"Creo que fue evidente la colusión, la falta de ganas de entregar propuestas y un verdadero proyecto de país", opina el candidato del PRO, Marco Enríquez-Ominami, al examinar el foro de la oposición. "Yo esperaba un debate del año 2013, pero fue de los 90. Faltó interpelación mutua", sentencia.
Para el ex diputado, que competirá directamente en la primera vuelta de noviembre, se escucharon las ideas de siempre. "Vi a cuatro ex ministros de la Concertación más preocupados de volver a ser ministros, que de ser presidentes. Quedó demostrado que la derecha quiere derrotar a la Concertación y la Concertación a la derecha, pero ninguno está preocupado de los temas de fondo".
-¿Quién fue el más débil y quién fue el ganador?
-Claudio Orrego tenía ganas, pero demostró que es más de lo mismo; en José Antonio Gómez eché de menos un reclamo por el formato del debate, para que le hubiera permitido hacer interpelación; Bachelet tenía esa postura de que estaba ahí como haciendo un favor, como diciendo que ya está cansada de que la interpelen, que ella ya está legitimada.
-Andrés Velasco tenía la oportunidad de diferenciarse. ¿Lo logró?
-Hay una suma cero. Bachelet y él fueron Presidenta y ministro, pero uno está de acuerdo con Asamblea Constituyente y el otro no; uno a favor de la AFP estatal, el otro no. Están de acuerdo en todo, pero al final no están de acuerdo en nada. Es más de lo mismo.
-¿Cómo se ve usted debatiendo con Michelle Bachelet? Ella ha variado sus posturas en distintos temas.
-Yo valoro mucho que ella haya cambiado, logramos algo. Como diputado fui el primero en presentar un proyecto sobre matrimonio igualitario que obviamente recibió el rechazo de la UDI, pero también de todo el PS. En AFP estatal estamos de acuerdo, pero tenemos diferencias. Yo tengo una doble militancia: soy candidato y director de TV, por lo que me gustaría tener un debate donde haya interpelación mutua y se pueda dialogar. En que los periodistas no sean profesores que controlan a los niños. Chile no es un colegio.
