La candidata, favorita en las encuestas para ganar la elección del domingo 30, tendrá que conformar un equipo donde por primera vez van a convivir desde la DC hasta los comunistas. Sin embargo, en el entorno de la ex Presidenta ven con preocupación la incorporación de Andrés Velasco, pues temen que un buen resultado del ex ministro en la elección tensione las cosas, porque creen que él demandará que se consideren sus propuestas, muchas de las cuales están en el lado opuesto de la líder PS. El «factor Escalona» es otro de los temas que se mencionan en la oposición. Mientras algunos apuestan que el senador tendrán un rol en la segunda etapa de la campaña, otros lo descartan de plano.
El próximo domingo 30, la ex Presidenta Michelle Bachelet no sólo tiene la posibilidad cierta de convertirse en la candidata única de los partidos de oposición para enfrentar la elección presidencial de noviembre próximo, sino que también enfrentará la tarea más difícil que le ha tocado a un líder de la Concertación: la fundación de una nueva coalición donde deberán convivir la DC y el PC.
Aunque para los partidos opositores está claro que tras la elección de primarias se consolidará lo que se ha denominado la Nueva Mayoría, también es un hecho que Bachelet será quien terminará por enterrar a la Concertación... conglomerado que le dio sustento a cuatro gobiernos, y cuyo principal cimiento fue el histórico acuerdo entre la DC y el PS.
Pese a que los líderes del partido de la falange apuestan a reeditar dicho entendimiento que marcó los primeros 20 años de la Concertación para gobernar junto a Bachelet, en los pasillos del PS no son pocos los que afirman que en las actuales condiciones políticas esa alianza ya no tiene espacio y dicen que la propia ex Mandataria ha dicho en privado que se debe crear un nuevo entendimiento que no privilegie los espacios de poder de uno o dos partidos.
Sin embargo, los máximos dirigentes de oposición estiman que la transición no será fácil, especialmente si Bachelet no logra "arrasar" en la elección de primarias con una cifra que la coloque como la líder indiscutible del nuevo referente.
Las mismas fuentes advierten que si ella no logra un alto porcentaje de votación no sólo la DC hará lo imposible por imponer sus propuestas, sino que el ex ministro Andrés Velasco se convertirá en su mayor dolor de cabeza para sacar adelante su eventual futuro programa de gobierno, que incluye drásticos cambios al sistema.
NUEVO COMANDO:
PRESCINDENTE DE
PARTIDOS Y CON
VOCEROS TEMATICOS
Quienes conocen la forma de operar de Bachelet aseguran que, a diferencia de la campaña del 2005, hoy la candidata va a funcionar de maneramás independiente de los partidos , porque antes no conocía a los técnicos e intelectuales de cada tienda y por ello, en aquel entonces se vio obligada a confiar en las listas que le entregaron los dirigentes.
Las mismas fuentes aseguran que ella no tiene intención alguna de modificar la estrategia y conformación del comando de su primera etapa, donde los partidos han tenido casi nula visibilidad y protagonismo.
Por otro lado, fuentes del comando afirman que Rodrigo Peñailillo -hombre fuerte de la sede de calle Tegualda- mantendrá el control del equipo que la está apoyando.
"Es imposible que la DC y los otros partidos (como los radicales) lleguen jugando un rol importante, porque van estar debajo de las órdenes de Peñailillo y eso lo deben entender", afirma un amigo de este ingeniero, que en cada una de las reuniones que ha sostenido con líderes políticos, se ha preocupado de destacar que es "la voz de Bachelet".
Un inquilino del comando afirma que aunque los comandos de Velasco, Claudio Orrego y José Antonio Gómez intentarán jugar un rol importante en la segunda etapa, se tendrán que conformar con asumir funciones de segundo orden en las distintas comisiones de trabajo del equipo de Bachelet . "Los partidos derrotados se tendrán que sumar al comité estratégico del comando y aceptar que no hay un espacio de poder esperándolos", afirma un alto dirigente del comando.
