A través de Rodrigo Peñailillo, su mano derecha, la candidata transmitió a los timoneles PS y PPD una clara instrucción: flexibilizar al máximo sus aspiraciones, a riesgo de perder cupos primordiales.
"La presidenta quiere un acuerdo", sentenció Peñailillo a los timoneles PS-PPD el lunes, reiterando la petición que ella les hizo el 5 de abril.
El lunes 29, Rodrigo Peñailillo llegó a la habitual reunión del comité político del comando presidencial de Michelle Bachelet para analizar la agenda de la semana con el resto de los integrantes de la instancia. Esta vez se encontraba preocupado, porque presentía que el mensaje expresado por la abanderada sobre conformar una «nueva mayoría» en la Parlamento corría el serio riesgo de no cumplirse.
El mayor temor de Peñailillo se hizo realidad cerca de la medianoche del miércoles, cuando los principales dirigentes del conglomerado opositor admitieron que no participarían en primarias para elegir a sus candidatos a diputados y senadores.
Y es que la «mano derecha» de Bachelet había pedido expresamente a los presidentes de los partidos, Osvaldo Andrade (PS) y Jaime Quintana (PPD), que hicieran el mayor esfuerzo para que el bloque llegara a un acuerdo y también incluyera a Revolución Democrática y al MAS en la plantilla parlamentaria para enfrentar la elección de primarias del próximo domingo 30 de junio.
Quienes conocieron la conversación aseguran que el coordinador de la campaña exigió a los dirigentes que flexibilizaran sus posturas, aunque ello implicara perder cupos que para el PS y el PPD eran primordiales. "La Presidenta quiere un acuerdo", sentenció Peñailillo, antes de concluir su intervención en la cita del lunes pasado.
Frenéticas gestiones
Con el mensaje claro del comando de la abanderada, Andrade y Quintana intervinieron en la negociación parlamentaria el martes en la tarde, cuando las conversaciones al interior del sector habían llegado a un punto muerto, luego del fuego cruzado entre el Partido Radical y el PPD por la definición del cupo a senador en la VIII Región Cordillera.
Pese a las intensas gestiones realizadas ese día por los máximos dirigentes de los partidos que apoyan la postulación de Bachelet, esa noche el diálogo se dio por cerrado. Esto, luego de que el PR acusara al PPD de "calumniar" a su candidato presidencial, José Antonio Gómez, pues durante el debate aquellos señalaron que el objetivo de los radicales era guardarle un cupo al senador una vez que perdiera la primaria presidencial frente a la ex Directora de ONU-Mujeres.
Sin embargo, el miércoles, cuando la atención mediática estaba puesta en la celebración del 1 de mayo, los timoneles del PS y el PPD nuevamente hicieron gestiones para reactivar la negociación y así inscribir el pacto de primarias parlamentarias esa medianoche.
A la cita, que tuvo un carácter urgente y se realizó en la sede del PS, llegaron los secretarios generales del bloque, Francisco Javier Díaz (PS), Lautaro Carmona (PC), Miguel Moreno (PR) y Gonzalo Navarrete (PPD). El gran ausente fue el secretario nacional DC, Víctor Maldonado, quien se sumó a la cita de emergencia de las 21 horas del miércoles, porque, según trascendió, el dirigente estaba convencido de que ya no había vuelta atrás en la decisión que habían tomado de no hacer primarias.
Las peticiones DC
La tarde del miércoles, y después de varias horas de discusión que a ratos subió de tono según relatan varios asistentes, los partidos lograron aproximarse a un acuerdo. Esto porque el PS, presionado por la exigencia del comando de Bachelet, ya había cedido gran parte de los cupos que buscaba conservar. Por ejemplo, entregó al PC La Florida, para que Camila Vallejo acompañara a un DC en la lista.
En tanto, el PPD también se había abierto a abrir espacios en San Bernardo, donde la DC quería un cupo garantizado. Pero en paralelo mantenía su intención de que se hicieran primarias en la VIII Región Cordillera, donde postula el diputado Felipe Harboe.
Sin embargo, quienes asistieron al encuentro dicen que Maldonado echó todo abajo cuando dijo que la DC sólo aceptaba hacer primarias en un distrito y propuso que fuese el de Antofagasta.
Pero el secretario nacional del partido de la falange les tenía reservada otra sorpresa a sus aliados: la DC aceptaba hacer una primaria a cambio de que les aseguraran sin competencia candidatos en San Bernardo, Santiago, Conchalí, Independencia y La Florida.
Fuentes del PS aseguran que la postura expuesta por la DC superaba los límites tolerables por el resto de los partidos opositores. "Todos lo hicimos mal, pero la DC llegó tarde, sin papeles para inscribirse y con una propuesta imposible de aceptar", afirma un dirigente que participó en el crucial encuentro.
Otro elemento que habría pesado en la postura DC es la preocupación de algunos candidatos a diputados y senadores, quienes manifestaron a la directiva del partido que sería perjudicial para sus aspiraciones aparecer en la foto junto el abanderado Claudio Orrego, mientras sus contendores lo harán con la líder PS durante la campaña.
La advertencia de Bachelet
Un día después de que fracasaran las gestiones para suscribir las candidaturas parlamentarias, Bachelet calificó el hecho como "una muy mala señal". Pero también envió un mensaje claro al bloque PS-PPD y al resto de la coalición: "Hoy día soy la candidata de dos partidos de la coalición, no soy la líder de la Concertación. Hay otros candidatos, de otros partidos".
Cercanos a la ex Mandataria dicen que su afirmación no fue casual y que a Bachelet le molestó que la responsabilizaran a ella de que no prosperara un acuerdo, en circunstancias de que el abanderado DC, Claudio Orrego, no respondió por la postura asumida por su colectividad .
Pero Bachelet también les habló a sus partidarios, cuando se refirió a su idea de impulsar una «nueva mayoría» en el país, señalando que "ésta no se agota en los partidos, implica la necesidad de poder abrir, de no excluir".
El vocero comunicacional del comando, Alvaro Elizalde, explica que " la nueva mayoría debe ser más que una suma de siglas . Es una mayoría política y social que requiere de la contribución de todos los ciudadanos independientes que, compartiendo los valores y principios de la oposición, no se sienten representados por los partidos".
Aunque cuestiona al conglomerado porque no logró un consenso, dice que aún existe la posibilidad de construir un acuerdo "sin exclusiones".
"Se desaprovechó una gran oportunidad al no realizar primarias parlamentarias de la oposición. Sin embargo, el desafío de construir una lista parlamentaria con el mayor grado de amplitud y pluralismo sigue pendiente, y en ese proceso deben tener un espacio tanto los partidos políticos como los liderazgos independientes", asevera el representante de Bachelet.