Aunque la directiva dice que no bajará a su candidato, el duro golpe coincide con los reclamos internos de los parlamentarios y las gestiones privadas de algunos por convencer a la ministra Evelyn Matthei que lo sustituya.
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Antenoche, poco después de que se supiera que la Corte Suprema ordenaba a Cencosud devolver los dineros cobrados por alza unilateral de las comisiones de mantención de la tarjeta Jumbo-Mas, calificándolas de "abusivas", comenzó a sesionar una especie de comité de crisis en la UDI. La clara y urgente misión era definir cómo saldría Laurence Golborne -gerente general de la firma en 2006- a enfrentar a la mañana siguiente, es decir ayer jueves, uno de los flancos más delicados de su carrera presidencial.
Según cuentan en el gremialismo, entre otros intervinieron el presidente del partido, Patricio Melero; su antecesor y nexo de la tienda con el candidato, el senador Juan Antonio Coloma, y el histórico consejero político-comunicacional de Suecia 286, Manfredo Mayol.
Una de las versiones del episodio cuenta que al candidato se le aconsejó por teléfono explicar el caso diferenciando entre la sentencia inicial, que le dio la razón a Cencosud, y la definitiva, que condenó su actuar. Pero sin entrar en demasiados detalles y, lo más importante, remarcar que el caso estaba "aclarado". Las ideas se resumían en una declaración de no más de seis líneas y apuntaban a un mensaje conciso.
Otra versión agrega que Golborne debía sostener que el caso se arrastraba hace años, pero sobre todo que centrara su discurso en Cencosud, en "la empresa" y jamás en él.
Los gremialistas que supieron de dicho episodio se llevaron una sorpresa que dio paso a la desazón -con visos de molestia en ciertos casos- a la mañana siguiente. Golborne eligió un canal de televisión de la VIII Región para argumentar que a los clientes de la tarjeta se les dio la opción de renunciar a ella si no aceptaban el alza, por lo que "no me parece un abuso".
Unas cuantas horas después, también en el sur, se jugó por una línea distinta: responsabilizar a sus ex empleadores en Cencosud: "Uno obedece las instrucciones y las directrices que se establecen a nivel de un directorio". Argumento que fue retrucado hoy por el actual gerente general de la firma (ver nota en página 31).
El diagnóstico en la UDI fue duro. Golborne, dicen, no sólo no siguió las directrices conversadas, sino que abrió aún más el flanco de críticas. Primero, al enredarse innecesariamente explicando detalles de la causa judicial; después, al seguir defendiendo el cobro unilateral y sostener que "no me parece que sea abuso"; y finalmente, al decir que "obedecía órdenes" no sólo contradecía lo anterior, sino que iba en contra del "perfil de líder" que en la tienda le destacan. Pero especialmente, comentan, que al final "hablara como gerente y no como candidato".
La cuestionada performance comunicacional del ex ministro sembró más dudas en Suecia 286 sobre el futuro de una candidatura que ya venía provocando inquietud en algunos sectores del partido, tanto por el público "tironeo" por temas valóricos como por la escasa, dicen, coordinación con la campaña parlamentaria. Ello, agravado por el temor de algunos gremialistas sobre que la ya complicada plantilla de postulantes a dicha elección no tenga un "paraguas" electoral lo suficientemente sólido. Lo anterior, pese a que entre los partidarios del abanderado se le sigue defendiendo con fuerza.
Cuando apenas faltan cuatro días para que expire el plazo legal de inscripción de postulantes a las primarias y la crucial encuesta CEP se está midiendo, el golpe a la campaña de Golborne se produjo, además, justo cuando en la UDI se ventilaba en privado el debate respecto a seguir hasta el final con su apuesta presidencial, o evaluar un urgente y dramático cambio de candidato (o mejor dicho, candidata) a última hora.
El flanco del "abuso"
Tras las primeras horas, entre los consejeros de Golborne explican que en la tarde ayer -en medio de una ola de llamados en los que habría participado el brazo derecho de Golborne, la RN Luz Granier- se optó por otra línea, activada luego de la dura pero previsible arremetida de Andrés Allamand en su contra, conminándolo a dar explicaciones.
La apuesta es tratar de "victimizar" a la carta presidencial gremialista culpando a su rival RN y a ese partido de atacarlo ... pero con la severa limitante de que las dos tiendas saben que ello no puede encenderse más de la cuenta, si después quieren sumar fuerzas para enfrentar a Bachelet después de las primarias.
La decisión gremialista de activar ese frente ya provocó que esta mañana se suspendiera la reunión en que cada viernes la UDI y RN analizan la plantilla parlamentaria -en un intento por corregirla y evitar doblajes- junto a los ministros del Comité Político. "Es un error de la UDI escalar artificialmente un caso judicial a un conflicto entre los dos partidos. La vieja táctica de cambiar el foco del tema no ayuda en nada en estos minutos", acusó el secretario general RN, Mario Desbordes . Pero en la mesa gremialista algunos dicen que el encuentro se suspendió por la ausencia de Carlos Larraín (hoy fuera de Santiago), aunque de todos modos evalúan presentarle un reclamo formal .