En ese sentido, se comenta que más que un jefe de campaña, Bachelet privilegiará la designación de voceros temáticos para que coordinen y respondan por las distintas áreas.
Con todo, el nuevo equipo que acompañará a la ex Presidenta en la segunda etapa dará los primeros pasos hacia la conformación de la Nueva Mayoría, donde tendrán que convivir la DC y el PC en iguales condiciones. Pero, más importante aún, el conglomerado quedará abierto para que se incorporen todos aquellos movimientos que fortalezcan una nueva coalición opositora.
¿DIFICIL INCORPORACION DE LA DC?
A diferencia del 2005, cuando Bachelet logró tender puentes con los entonces máximos líderes DC Gutenberg Martínez y Adolfo Zaldívar, mucho antes de iniciar su campaña frente a la Alianza, esta vez no hay comunicación alguna. Así lo aseguran en el comando de Orrego y culpan al entorno de la abanderada de evitar un encuentro entre ambos durante la campaña de primarias.
La nula relación de Bachelet con Orrego y el líder del partido de la falange, Ignacio Walker, ha tensionado la relación entre la DC y la ex Presidenta. Por ello, según comentan al interior de la DC, uno de los objetivos primordiales de aquí al 30 de junio es lograr una cohesión interna tal que permita afrontar en bloque las negociaciones postprimarias. Así, las mismas fuentes aseguran que una total unidad, que incluya al sector bacheletista del partido, será clave a la hora de intentar contrarrestar la preeminencia de las fuerzas de izquierda en el comando de la ex Mandataria.
En ese sentido, para la directiva democratacristiana es "primordial integrar el comando en un puesto de avanzada". A eso se sumará la petición de posicionar a cada uno de los candidatos parlamentarios junto a propaganda relacionada con Bachelet. Esto, pues las mismas fuentes consideran que "la gente ha visto que la campaña se ve muy hacia la izquierda".
Las mismas fuentes comentan que los primeros 15 días luego de las primarias serán claves para posicionar al partido. Para ello se buscará, además de intensificar el despliegue de sus parlamentarios junto a la candidata, conformar una lista de consejeros regionales "potente" y una plantilla de senadores y diputados que permita equilibrar la balanza a nivel legislativo y que encaucen el programa de gobierno que se elabore.
EL INCIERTO FACTOR VELASCO
Mientras para el comando bacheletista el senador Gómez no es un problema, porque saben que Bachelet ya cuenta con el apoyo de los radicales, sí ven con preocupación la candidatura de Velasco.
Aunque el comité estratégico que lidera Peñailillo no ha tratado de lleno el impacto que tendrá en la candidatura de Bachelet el resultado que obtenga su ex ministro en la primaria, trascendió que existe inquietud.
Y es que dicen que si el independiente logra el segundo lugar en la elecciónhará valer sus votos , imponiendo sus ideas especialmente en el área económica.
"Si saca una alta votación, tensionará las cosas, porque va querer influir en el programa y eso preocupa porque tenemos diferencias de fondo", señala un timonel opositor.
En ese sentido, en la sede de calle Tegualda desestiman que Velasco se "vaya para la casa" y creen que finalmente conformará un referente con el que Bachelet se tendrá que entender.
... Y CAMILO
Otro factor que inquieta en la oposición es el rol que el senador PS, Camilo Escalona podría jugar en la segunda etapa . Mientras algunos apuestan a que Bachelet le dará un espacio -de hecho, se ha referido en buenos términos a él esta semana-, otros dicen que el parlamentario se quedó fuera porque no está en sintonía con la gente.
En los pasillos del PS y el PPD se comenta que otro elemento que juega en contra del ex «factótum» de Bachelet es la defensa acérrima que ha realizado de la vigencia del eje histórico entre socialistas y la decé. "Nadie en el PS está en esa postura y la ex Presidenta está pensando en otra fórmula", dice un integrante de la mesa socialista.
Sin embargo, nadie se atreve a asegurar que Escalona estará fuera del círculo de influencia de Bachelet en un próximo gobierno.