Disputó con Ignacio Walker la conducción de la Democracia Cristiana y tras su derrota se incorporó a la directiva en representación de la minoría. En esa calidad se ha opuesto a la actitud de quienes han pedido la cabeza del presidente del partido a raíz del ominoso 8,86% (tercer lugar) de la candidatura de Claudio Orrego en la primaria del domingo pasado.

Celoso defensor de la institucionalidad del partido y político cercano a Michelle Bachelet, el diputado porteño Aldo Cornejo (DC) desmenuza las causas del mal resultado de Orrego y promueve la más pronta integración de la falange al comando de la candidata triunfadora. Pero advierte que esta incorporación debe tomar en cuenta "la diversidad" interna de la DC y que no significa un "contrato de adhesión" al programa que la abanderada de izquierda planteó en las primarias.

-¿Qué factores incidieron en el magro tercer lugar de Orrego?

-Cualquier análisis no puede omitir el fenómeno Michelle Bachelet, porque en el partido nadie discute que nuestros simpatizantes y votantes tradicionales se inclinaron claramente por ella y no por Claudio Orrego. Aparte de ello, nunca hubo una adecuada complementación ni una relación fluida del partido y el comando. Además, los contenidos programáticos de la campaña de Claudio no reflejaron lo que el partido mayoritariamente pensaba sobre algunos temas. Por ejemplo, afirmó que, de ser elegido, no gobernaría con el Partido Comunista, algo que no es compartido por la DC en su conjunto. En los llamados "temas valóricos" hubo una lectura equivocada porque en alguna medida se fue contra el sentido común de la ciudadanía.Y, en tercer lugar, se apostó a una participación baja en la primaria, donde los militantes podrían haber tenido una incidencia mayor en el resultado, y nadie previó que participarían más de tres millones.

-¿Por qué Andrés Velasco aventajó al abanderado de la DC?

-Porque sintonizó con el malestar ciudadano contra los partidos y lo combinó bien con una postura abierta, tolerante y liberal en temas que antes eran tabú.

-¿Esto compromete las expectativas parlamentarias DC?

-Este resultado no refleja la votación DC, que es de un 15% según la última elección de concejales. Naturalmente, para que esto no afecte nuestras candidaturas parlamentarias debemos conformar con urgencia la plantilla de postulantes y definir nuestras propuestas en un esfuerzo unitario. El resultado parlamentario para la DC es en la práctica el poder político que vamos a tener para el gobierno que viene, lo que significa sacar la mayor cantidad de senadores y diputados posible. Eso permitirá asegurar a la DC para el futuro, tener una presencia importante en el gobierno y cumplir con el compromiso de darle a éste gobernabilidad y respaldo desde el Parlamento. Se nos pregunta si este 8% va a incidir en cómo la DC se integra al comando o participa de la campaña y eventualmente el futuro gobierno. Eso no tiene nada que ver: aquí no hay alianza de centroizquierda sin la DC y estoy absolutamente convencido de que la ex Presidenta Bachelet entiende perfectamente que la DC es clave para ganar la elección, para gobernar y para la estabilidad política del país. No ella, pero podría haber algún dirigente de partido que por este 8% se sienta tentado a ningunear o subestimar a la DC. El que piense así, no entiende nada de lo que viene para adelante.

-Algunos en la DC han pedido a Ignacio Walker dar un paso al costado a raíz de este mal resultado.

-No creo que sea justo, conveniente ni prudente pedir la renuncia de nadie. Ninguno de nosotros tiene el derecho a generar una crisis en la DC después de lo que ocurrió en las primarias. Además, cualquier dificultad que la DC tenga en su interior afecta la candidatura de la ex Presidenta Bachelet. Tenemos la responsabilidad de que el partido se incorpore ordenada y unitariamente, después de haber hecho todos los análisis autocríticos, para ser un aporte a la campaña de Bachelet.

-¿Orrego debería tener un rol protagónico en el nuevo comando de Bachelet?

-Hemos concordado que la incorporación al comando de la ex Presidenta es institucional, vale decir quien se integra es el partido. Su directiva resolverá cómo lo hace y qué personas, lo que no significa en modo alguno menoscabar la plena libertad de la candidata de convocar o asignar un rol a cualquier dirigente o militante DC, entre ellos Claudio Orrego.

-¿Bachelet debería incorporar a representantes de la mayoría y de la disidencia interna de la DC?

-La integración debe ser de la DC en pleno. No todos en el partido pensamos del mismo modo así que la integración debe reflejar la pluralidad que existe en su interior.

-¿La incorporación de la DC obliga a Bachelet a hacer ajustes en sus propuestas programáticas?

-Los programas de gobierno no son un dogma y por tanto los partidos, en la medida que se vayan incorporando al comando, podrán hacer aportes al programa común. Cuando uno pierde una elección y respalda a quien la ganó uno no firma un contrato de adhesión, por lo tanto creo que hay un espacio para el debate programático, aunque naturalmente quien decide es la candidata. La Nueva Mayoría que aspira a gobernar Chile no sólo debe ganar una elección sino que tener un programa común y la obligación y el compromiso riguroso de respaldarlo y cumplirlo. Para eso el programa tiene que ser una construcción colectiva y en aquellas cosas en que no hay acuerdo o hay demasiados matices quien resuelve debe ser la ex Presidenta Bachelet.

-¿Coincide con quienes plantean que la DC debe facilitar las condiciones para asegurar la permanencia de Camilo Escalona en el Senado?

-Estoy completamente de acuerdo. Camilo es un gran dirigente, un hombre que tiene una visión de estado, no podemos farrearnos su aporte en el Senado, menos en el próximo gobierno.

-¿Eso tiene que ver también con preservar el "eje histórico" DC-PS?

-Yo soy fanático de la alianza estratégica de largo plazo entre la DC y el PS. Ha sido un eje exitoso que contribuye a darle el carácter de alianza de centroizquierda a lo que es la Nueva Mayoría. Debemos hacer todos los esfuerzos para consolidarlo y profundizarlo.