Y precisamente para evitar que el foco se desvíe de los cuestionamientos a Golborne, esta mañana Allamand no volvió a atacarlo con dureza, limitándose a decir que "durante esta campaña el tema del abuso a los consumidores ha sido un tema central y efectivamente ha habido posiciones diferentes entre los candidatos presidenciales de la Alianza". Pero enfatizó que "en la reacción frente al caso Jumbo-Cencosud la centroderecha, la Alianza, se juega su destino respecto de la próxima elección presidencial. El tema de los abusos va a ser absolutamente central en esta campaña presidencial. Y basta mirar los avisos de Michelle Bachelet para darse cuenta que la oposición va a intentar que éste sea un eje de campaña".
En el gremialismo algunos dirigentes sinceran que aún es incierto el impacto que tenga el caso Cencosud en los meses de campaña que quedan, y que eso depende sólo en cierta medida de cómo lo maneje Golborne, pero más que nada está sujeto a factores fuera del control del partido.
En Suecia adelantan que lo que ocurra entre hoy y la próxima semana será crucial. Golborne debería, dicen, ceñirse al plan original, remarcar que el caso ya está aclarado y trasladarlo al campo político .
Lo que ni su comando ni la UDI pueden controlar, se admite , es que el flanco abierto esta semana termine siendo un obstáculo insalvable para un candidato que apostó a perfilarse como la carta de la clase media . Pero algunos golbornistas creen que el impacto será acotado en el tiempo y aún aparece circunscrito a la elite, y que por lo que han visto en terreno el abanderado sigue siendo una carta potente.
Y así como en su momento la oposición instaló exitosamente la expresión "letra chica", en La Moneda se da casi por hecho que después de lo de Cencosud el ex ministro corre serio riesgo de ser etiquetado como 'el candidato del abuso'... en circunstancias de que uno de los slogans de campaña bacheletistas, es precisamente "Más igualdad. No más abusos".
Además, un respaldo cerrado de La Moneda al ex ministro se ve poco probable. Hasta hoy al mediodía, tanto la ministra vocera Cecilia Pérez como la Primera Dama, Cecilia Morel (ver entrevista en página 24) han sostenido que los candidatos deben explicar sus actos. En el gobierno algunos dudan que se pueda hacer mucho más, por riesgo a romper la prescindencia y neutralidad en la campaña.
El «fantasma» Matthei
En este complejo contexto, en la directiva de la UDI insisten que no van a bajar a Golborne (ver entrevista a Patricio Melero en página 20), y otros dirigentes, aunque conscientes de la comprometida situación en que quedó su candidato, dicen que es muy tarde para cambiar de opción.
Pero no todos piensan lo mismo, especialmente pensando en la parlamentaria... y en no dejarle la pista despejada a Sebastián Piñera para el 2017.
Hace varias semanas que algunos parlamentarios y dirigentes, que ya miraban con recelo la campaña del ex ministro, comenzaron a evaluar otras opciones. Sólo hay dos: los ministros Pablo Longueira (Economía) y Evelyn Matthei (Trabajo). El caso de esta última parece ser el que más despierta expectativas.
En el partido cuentan que algunos diputado, como Cristián Letelier, sondearon a Matthei sobre su posible postulación a fines de la semana antepasada. También estarían en la misma línea rostros como Manuel Cereceda. Si hasta ahora nadie lo había planteado en público, cuentan, se debe en parte a la enorme tensión interna por los cupos parlamentarios.
En contra de la ministra pesa, según algunos en la mesa UDI, que tiene un rechazo mayor que Golborne, a lo que se suma su escasa vida partidaria y que nunca ha sido vista como parte del ADN duro del partido.
Pero allí, y especialmente en Palacio, se comenta que el rechazo de la ex senadora es de todos modos menor al de Longueira. Eso sí, lo más llamativo ha sido su despliegue en las últimas semanas.
Tras la destitución de Harald Beyer, Matthei logró que Bachelet le contestara sus críticas -hasta entonces la ex gobernante no le había respondido ni al Presidente Piñera, ni menos a los candidatos- e insistió que le tiene "cariño" a la postulante opositora. Y ayer, en una jugada que aumentó las sospechas de varios, sentenció que "todos tienen que dar la cara" cuando se le preguntó por Golborne. Entre los cercanos a éste se dice que ella lo llamó después para aclarar que no se refería a él, pero otras versiones aseguran que eso no ocurrió, y que la ministra (quien está hace meses 'desencantada' de su campaña) aseguró lo que dijo aludiendo al candidato.
Con todo, en el gobierno reconocen que hay una razón de peso para considerar un drástico cambio de este tipo: que la UDI pueda apuntalar su compleja plantilla parlamentaria. Pero al costo de que la primaria se encienda definitivamente "al rojo", ya que las relaciones entre Allamand y Matthei están literalmente cortadas desde el gobierno anterior.
De hecho, en el comando del candidato RN reconocen que ya se han puesto en el caso que terminen enfrentándola a ella, y que sería un escenario complicado.
En cualquier caso, si se llega a concretar un cambio de candidato en la UDI -muchos lo siguen descartando-, los plazos son exiguos. Debería concretarse de aquí al martes, para llegar a tiempo a la inscripción a la primaria. O bien, como en su momento planteó Longueira, que ambos postulantes sigan hasta la primera vuelta.