Política
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Bachemelenas aseguran que un nuevo gobierno de la ex Presidenta "no será más de lo mismo" y piden activar agenda de género

La Segunda reunió a Carmen Andrade, ex ministra del Sernam de Michelle Bachelet, y Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, el mismo día en que la ex Mandataria llegó a Chile y anunció su nueva carrera a la presidencia. Ambas analizaron los nuevos desafíos de la ex directora de ONU Mujeres y su relación con los partidos políticos que la respaldan.  

por:  J. Martínez y J. Molina
sábado, 30 de marzo de 2013
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Una fue parte de su gabinete; la otra colaboró aportando en temas de igualdad de género.

Apenas se reencontraron en un café de Santiago, Carmen Andrade , ex ministra del Sernam, y Teresa Valdés , coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, no pararon de conversar sobre el que, en ese instante, era el tema del día: el regreso de Michelle Bachelet a Chile y su inminente candidatura presidencial.

La última vez que vieron a la ex Directora de ONU Mujeres fue en 2011, pero ambas la conocen desde hace años. Colaboraron durante su primera campaña a La Moneda y luego, de una u otra forma, fueron parte de su administración.

Aseguran que la ex Mandataria es una mujer "matea" y que, a pesar de haber estado tres años fuera del país, "se debe haber leído todos los diarios" nacionales durante ese tiempo, con miras a enfrentar el nuevo desafío presidencial.

Aseveran también que, de regresar a La Moneda, "no será más de lo mismo", debido a su experiencia en el extranjero. "Hay muchas cosas que ella no pudo hacer porque los partidos que estaban con ella no la apoyaron, principalmente en los temas de participación", dice Valdés, con una mirada crítica al actuar de la Concertación durante su gobierno.

-¿Qué impresión les dejó el recibimiento que la ex Presidenta tuvo cuando llegó a Chile?

Carmen Andrade: Fue una llegada súper bonita, una expresión de lo que es ella. Quienes la estaban esperando eran mujeres sencillas, de organizaciones, algunas históricas. Y lo que más decían los periodistas era que no había nadie conocido. Yo creo que eso es lo lindo, que haya ido mucha gente que la quiere y la aprecia, y que es la gente común y corriente.

Teresa Valdés: Eso es súper fuerte, dirigentas que han tenido una relación con ella y han trabajado antes y que tienen un respaldo de su trabajo.

-Cuando llegó no fue recibida por los presidentes de los partidos, sino que por dos alcaldes, Carolina Tohá (PPD) y Johnny Carrasco (PS). ¿Qué lectura hacen de eso?

T.V.: Esa es la realidad. En la elección pasada ella también inició su trabajo con la sociedad civil y las organizaciones, yo creo que esa es una señal súper clara de que su interés es relacionarse con toda la gente... ya vendrá el momento de los políticos.

C.A.: Además, había una representación paritaria de los alcaldes, un hombre y una mujer. Ojalá eso también sea una señal.

- ¿Pero es una señal de que su candidatura será más ciudadana y alejada de los partidos?

C.A.: Yo creo que ese ha sido su signo siempre. Nadie podría decir que ella no gobernó con los partidos, pero tampoco se deja gobernar por los partidos.

T.V.: Yo creo que ella ahora tiene más fuerza, más peso específico aún con respecto al gobierno pasado en términos de impulsar y liderar escuchando mucho.

- ¿Qué es lo nuevo que ella puede ofrecer en esta campaña?

C.A.: Haber estado todo este tiempo en el cargo que tuvo en ONU Mujeres, tener una dimensión internacional, haber conocido realidades tan profundas, etc. Mezclar lo que ella ya tenía, con un cargo de esta envergadura internacional, debe ser una tremenda ganancia para ella.

T.V.: Yo le agregaría estos años de distancia, una mirada de Chile desde afuera, más todo lo que ella vivió y pudo hacer estando en el gobierno, es muy significativo. Ella debe tener una mirada evaluativa probablemente mucho más rigurosa que la de nosotros. Ella es de las que no aguantan que le cuenten cuentos, lee muchísimo. Me consta que lee las críticas que le han hecho, las subraya. Y esto no va a ser más de lo mismo.

- ¿Cómo se imaginan que podría ser un segundo gobierno?

C.A.: Nosotras, las mujeres, hemos tenido bastantes retrocesos estos años. Lo primero que nos imaginamos es que se retome una agenda de género, porque hemos caminado hacia atrás en cuatro años. Mi primera expectativa es que ella retome políticas de igualdad, que es un camino que se interrumpió en Chile con la derecha.

T.V.: Ella se ha reforzado tremendamente en su compromiso político con las transformaciones. Desde ONU Mujeres le ha tocado estar en países que ni nos imaginamos, en el continente africano, en la India, en distintos lados. Ella ha fortalecido muchísimo su compromiso con la igualdad, (contra) la discriminación. Creo que va a retomar con más fuerza aún lo que ella traía antes, con el convencimiento de que los países son mejores cuando incorporan a la mitad de la población.

