Política
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La recta final: Las 10 claves que marcarán la carrera hacia la cumbre

Con el inicio del período de propaganda legal para las primarias del 30 de junio, los cuatro candidatos presidenciales de la oposición -Michelle Bachelet, Andrés Velasco, Claudio Orrego y José Antonio Gómez- y los dos de la Alianza -Andrés Allamand y Pablo Longueira-, despliegan sus esfuerzos finales. En una elección inédita en el país, se mantiene la incertidumbre sobre cómo operará el Servel y los niveles de convocatoria que se lograrán con el voto voluntario.

por:  La Segunda
viernes, 31 de mayo de 2013
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Los desafíos del SERVEL
para corregir las deficiencias del 2012

A marcha forzada ha debido trabajar el Servicio Electoral para subsanar las deficiencias que mostró el proceso electoral en las últimas municipales a fin de garantizar que un evento inédito como son las próximas primarias se realicen en un marco de plena confiabilidad para la ciudadanía y los partidos convocantes.

Los comicios de octubre del año pasado evidenciaron problemas como un padrón abultado por electores inexistentes, falencias en la información sobre el proceso, dificultades en el conteo de votos y déficits en la difusión de los resultados .

Para corregir todo ello, el Gobierno impulsó apresuradamente -con el concurso de los partidos- reformas a la ley de elecciones y a la normativa sobre primarias a fin de que la votación se desarrolle con más eficiencia y transparencia, mientras el Servel perfeccionó el sistema tecnológico para recoger y transmitir la información de los escrutinios.

Con estos ajustes ahora se podrá capacitar a los vocales -recibirán 0,22 UF por ello- y garantizar un conteo y resultados más confiables, pero van a persistir las dudas sobre el padrón debido a que el Tribunal Constitucional objetó el procedimiento para depurarlo.

PARTICIPACION:
Las apuestas de los comandos ante un incierto voto voluntario

En octubre del año pasado, ni los cálculos más pesimistas predijeron lo que finalmente pasaría en el debut del voto voluntario: casi un 60% de los 13 millones 390 mil chilenos habilitados para votar, no fue ese día a las urnas.

Con ese «fantasma» de por medio, ahora la incertidumbre ante un proceso como las primarias legales, que además es inédito en la historia política del país, es aun mayor.

En el comando presidencial de la postulante PS-PPD-PC, Michelle Bachelet , no se atreven de hecho a dar una cifra de la convocatoria. Ello, pues les preocupa que el número de votantes en la primaria de oposición ni siquiera llegue a de las primarias del 99 entre Ricardo Lagos y Andrés Zaldívar, que se cifró en cerca de un millón de personas.

La ausencia de una franja electoral, la poca difusión del proceso y la excesiva confianza de sus bases respecto a que Bachelet tiene las mayores posibilidades de salir electa, juegan en contra para que el día de la elección se registre una masiva participación. Por eso durante este mes se reforzará el trabajo en terreno y se pondrá el acento en que la elección del domingo 30 de junio será la antesala de los comicios presidenciales de noviembre próximo y por ello "es fundamental" la participación.

Desde el comando del candidato DC, Claudio Orrego , reconocen que la volatilidad del electorado ante una votación con sufragio voluntario hace poco predecible establecer una cifra clara. No obstante, un número que se está manejando es que podría votar cerca de un millón de personas . Cifra que, de concretarse, sería considerada un éxito tras la alta abstención alcanzada en la última municipal.

De ese total, en el comando aseguran que la idea es al menos doblar la cantidad de personas que votaron en la primaria interna de la DC en enero, donde sufragaron alrededor de 60 mil personas . Vale decir, alcanzar las 120 mil personas es una cifra que agrada en el entorno de Orrego.

Mientras que en el comando del independiente Andrés Velasco prefirieron no pronunciarse sobre el tema.

En la Alianza, en tanto, las metas de los dos comandos para la primaria presidencial están claras. Cada partido ha definido un «target» al que dirige su campaña, y para ello ha diseñado una estrategia diferente.

En la UDI hicieron un cálculo de votación por municipio y esperan que 300 mil personas voten el 30 de junio por Pablo Longueira . Para ello aspiran a que sus militantes y simpatizantes vayan en masa a las urnas. Y estiman que sus socios de RN lograrán movilizar a 200 mil personas.

