Candidatos discrepan sobre cuánto influyeron las movilizaciones de 2011 en el recambio generacional que se produce hoy.
Luego de haber dialogado por varios minutos sobre la renovación de la política y las oportunidades que tienen los jóvenes que optan al Parlamento, el ex dirigente estudiantil Camilo Ballesteros (PC) resaltó la importancia del movimiento de 2011 a la hora de influir en en la conformación de la Nueva Mayoría. Mientras que el DC Sebastián Pavlovic matizó ese fenómeno y prefirió hacer un llamado a mejorar la oferta de los partidos políticos.
-¿Consideran que hoy los candidatos jóvenes tienen más posibilidades de estar en política y optar a un cupo parlamentario?
-Camilo Ballesteros: La renovación es más que un tema etario, y creo que con lo que pasó en 2011 se abrió una puerta para participar no sólo de la política formal en los partidos. Puede sonar medio caricaturesco, pero antes había tres formas de participar en política: la primera era tener familia política, la segunda era ser modelo o estar en la farándula, y la tercera tener recursos.
-Sebastián Pavlovic : No comparto lo de la caricatura y tampoco creo que sea todo mérito del movimiento estudiantil, aunque la estructura política está medio resquebrajada y la sociedad pide diversidad en la oferta de los partidos. La necesidad de renovación no es una opción sino una necesidad. La ciudadanía castiga a las elites políticas que caen en modelos tradicionales.
-CB: En el Partido Comunista pasó algo distinto, quizás por la coyuntura, pero en la práctica el partido no nos impide llevar candidatos y tampoco estar peleando por un cupo.
Por mi vivencia debo decir que el origen de esta Nueva Mayoría parte de la dirigencia estudiantil... a mí me tocó trabajar con mucha gente de la DC, como Joaquín Walker -que era presidente de la FEUC- todo un año antes que con Giorgio Jackson. También había gente del PPD y el PS. Todo eso lo veo también en el comando de Bachelet hoy.
-SP: La historia política chilena en todo caso no parte con los movimientos sociales de hace dos años. Lo que viene por delante es la capacidad de unir, pero también es necesario marcar las diferencias. Antes se hicieron concesiones que quizás no se debieron haber hecho, en el sentido de llegar a elecciones y temer rechazar proyectos de ley que muestren que estamos en posiciones diversas.
