Carolina Goic y el fin de su tratamiento contra el cáncer: "Agradezco vivir"

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En medio de aplausos, esta mañana la diputada Carolina Goic Boroevic regresó a sus funciones en la Cámara, tras un receso de casi diez meses en los que se dedicó por completo a un tratamiento para sanarse de cáncer linfático. La bienvenida de la mesa de la corporación se la dio el independiente Roberto Delmastro, segundo vicepresidente, con quien estrechó lazos en este tiempo, ya que también el parlamentario ex RN está en tratamiento contra el cáncer. En estos meses, ambos mantuvieron un acuerdo de honor de parear sus votos en respeto por la ausencia del otro.

Tal como ocurrió cuando recibió la fuerte noticia de que tenía linfoma de Hodgkin, la diputada magallánica -única mujer de los 19 integrantes de la bancada DC- habló con La Segunda, emocionada y con renovadas fuerzas de su regreso y su campaña senatorial.

Fue el jueves 2 de agosto de 2012 cuando ingresó a la Fundación Arturo López Pérez para su primera sesión de quimioterapia. Como todo paciente de cáncer, comprendió que la lucha contra el tiempo era clave para combatir el linfoma. Aunque el tratamiento duró más de lo que esperaba, el sábado pasado recibió por fin la noticia de que había sido declarada sana y tenía luz verde para volver al Parlamento.

En su mejoría influyó lo metódica que es, como también la detección temprana del linfoma, cuando se notó extrañamente cansada y con un resfrío que no cedía. "La semana pasada tuve mi examen de control, donde ya aparece que efectivamente el tratamiento dio sus resultados, sin tumores. Ahora hay un proceso de seguimiento, pero ya estoy sana, estoy feliz", dice con su característica sonrisa, al reunirse con este diario en un café de Providencia, en la víspera de su retorno, escoltada por parte de su equipo que la cuida a sol y sombra.

"Inicialmente me habían planteado un tratamiento más corto. Se alargó un poquito, pero con buen resultado. Tuve quimioterapia inicialmente cada 15 días; después aumentó la intensidad del tratamiento, hasta una última en marzo, cuando fue la quimio más fuerte", cuenta serena y con cautela. "El alta técnicamente es después de cinco años, por eso soy cuidadosa en decir que no estoy de alta. Pero ya puedo retomar de a poco la vida normal. Estoy muy optimista de que es una etapa superada".

-¿Cómo describe estos meses?

-El cáncer no es la noticia que esperas, fue una sorpresa, algo que ves que le pasa a otros. Sin embargo, siempre tuve la convicción de que me iba a sanar y, más que pensar en que esto era un castigo, tenía un sentido. Soy súper creyente y no me quedé en el "por qué", eso te inmoviliza y te enferma más; pensé en el "para qué". El aprendizaje de estos diez meses tiene una cara positiva.

-¿Encontró ese propósito?

-Creo que todavía hay mucho que procesar. Pero sé que esto no puede ser sólo un paréntesis en mi vida. La vivencia personal es distinta cuando te toca en primera persona, no es lo mismo que te lo cuenten, a vivirlo. Conocí a mucha gente enferma, y tengo la tremenda oportunidad de estar en un espacio para llevar la voz de la gente que habitualmente no puede plantear el tema del cáncer, que es la segunda causa de muerte en nuestro país. Se ha avanzado en cobertura AUGE y se pueden hacer tratamientos que antes eran imposibles, pero queda muchísimo por hacer en diagnósticos oportunos, costo de los medicamentos; en Magallanes no hay especialistas. También en el sistema privado estás amarrado a determinados prestadores, que no necesariamente te garantizan el mejor tratamiento.

-Hubo incluso una marcha de los enfermos que remeció a muchos, encabezada por Ricarte Soto.

-Es súper valioso lo que hizo él. Visibiliza una realidad que a veces está oculta, quizás porque como sociedad no nos gusta hablar de cosas feas y la enfermedad lo es. Este país cuenta con recursos y no puede ser que haya gente que se muera porque no tiene acceso a un remedio.

Como legisladores cumplimos un rol y hay que dar prioridad a estos temas. Cuando está en juego la vida de las personas, ¡pucha que es difícil entender que las discusiones se demoren meses o años! Hay una responsabilidad de agilizar las discusiones, pero también dar una mirada más integral. Por ejemplo, cómo cambia un tratamiento cuando tienes apoyo sicológico; muchos enfrentan esto solos. Yo he sido muy afortunada, he tenido mucho cariño, las oraciones han sido súper importantes, mi familia, mi marido.

También hay que abordar la prevención, el deporte. Esta es una sociedad que tiende a privilegiar al que se desgasta en el trabajo y eso finalmente también tiene un costo en salud.

-¿Hay desprotección por parte del Estado?

-Hay una protección insuficiente, tenemos que lograr que la salud sea una garantía, un derecho, que no dependa de la capacidad económica. Cuando vemos las ganancias de las isapres y se enfrentan rigideces difíciles de explicar, hay cosas por hacer.

-¿Quiere ser una activista por los enfermos de cáncer?

-De todas maneras. Incluso es una forma de devolver el cariño de la gente.

-¿Fue muy doloroso el tratamiento?