Sin embargo, en RN han hecho otros cálculos. Tienen como objetivo un piso de 250 mil sufragios para Andrés Allamand que les permita imponerse a su rival. Aún así, trabajarán para llegar a 400 mil preferencias , meta que pretenden lograr entusiasmando al centro político. "Para ello debemos mostrar lo que somos: una centroderecha moderada, pluralista y abierta", sostienen.

De hecho, en el círculo de Allamand manifiestan que su objetivo es tener un mayor número de votantes en la Alianza que en la Concertación, porque será la primera medición de los dos bloques . Estiman que si las cifras de la Coalición son muy bajas, mucha gente del sector va a dar por perdida la elección de noviembre y no concurrirá a las urnas.

Un detalle es que dentro de la UDI reconocen que el riesgo en estas primarias es alto -dicen- por el escaso tiempo que tuvo Longueira para realizar su campaña presidencial tras la bajada de Laurence Golborne.

El fantasma de la Alianza:
VOTO CRUZADO

Tanto en el gobierno como en la UDI y RN está instalado el temor ante el "voto cruzado" en estas elecciones .

Se trata, dicen en los partidos, de que los electores sufraguen de dos formas que perjudican al sector: (1) Que independientes pro Alianza participen en la primaria de la Concertación y voten por los candidatos Claudio Orrego o Andrés Velasco, bajo la "estrategia" de debilitar la candidatura de Michelle Bachelet. (2) Que independientes pro Concertación voten en la elección contraria, para meter una cuña en la interna aliancista.

Según analizan en el oficialismo, ello provocaría un desbalance del caudal de votos a favor de la oposición, o bien reflejaría una realidad inexistente al interior de la coalición.

"Tenemos un gran desafío: demostrar una significativa cantidad de votos (...) tiene que generar la imagen de que la primaria es el primer paso para ganar la presidencial, y no el último", dijo la semana pasada el ministro del Interior, Andrés Chadwick, a La Segunda, revelando la preocupación de La Moneda. "A veces escucho a personas del sector decir «voy a votar a la primaria de la Concertación para que Orrego tenga más votos y sea menos holgado el triunfo de Bachelet»... Y digo «¡por favor!» Si lo que importa es el caudal de votación que nosotros vamos a tener. Por favor, no cometan ese error garrafal", agregó.

En la UDI el principal cuestionamiento a la ley de primarias es que estas se realicen el mismo día para ambos bloques , precisamente por la posibilidad de que se produzca este tipo de votación. Un miembro de su mesa reclama que "las primarias en ninguna parte del mundo son el mismo día y en otros países hay que inscribirse como adherente sólo en una. Este es un grave error de la ley". La misma fuente dice que "debemos explicar que la única forma de beneficiar a la Coalición es votando por sus candidatos, pero es una opción que el electorado no debería tener".

En RN, en tanto, creen que el problema debe ser abordado "de manera seria" por los dos partidos y culpan a la oposición "por enviar un mensaje erróneo a la ciudadanía". Su secretario general, Mario Desbordes, advierte que "en la oposición hay quienes han iniciado una campaña para que nuestra gente vote por Orrego o Velasco, para perjudicar a Bachelet. Es una alternativa ridícula que permitirá anunciar números mucho mayores. Serían votos que perderemos y no se incluirán en el resultado final".

Desbordes propone que RN y la UDI se organicen para insistir en foros y medios de comunicación "que dicha alternativa es un error". Dentro de RN se cuestiona al gremialismo "por la escasa difusión de sus primarias. Ellos cuentan sólo con el acarreo de sus militantes. Descartan el voto independiente y por eso no han entregado mucha información".

 

El rol de LA MONEDA y los costos que está dispuesta a pagar

En Palacio, el 30 de junio marca un punto de inflexión en los últimos meses del gobierno de Sebastián Piñera.

Hasta ahora, La Moneda ha intervenido en la campaña de sus dos presidenciables -Pablo Longueira (UDI) y Andrés Allamand (RN)- intentando desactivar conflictos y apurando la plantilla parlamentaria . La salida del ex ministro de Economía fue, sobre todo, un catalizador de esto último.