También tengo expectativas en el sentido de las grandes reformas. En el gobierno pasado ella quiso empujar una democracia participativa y fueron los propios partidos de la Concertación los que la bloquearon. Yo creo que ahora no sólo las cosas han cambiado, sino también hay una necesidad general de apertura, de canales de participación. Tengo muchas expectativas de que se puedan hacer las grandes reformas. La idea de tener una nueva constitución, una reforma tributaria, educación pública, gratuita y de calidad.

-Anteriormente el hijo de Bachelet expresó su preocupación por las altas expectativas que se han generado por su regreso a Chile. ¿Comparten ese temor?

T.V.: Hay muchísima expectativa sobre ella. Pero yo distinguiría distintos tipos de expectativa. Hay una que tiene que ver con la confianza que ella da y que es mucha. Eso no es problema. Y hay otra expectativa que tiene que ver con querer que se cambien cosas que no dependen del Ejecutivo. Cuando ella estuvo en la campaña anterior, tenía mucho temor de las expectativas. Pero pienso que hoy debe estar con mayor tranquilidad respecto a comunicar lo que se puede y no se puede. Y allí la responsabilidad es de los partidos y de la sociedad civil.

C.A.: Además tiene un gran capital que es que la gente le cree, tiene la confianza. Se me ocurre que va a tener la honestidad de decir "en esto me puedo comprometer y en esto no". Siento que en eso ella es transparente y hace que la gente lo comprenda lo comparta.

-Desde el oficialismo se le ha criticado por el silencio que mantuvo estos años que estuvo fuera y se ha destacado que llega a un país que ha cambiado mucho. ¿Cómo creen que enfrentará esos cuestionamientos?

C.A.: Ella no estaba en Marte; estaba en un organismo donde aseguro que el nivel de información, de insumo y de discusiones que se generan hace tener una visión tal vez más avanzada que la que nosotros tenemos. Porque ese tipo de roles te pone en contacto con los problemas más crudos de la humanidad, con los líderes políticos, con conflictos de todo tipo. No es que haya estado como de vacaciones sin enterarse de lo que había pasado.

T.V.: No es algo así como el "ahora se le terminaron las vacaciones" que dijeron por ahí y que me parece una falta de respeto.

- Conociéndola ustedes, ¿cómo imaginan que se ha preparado para volver a aceptar este desafío?

C.A.: Yo me puedo imaginar que viene súper informada y se debe haber leído todos los diarios. Debe tener todos los textos subrayados, debe estar mucho más informada que mucha gente que está acá. Ella tiene una capacidad de entender lo que pasa porque le importa de verdad la gente, no es una pose.

T.V.: Es súper matea. Su capacidad de trabajo es impresionante.

C.A.: Tiene esa cosa profunda de estudiar, de conocer, combinada con su sentido del humor, tan cotidiana. Me la imagino bien y con su madre, doña Angela, que es un pilar bien importante.

- ¿Cómo piensan que va a ser a partir de ahora su vida, que ya volvió de manera definitiva a Chile?

T.V.: Debe estar muy contenta de ver a la familia más seguido, es abuela, y ver a los nietos. Y con la meta cumplida de haber terminado ONU mujeres con una excelente declaración en la 57° sesión, en que las negociaciones fueron súper difíciles.

C.A.: Ahí no se negocia con partidos; se negocia con países. Imaginen conversar estos temas con El Vaticano, con los países islámicos, etc.

Creo que con todo lo que la conocemos, va a estar alegre, ella es muy positiva y ya es suficiente la responsabilidad que tiene. Pero ella sabe pasarlo bien, debe estar cantando, tiene una parte muy humana. Además, debe ser súper motivante llegar a un lugar donde mucha gente te quiere.

- En el caso de que la ex Presidenta les ofrezca integrar su futuro gabinete, ¿aceptarían?

T.V.: Yo quiero ser diputada, ella necesita un parlamento que respalde sus iniciativas, necesitamos a más mujeres y estoy segura de que ella va a querer a más mujeres en el parlamento. Espero ser candidata y haré también campaña por ella, pero no se me ha pasado por la mente un ofrecimiento de ese tipo, quiero ganar.

C.A.: Yo estoy encantada en el nivel local (como concejal de Puente Alto), me ha gustado mucho. Es como la vuelta al ciclo de mi vida política y profesional, ya que comencé trabajando en comunas y ahora estoy de vuelta.

Hay mucha gente preparada como para poder incorporarse al gobierno. Yo siempre he colaborado, pero desde otros espacios y hoy estoy en esto, y prometo que ni siquiera lo he pensado. Lo que sí tengo claro es que estoy dispuesta a acompañarla en la campaña.

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