Segundo hijo del abanderado UDI participará en el comando juvenil. "El mayor riesgo es que no logremos que se conozca a mi papá como es... La gente cree que es peleador y está lejos de serlo", asegura.
Foto ALEJANDRO BALART
Tomás (28) es el segundo de los siete hijos del candidato UDI, Pablo Longueira. Ingeniero comercial, hasta hace unos días trabajaba en una empresa financiera, pero la semana pasada pidió permiso sin goce de sueldo para desplegarse por completo en la campaña de su papá.
Dice que está dispuesto a viajar por Chile en bus y dormir en carpa. Y aunque se autodefine como reservado y alejado de la política, reconoce que "esta decisión la tomé más con el corazón que con la cabeza". Tomás admite, eso sí, que la tarea no será fácil. "El mayor riesgo de esta campaña es que no logremos que la gente conozca a mi papá como es. Me doy cuenta de que no lo conocen; creen que mi papá es muy agresivo, cuando no lo es".
Y cuenta una infidencia: "Hace unos días mi hija estuvo en la clínica y la persona que más fue a verla fue mi papá, en una de las semanas más intensas de sus últimos años por su candidatura. La visitaba en la mañana, almuerzo, tarde y noche. Ese es un gran valor suyo".
-¿En qué minuto tu papá les planteó que quería convertirse en candidato de la UDI?
-Mi papá nos contó de su candidatura el domingo 28 de abril (un día antes de la bajada de Laurence Golborne), a la hora de almuerzo. El nos pidió que se tomara una decisión en conjunto. Nos preguntó si estábamos dispuestos a tomar el desafío y todos respondimos que sí. Mientras yo doy esta entrevista, otros cumplen una función diferente. Algunos colaboran en sus tiempo libre, otros 100% dedicados.
-El varias veces quiso retirarse de la política... ¿Por qué ser candidato ahora y no antes?
-Era fundamental que esta candidatura contara con unanimidad, y dado que eso se dio, era el mejor escenario. Si el país lo necesita, y así fue como se lo pidieron desde la UDI, él está dispuesto. Nosotros, contando con esa unidad, creemos que el sacrificio vale la pena.
-¿Pero no es una desventaja partir la campaña a tan poco tiempo de las elecciones primarias?
-Esta candidatura va mucho más allá que ganar la elección. Nadie aquí está pensando en si vamos a ganar o no, si las encuestas están a favor o no. Queremos dar la pelea igual. Lo que queremos es defender lo que creemos que es mejor para país. Defender una historia de 30 años, de sacrificios, y de lo que a mi padre más le apasiona: que todos los chilenos tengamos las mismas oportunidades. Que las personas que nacieron en una población, hoy sean profesionales.
-¿Cómo debería enfrentar a un competidor como Allamand? El fue muy crítico con Laurence Golborne.
-Espero que no sea así, espero un clima de conversación y unidad. La idea es lograr al mejor representante del sector, que creo que es mi padre.
-¿Cuáles son las desventajas de la candidatura de tu padre?
-El mayor riesgo es que no logremos que la gente conozca a mi papá como es. Me doy cuenta de que no lo conocen, creen que es muy agresivo... Todo lo contrario, es muy alegre. La gente cree que es peleador, y está lejos de serlo. Muchos le ponen un freno a Longueira porque creen conocerlo. Por eso nuestro mayor desafío es que lo conozcan. Si logramos eso, ganamos la presidencial.
-¿ Por eso se explicaría su alto nivel de rechazo en las encuestas?
-Su fama de duro se genera por la pasión que le pone a lo que hace. Defiende sus argumentos con mucha fuerza. Y cuando la gente lo conoce se lleva la sorpresa de que es súper sencillo, alegre y conciliador.
-¿En menos de 50 días la gente va a alcanzar a conocerlo?
-Ese es el problema. En la TV es difícil porque son 30 segundos de exposición por candidato y se priorizan cosas que no son importantes. La pelea chica, la contingencia, no aportan mucho.
-Y suponiendo un triunfo en las primarias, ¿esperas que Longueira pueda alcanzar a Michelle Bachelet?
- Sí. La historia que hay detrás de mi papá es muy potente. Que haya dedicado una vida entera a construir un partido que trabaje por los demás, le da un relato importante. Sin duda mi padre es mejor que Bachelet.
-¿Crees que contarán con el respaldo de RN?
-Estoy convencido de que sí.
Salida de Golborne: "Fue la mejor decisión"
-¿Qué opinas de Golborne?
-Tengo una muy buena opinión de él. Es una persona de sacrificio, de entrega importante por los demás. Eso lo demostró al haber puesto su candidatura a disposición por un bien mayor. No debió haber sido nada fácil.
- ¿Su salida fue la mejor decisión?
-Sí. Mi papá logra despertar a la UDI y eso será fundamental en la campaña presidencial. Había que volver a las raíces, entender el servicio público como un sacrificio y no con tanto cálculo.
-Pero en el entorno de Golborne están dolidos por la forma en que se bajó su candidatura...
-Las formas siempre se pueden mejorar, pero fue difícil con la vertiginosidad en que ocurrieron los hechos.
Tolerancia Cero, el caso Spiniak y su hermano enfermo
-¿Cuál ha sido el mejor y peor momento político de tu papá?
-Como ministro de Economía es donde más feliz lo he visto. Lo vi gozar con la posibilidad de hacer cosas que le hubiese encantado hacer antes.
-¿Y el peor?
-El caso Spiniak. Si hay algo que mi papá no tolera es la mentira. Quedó claro en Tolerancia Cero, cuando la acusación de Fernando Paulsen por su voto del plebiscito lo descolocó. Primera vez que escucho a alguien decirle "mentiroso". Eso es peor que sacarle la madre.
-¿Cómo enfrentaron el cáncer de tu hermano Matías? Cuando se le detectó, tu papá estaba recién asumiendo en Economía...
-Fue muy duro, pocas veces lo he visto tan afectado. Me tocó recibir la noticia con él y lo descompuso. En ese sentido, Matías nos dio una lección de fuerza para enfrentar la situación. En general, mi papá ha sabido llevar muy bien su mundo político y familiar. Para él la familia es un descanso, es recargar energía y pasarlo bien. Por eso la política se mantiene al margen dentro de la familia.