Hasta fines de mes, afirman en el Ejecutivo, aparte de incentivar la participación en las primarias, el rol del Gobierno será acotado, con un Presidente con una amplia agenda internacional. Sin embargo, ya está tomada la decisión de que, al día siguiente de los comicios, Palacio se dedicará a apoyar a quien resulte victorioso , sobre todo dada la ventaja que la candidata opositora, Michelle Bachelet, mantiene frente a cualquiera de los dos en las encuestas. En esa línea, para muchos no pasa inadvertido el endurecimiento que esta semana tomó el discurso del Gobierno contra la ex Mandataria , con el emplazamiento a responder por los falsos exonerados y las críticas a la denuncia por intervención electoral que el comando PS-PPD-PC realizó ante la Contraloría.

En La Moneda hay otro tema que preocupa: el riesgo de que haya nuevos errores en el padrón electoral , al igual que en la municipal, lo que podría derivar en críticas. Sobre todo, no descartan que vuelvan a aparecer fallecidos, luego de que el Tribunal Constitucional rechazara el artículo de la ley de mejoramiento de primarias que permitía eliminar a personas muertas del padrón.

Pese a que se evaluó intentar con una nueva iniciativa en el Parlamento, el escaso tiempo hizo eliminar la posibilidad. "Tal vez podría hacerse algo en agosto para solucionar el problema de cara a las elecciones de noviembre", dice una fuente de Palacio.

De igual forma -y a pesar de que Allamand lo solicitó el lunes al ministro del Interior, Andrés Chadwick-, en La Moneda afirman que no hay tiempo para incluir una franja televisiva en esta pasada.

Aunque en el Gobierno saben que ambas cosas podrían generar críticas (que están dispuestos a asumir), lo que no aceptarán es que se les haga pagar los platos rotos si la elección tiene una escasa participación . Varios están convencidos de que ello haría que los partidos cuestionaran una "insuficiente difusión" o una ley de primarias "con múltiples fallas".

Es por eso que en Palacio ya se tiene claro el discurso: responsabilizar a las colectividades por no usar las primarias para definir a sus candidatos al Parlamento -de hecho, evalúan que esto podría incidir en una baja convocatoria-, y recordar que "el gobierno generó las herramientas, pero ni la ciudadanía ni los partidos estuvieron a la altura".

 

Velasco: Ser SEGUNDO no es perder

Con fuerte despliegue de recursos y un estilo asertivo para marcar diferencias incluso respecto de Michelle Bachelet, la campaña de Andrés Velasco ha sorprendido y también desatado abundante especulación. Porque, aunque él recalca tener todas sus energías puestas en lograr el máximo de votos, todo indica que su verdadera apuesta, antes que a una victoria que hoy parece imposible, apunta a otros dos objetivos: posicionarse como una real carta de futuro y lograr influencia para sus ideas tanto en la plataforma programática opositora como en un eventual gobierno de su sector.

De hecho, él mismo se encarga de señalar que "pase lo que pase (el 30 de junio) vamos a seguir impulsando la renovación de la política, el fin de las malas prácticas, y la creación de la nueva centroizquierda que Chile necesita". Eso, al tiempo que se preocupa de reiterar que tras la votación no habrá de su parte "cheques en blanco" para el ganador (a), pidiendo un diálogo programático que asegure preservar la "pluralidad".

Tal objetivo es clave para quienes lo apoyan: sectores empresariales y buena parte de la tecnocracia concertacionista. Esos grupos ven que una performance exitosa de Velasco permitiría ejercer, post primarias, un efectivo contrapeso ante quienes reclaman un giro programático a la izquierda.

La estrategia de Velasco, apelando a los independientes y el centro político, lo enfrenta con Claudio Orrego, quien aspira al mismo espacio desde una línea socialcristiana. Con un José Antonio Gómez limitado al testimonialismo tras el apoyo PC a Bachelet, son ellos quienes aparecen compitiendo por emerger de esta primaria como el «second best». En esa disputa, Orrego tiene, teóricamente, la ventaja del aparato partidario DC (en la medida en que éste efectivamente se active). Frente a ello, Velasco, aparte del activo que significa ser una figura más conocida nacionalmente, ha buscado estructurar una red de adherentes, en un esquema piramidal en que cada miembro debe sumar a diez personas más al equipo. Todo ello, usando como leit motiv de campaña la idea de que el 30 habrá "un plebiscito entre la nueva y la vieja política".

