Un fuerte aumento en las exigencias para que los jardines infantiles públicos y privados que funcionen en Chile anunció el Presidente Piñera junto al ministro de Educación, Harald Beyer.

Entre ellas, que cuenten con un reglamento interno que incorpore políticas de prevención y protocolos de acción ante conductas como abusos sexuales o maltrato infantil.

"Hoy las salas cuna y jardines infantiles no requieren autorización de nadie (...) Con este proyecto de ley vamos a asegurar a todos los niños que tendrán acceso a una educación de calidad" , dijo el Mandatario en la inauguración del año escolar parvulario, momento que aprovechó para firmar el proyecto de ley que modifica completamente los actuales requisitos de operación y fiscalización del sistema.

Actualmente los jardines infantiles y salas cuna -casi 13 mil en todo el país- no deben cumplir requisitos mínimos, más allá de lograr una patente municipal y proveer infraestructura y condiciones sanitarias.

Hoy nadie sanciona

Y en cuanto a la fiscalización, la tarea la está realizando la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) que si bien entrega o revoca empadronamientos (proceso voluntario por parte de las instituciones), no puede sancionar a los jardines y salas cuna.

A partir de este proyecto, dijo Beyer, se establecerán estándares mínimos de calidad aplicables a todos los establecimientos de este tipo. Para ello se creará una autorización obligatoria para funcionar (para quienes no cuenten con el reconocimiento oficial del Estado) que será otorgada por el Mineduc .

Para entregarla, el establecimiento deberá cumplir una serie de requisitos que estarán contenidos en un reglamento a definir. Sin embargo, ya se establecieron algunos de ellos:

- El sostenedor y administrador (así como su personal) no podrán haber sido condenados por crimen, delitos o tráfico de estupefacientes o delitos de pedofilia. Además se propone aumentar las multas a quienes no denuncien delitos que afecten a los niños y hayan ocurrido en jardines infantiles o salas cuna.

- Cumplir con normas de planta física, mobiliario y equipamiento según futuro reglamento del Mineduc.

- Tener y aplicar un proyecto educativo y un reglamento interno que incorpore políticas de prevención y protocolos en temas como abusos sexuales y maltrato infantil.

Beyer explicó que los establecimientos existentes tendrán 3 años (desde la aprobación de la ley) para lograr la autorización, y aquellos que se creen después de aprobada la ley deberán contar inmediatamente con el permiso del Mineduc.

"Es más difícil abrir un local comercial"

"Estamos cambiando el paradigma en términos institucionales", dijo Beyer, porque hoy "es mucho más difícil abrir un local comercial, de cualquier naturaleza, que un jardín infantil. Eso no puede ser".

Detalló que se entregarán a la Superintendencia de Educación Escolar las atribuciones de fiscalización, que sancionará las infracciones, aplicando desde amonestaciones hasta la clausura de los recintos. "Esto permitirá que Junji e Integra se concentren sólo en proveer educación", dijo.

Además se contempla un traspaso -por concurso público- del personal de Junji que actualmente realiza fiscalización a la Superintendencia.

"Hoy no hay una institución especializada (en parvulario). La principal falencia es que no existen materiales educativos (de calidad ) y se requiere de ese material, pero no lo podemos exigir porque la ley no establece requisitos específicos. Lo otro es que muchas veces no hay personal idóneo para llevar a cabo estas tareas".

La vicepresidenta de Junji, Francisca Herrera, valoró el proyecto "porque va a permitir que nos concentremos en entregar educación parvularia de calidad, además que por primera vez se reconoce en un texto legal la importancia de este nivel".