-En general lo toleré bastante bien, incluso en la última quimio que fue muy fuerte. Me cuidé y tomé licencia para concentrarme en esto.

"Tenía la convicción de que me iba a sanar"

-¿Se quebró en algún momento o siempre se mantuvo firme?

-Desde que me dieron el diagnóstico tenía la convicción de que me iba a sanar, es importante la actitud. Los médicos, los remedios son instrumentos en un proceso que uno tiene que encabezar como paciente. La gente que está decidida a dar la lucha, habitualmente sale adelante o le gana tiempo a diagnósticos de muy poco tiempo de sobrevida.

Yo agradezco a Dios hoy día estar sana, retomar mi actividad, agradezco el respeto de todos. Sin fe, no me imagino cómo lo hubiera hecho. Y salgo totalmente fortalecida. Yo agradezco la posibilidad de vivir (se emociona)... Estas cosas te enseñan a disfrutar más la vida, a ver lo que antes no notabas. Me tocó pasar el Año Nuevo con una señora que estaba con cáncer terminal... ella falleció. Y me impresionó su sabiduría para enfrentar una etapa tan difícil, cuando sabes que no te vas a sanar, mientras que yo sabía que me podía sanar. Pese a lo difícil de su situación, ella era capaz de descubrir los regalos que te tenía la vida cada día, desde quién te viene a ver, cosas súper sencillas, habitualmente pasas por la vida sin valorar esas cosas, y ahí está presente Dios, disfruto la naturaleza y siento que cada día tiene un sentido. Y por las noches, doy gracias porque tuve la posibilidad de terminar ese día.

A veces una se vuelve autómata; y es necesario tomar conciencia de lo que te pasa... también ha sido bonito darme cuenta de que eres significativa para otras personas.

-Ud. dijo que sus hijas estaban contentas porque iban a tener a la mamá más en la casa. ¿Por qué regresar al fragor del Congreso?

-Estuve súper regaloneada, fue la cara positiva. Uno tiene que volver con más sabiduría y equilibrar, hay cosas en que uno se siente imprescindible y que puedes delegar. La actividad política y la familia son compatibles, hay que organizar las cosas, aunque hay dificultades, vivo en Magallanes, pero mi oficina no paró un solo día, tuve el apoyo de mi equipo, de mi bancada, de mi partido y el respaldo transversal de mis colegas.

-Con un pareo con el diputado Delmastro.

-Con toda la gente que ha tenido cáncer estableces un lazo distinto.

-En el mismo periodo legislativo se enfermaron usted, Roberto Delmastro, Fernando Meza y Clemira Pacheco. ¿Qué piensa acerca de eso?

-Las estadísticas indican que hay un aumento significativo de cáncer, y además afecta a gente joven. Este país requiere una política más integral en tratamiento del cáncer, hay programas valiosos, pero aislados. Podemos avanzar, y me encantaría colaborar en eso.

-¿Tuvo algo de traumático este proceso?

-No ha sido un proceso traumático, mi marido es una maravilla y fue clave enfrentar esto con transparencia, les contamos a nuestras hijas con todas sus letras lo que tenía la mamá. Y también lo asumí frente al resto. Se me cayó el pelo... y va a volver a crecer (sonríe). Soy transparente y de una sola línea, no tengo nada que ocultar, así que sí tuve que salir pelada, fue un alivio para mí.

-¿Es posible un doblaje de la Concertación en la senatorial de Magallanes?

-El doblaje es difícil. Haré mi mejor esfuerzo y con Pedro Muñoz (PS) no tengo ningún problema de hacer una campaña en conjunto.

-Su candidatura estaba clara; la de Muñoz estuvo en duda.

-Respeto las decisiones del PS.

-¿Cómo ve el rearme de la Alianza, que no cuenta con parlamentarios en la zona? Se ha hablado de una candidatura de Rodrigo Alvarez.

-Hay bastante incertidumbre en la Alianza. No me atrevo a decir qué va a pasar. Magallanes es una región particular, los independientes han captado la votación de la Alianza. La Concertación tiene mucho más claro el panorama.

-Si no doblan, ¿cree ser la más fortalecida para ganar?

-Hay un trabajo que la gente reconoce. Nunca hay una carrera ganada, pero soy aplicada.

-¿Cómo vio el fracaso de las primarias legales?

-Lo que uno habría esperado es que el compromiso (de primarias) hubiera sido coherente con la decisión que se tomó.

-¿La DC fue "maltratada" o es tan responsable como los demás partidos?

-La DC hizo primarias en distintas regiones, con nuestros recursos e incuestionables. La DC tiene qué mostrar y la frente en alto.

-Hubo una fuerte polémica por el saludo de Aldo Cornejo en el Día de la Madre, con la imagen Bachelet, y no con Orrego. Ud se reunió con ella, aunque la visitó por su tratamiento.

-Claro... y fue una visita muy respetuosa. Valoro mucho que Claudio Orrego ponga temas en discusión, hay un proceso definido donde los militantes asumimos ciertas reglas. El lleva la voz de la DC y tiene que contar con un respaldo en serio, independiente de las probabilidades de ser electo.

-¿Quedará la DC debilitada tras la primaria?

-Vamos a tener un candidato único detrás del cual vamos a estar todos y la DC es clave, no me imagino un próximo gobierno sin la DC, es imprescindible.