 

EL PLAN BACHELET: Marcar una amplia distancia, para garantizar sensación de triunfo

Desde algunas semanas que la candidata presidencial del PS-PPD-PC-IC y MAS, Michelle Bachelet , viene manifestado a sus cercanos su inquietud por el "poco entusiasmo" que existe en las filas opositoras de participar en la elección de primarias el próximo domingo 30 de junio.

La candidata y su equipo han constatado en terreno que existe mucha desinformación respecto a cómo se realizará el proceso, pero peor aún, que sus adherentes tienen excesiva confianza en cuanto a que ella resultará vencedoraypor ello estiman que es innecesario que ese día acudan a votar.

Otro elemento que ha estado sobre la mesa en las reuniones de los estrategas del comando de Bachelet es que, a su juicio, la poca difusión que se ha hecho acerca del proceso y la ausencia de una franja electoral en esta inéditaelección -sumado a la poca convocatoria que ya tuvieron las municipales, cuando debutó el voto voluntario- pueden jugar en contra de que se registre una masiva participación en la primaria.

En ese escenario, la ex Mandataria pidió a los partidos que la apoyan que refuercen durante este mes el trabajo en terreno para convencer a la gente que es importante que voten el domingo 30 de junio.

Así al menos se lo transmitió esta semana al Partido Comunista y a la directiva del MAS.

Según trascendió, en ambos encuentros la abanderada dijo que su mayor preocupación es que esta medición supere la convocatoria de la primaria de 1999 , donde se midieron Ricardo Lagos -se trataba del primer socialista que podía volver a La Moneda después de Salvador Allende- y el DC Andrés Zaldívar.

Según los datos que se manejan al interior de los partidos de la Concertación, aquella vez participó cerca de un millón de personas.

Sin embargo, Bachelet ha dicho en privado que un segundo triunfo sería que el bloque opositor tenga una mayor convocatoria que la de los partidos de la Alianza, donde competirán el UDI Pablo Longueira y el RN Andrés Allamand.

Por otro lado, aunque en el comando no hay un estimativo sobre si Bachelet doblará o hasta podría triplicar a su más cercanos contendor debido a su alto respaldo ciudadano, en el comando sí aspiran a que la ex Mandataria obtenga más del 55% de las preferencias en la primaria opositora , con lo que el resto de la votación de dividiría entre los otros competidores del bloque; es decir entre Claudio Orrego, Andrés Velasco y José Antonio Gómez.

 

La PELEA DC por la «medalla de plata»

El apoyo recientemente otorgado por el PC a la ex Presidenta Michelle Bachelet generó en la DC y en el comando de su abanderado Claudio Orrego una reacción inmediata respecto a la necesidad de fortalecer su opción ante electores independientes y cercanos al centro político. Esto, pues además de la ex Mandataria, la amenaza del ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, se hace visible ante un electorado similar al que apunta el ex alcalde de Peñalolén.

Si bien en el partido dan como virtual ganadora a la ex ejecutiva de ONU-Mujeres, también señalan que hay confianza respecto a que durante este mes la figura de Orrego logre posicionarse muy cerca de Bachelet, quizás, en un segundo lugar que dejaría a la colectividad en una posición privilegiada a la hora de negociar a partir del primero de julio. De lo contrario, explican, se hace difícil instalar al partido frente al bloque de izquierda que comenzó a aglutinar la ex gobernante. Situación que ha sido vista con cautela y preocupación por la DC, especialmente a la hora de conformar un programa de gobierno común en la oposición , pues existen diferencias explícitas en torno a la manera de modificar la Constitución y escepticismo frente a la figura de una Asamblea Constituyente.

La apuesta del partido apunta además a buscar ser una alternativa diferenciadora con Velasco, identificar al abanderado DC como un hombre que pretende realizar cambios, pero que los quiere materializar en la órbita de los partidos y en particular de la Concertación.

Así, reconocen en la directiva que la irrupción comunista en el comando de Bachelet al menos ha ayudado a esclarecer que el objetivo en estas elecciones primarias será la pelea por el centro, apetecido además en la vereda del frente por el candidato de RN, Andrés Allamand, quien ha manifestado públicamente su interés por fijar parte de ese electorado ante la aglutinación de izquierda que refuerza la opción de Bachelet.

