicas. Tiene un rol que ya pasó el plano de los negocios.

-¿Lo ve asumiendo el liderazgo de la derecha, sobre todo si ésta vuelve a la oposición?

-Lo veo más encabezando un proyecto con bastante más altura de miras, con bastante más horizonte en el tiempo. Y no descarto que dentro de eso pudiere estar un cargo internacional o, eventualmente en cuatro años más, dependiendo de las circunstancias... nadie que esté en política puede decir que no está disponible para la Presidencia de la República. Sebastián Piñera tiene mucho que aportar y no se va a restar, pero es prematuro anticiparse.

-Dijo una vez que le atraía votar por Andrés Velasco. Con todos los cambios que ha tenido el mapa presidencial, ¿quién le entusiasma?

-La contienda principal, o eventualmente la segunda vuelta, va a estar dada entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei. Le tengo mucho aprecio a la ex Presidenta Bachelet, ella tiene una experiencia y no me cabe duda que sería una muy buena Presidenta. Y en el caso de Evelyn Matthei, tiene una simpatía mayoritaria en el mundo empresarial, representa la candidatura de la centroderecha... pero está enfrentando a una candidata muy potente.

-¿Tiene el corazón dividido entre ambas?

-No, no. Soy una persona de centroderecha.

"El Presidente no ha querido hacerlo..."

- El derrotismo ha sido un gran tema en el oficialismo.

-No cabe duda de que, por ser quien es, que septiembre fue un mes malo. ¿Qué ganamos en septiembre? Revivimos las odiosidades.

-¿Cómo recibió la frase de cómplices pasivos?

-El Presidente se equivocó. Hizo referencia a una categoría jurídico-moral que es injusta, improcedente y no es pertinente.

-¿El Presidente asume que se equivocó?

-La inteligencia de las personas no está en no equivocarse, sino que en darse cuenta y enmendar los errores. No me cabe duda, después de escucharlo en los últimos días, que, a su manera, ha puesto las cosas en un nivel que corresponde.

-¿Cómo tomó el cierre del Penal Cordillera?

-Nadie tiene derecho a criticar una decisión presidencial. Podemos estar en desacuerdo con la forma y con el momento. Se le dio una connotación y publicidad que afectó la dignidad de esas personas. Pudieron haber sido trasladados silenciosamente en agosto, en octubre.

-Mena dejó una carta suicida criticando a Piñera. Otros ex militares lo han acusado de traición y "tortura sicológica".

-He conversado este tema con el Presidente. Está absolutamente convencido que los militares en Punta Peuco están condenados por lo que la Convención de Costa Rica denomina crímenes de lesa humanidad, y que no procede el indulto. Creo que el Presidente está equivocado. En el caso del general Mena, debió habérsele dado el indulto. Pero es una prerrogativa del Presidente.

-¿Esto le traerá más beneficios políticos o costos de credibilidad el electorado de derecha?

-Lo de "cómplices pasivos" fue una expresión muy desafortunada, y el Presidente, en su lenguaje, ya lo reconoció. Lo que se le puede criticar en esta materia es que no hemos avanzado nada en cerrar una herida abierta. Indigna a muchos que no haya ningún terrorista detenido y que ahora se esté pensando en ampliar Punta Peuco.

-La derecha que lo llevó a La Moneda, ¿va a valorar todo esto o lo va a resentir?

-Este gobierno va a dejar ciertas deudas. Una de ellas es energía. Y dos, es no haber hecho más para cerrar las heridas del pasado.

-¿Son justificadas las advertencias de algunos en la derecha de que no volverán a votar por Piñera?

-Este tema generó mucha molestia en mucha gente. Hay gente que quedó muy molesta y eso puede tener efectos políticos. Sé que él no lo cree.

-Más de alguno se lo habrá hecho notar al Presidente...

-Exactamente. Creo que él recibió claramente el mensaje. Hay que tener cuidado, porque no basta lo que las encuestas digan. Por eso es la diferencia entre el pueblo y el dirigente; el dirigente debe dirigir. Más que ser dirigido por las encuestas, él tiene que dirigir para que los países vayan por la ruta correcta, y en esta materia, Chile no está yendo por la ruta correcta.

-Considerando esto, ¿le queda tiempo a Matthei y a la UDI para dar una pelea competitiva en la elección presidencial?

-Hay gente que está sacando cálculos a dos meses, a 45 días, y a cuatro años. Es ridículo. El Presidente está trabajando y apoyando la candidatura de Evelyn Matthei. Ahora, el Presidente no puede hacer milagros, y la candidatura la tienen que hacer las fuerzas políticas, la candidata y las fuerzas de calle.

-¿Es legítimo que la UDI lo presione diciendo que es ahora es más responsable del resultado?

-Uno puede decir que tiene una responsabilidad en el "septiembre rojo" y que siguió el juego de personas que quisieron transformar los 40 años en un tema político que dividió. Desgraciadamente estas palabras azuzan un ambiente. Pero de ahí a que el Presidente tenga una responsabilidad en lo bien, regular o mal que le vaya a una campaña... no, no, no.

-¿Cuánto de cálculo para su eventual intento de reelección el 2017 hay en todo esto?

-No soy quién para decir cuál es el cálculo del Presidente. Pero en cierta palabra, el Presidente es brillante... pero insoportable.

-Debe ser duro que un presidente de derecha quiera sepultar al ala pinochetista de la derecha...

-Cuando volví de Londres (de defender a Pinochet en el juicio), uno de los llamados de felicitación que tuve fue del entonces ex senador Piñera. Él es producto de la institucionalidad del gobierno militar, no de la Concertación. Él estudió afuera en esa época, se desarrolló profesionalmente. ¿Qué es Sebastián Piñera? Es producto de la Constitución del '80. Él es un producto de Pinochet, de la misma manera que lo son los gobiernos de la Concertación.