 

La puerta de entrada del PC a una NUEVA ALIANZA

La decisión del comité central del Partido Comunista de participar en las primarias y respaldar la candidatura de Michelle Bachelet marca un nuevo hito en la reinserción del PC en el sistema político, acercándolo a la posibilidad de volver a ser una fuerza de gobierno después de cuatro décadas.

La tienda que dirige el diputado Guillermo Teillier suscribió con los partidos de la Concertación el pacto Nueva Mayoría, germen de lo que podría convertirse en una nueva alianza política de aquí a noviembre.

En lo inmediato, conocida la disciplina de las bases comunistas, en el comando de Bachelet están esperanzados en que el PC hará un significativo aporte en los trabajos de campaña y la movilización de electores a las urnas en favor de la candidata de izquierda.

Así lo planteó Teillier cuando dijo a su partido que "es necesario dar una señal potente de unidad y contribuir a que en las primarias de la oposición participe una mayor cantidad de electores que en las de la derecha".

 

OPOSICIÓN: Oportunidad para activar redes y equipos

Para los partidos y candidatos parlamentarios de la Concertación, la primaria representa una oportunidad para activar y movilizar los equipos de campaña , a la vez que ganar tempranas adhesiones asociándose a la candidatura presidencial más prometedora.

En ese sentido, en el PS y PPD , tanto los incumbentes como los interesados en postular a un escaño en el Senado o la Cámara de Diputados han intensificado su presencia territorial y desplegado sus redes en torno a la campaña de Michelle Bachelet , confiando en que la popularidad de la candidata de izquierda les reditúe electoralmente en sus propias aspiraciones.

Ello ha llevado a que precandidatos del PS y del PPD que se disputan el mismo distrito también rivalicen por aparecer cercanos a la abanderada en las visitas a terreno de esta. Algunos de ellos aún no son proclamados y podrían también tener que ir a una primaria convencional para asegurar una candidatura.

 

La «MAQUINA» UDI vs. la "EFICIENCIA" RN

¿Qué se impondrá? El 30 de junio se verá si la conocida «máquina» de la UDI será capaz de hacer frente a los seis meses de ventaja que RN le lleva en la campaña.

Para alcanzar el triunfo en el incierto escenario de voto voluntario, ambos partidos han potenciado diversas estrategias y exigencias a sus parlamentarios. La UDI apuesta a la capacidad de movilización de sus bases, con un discurso centrado en su voto duro , para imponerse con su abanderado, Pablo Longueira .

En la directiva advierten que "tenemos claro que el RN Andrés Allamand lleva 6 meses de campaña, nosotros 3, y que ha contado con muchos recursos. La UDI podría perder y sabremos que habrá sido por tiempo".

Para enfrentar este escenario, el gremialismo se impuso una exigencia por comuna : obtener el 20% de la votación de alcalde (ya sea si un UDI fue electo o quedó en el camino) o el 25% de la votación de concejales, en caso de haber perdido la primera. Y esperan que en la Región Metropolitana y de Valparaíso o la ciudad de Concepción logren buenos resultados para Longueira. Las dudas están puestas en las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Araucanía. Además, el comando le ha pedido a sus parlamentarios poner todo su capital político en pos de nuevos apoyos.

En el caso de RN, elaboraron un plan para "desmitificar" la «maquinaria» UDI. Por ello se decidió que la votación que obtenga Allamand tendrá relación directa con la conformación de la plantilla parlamentaria . A contar de mañana, todos los candidatos deberán informar por escrito de sus acciones concretas de convocatoria de adherentes que han hecho para ganar el domingo 30.

Del resultado de ese trabajo dependerá quién es candidato al Parlamento y quién no. La lógica de la decisión tomada hace pocos días es que "quien no es capaz de movilizar votantes con miras a la primaria presidencial, no está en condiciones de ganar una parlamentaria".

Además, el ex ministro ha apostado a reforzar su presencia en el mundo independiente y las regiones , ampliando su discurso a un público de centro.

En RN se añaden diez primarias parlamentarias, convirtiéndose en el único partido que usará la ley para ello y que, apuestan, podrían allegar más votos en la presidencial.

 

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