Militante del PPD y destacado miembro del comando de la candidatura de Andrés Velasco, el ex ministro, académico y experto en educación, José Joaquín Brunner, desafía la resolución de su partido de proclamar a Michelle Bachelet como su abanderada a las primarias de junio.

Conocido por sus posiciones liberales, cuestiona el llamado giro a la izquierda en la Concertación.

-¿ Por qué está con la candidatura de Velasco?

-Velasco representa bien el momento actual, de renovación y búsqueda en todos los sectores. El quiere participar con ideas en el debate público y eso me parece muy valioso. La primaria, más allá de designar candidato, que a esta altura no tiene demasiado misterio, es un gran momento para ir constituyendo corrientes de opinión, proyectos de país, y eso es lo que me gusta de Velasco.

-Han surgido versiones en el comando de Velasco en el sentido de que si las primarias no tienen ciertas condiciones, él optaría por ir a la primera vuelta.

-Él lo ha descartado públicamente, pero además, en el debate al interior de todos quienes lo apoyamos, es absolutamente claro que de ninguna manera está en el horizonte de esta candidatura llegar a la primera vuelta compitiendo al exterior de la Concertación. Esto ha nacido dentro del esfuerzo de renovación que ha venido haciendo la Concertación; allí es donde la candidatura de Andrés Velasco tiene puesto su centro de gravedad y va a estar hasta el último día.

-¿Tiene sentido este esfuerzo cuando todas las encuestas dan por ganadora a Michelle Bachelet?

-Las encuestas presentan un cuadro relativamente claro en cuanto a los resultados de las primarias y la elección presidencial. Pero no es eso lo que importa, sino comprobar si estamos empezando a vivir un momento de renovación y emergencia de nuevos liderazgos.

-¿Asume que la primaria va a ser útil para exponer ideas, pero sin la expectativa de ganar?

-No necesariamente. Todo candidato lucha por ganar, pero el proyecto que lidera Velasco es de largo plazo, no para una candidatura presidencial, sino para una lucha de ideas durante la próxima década. Ese proceso está recién comenzando y Velasco decidió jugar lealmente con las reglas de la Concertación.

-¿Qué aporta Velasco en esta competencia?

-El es clarísimo en plantear que el desafío es combinar dinamismo en el crecimiento económico con participación masiva en los beneficios que genera el desarrollo, además de un fuerte énfasis en libertades individuales y autonomía de las personas para tomar decisiones en el plano moral, cultural, de su vida íntima, etc. La combinación de esos tres elementos, en torno a los cuales se va a jugar el desarrollo de Chile en el siglo XXI, no está puesta con la claridad que expone él en ninguna otra candidatura.

-Francisco Vidal dice que Velasco es un liberal de derecha.

-Esto de Vidal de repartir insignias de quién está a la derecha o la izquierda es un juego obsoleto y pequeño; es no entender lo que está ocurriendo en el mundo global con el pensamiento socialdemócrata, libertario y progresista. Algo parecido a lo que le pasa a la derecha con Piñera y esta discusión anticuada que está haciendo Jovino Novoa en contra de algunas posturas del gobierno que implican mayor intervención del Estado, preocupación por el crecimiento y el mercado laboral. Vidal y Novoa representan el sector conservador en sus dos lados; son elementos reaccionarios que no captan el enorme dinamismo que tiene el capitalismo contemporáneo y su innovación en la cultura. Parece que eso los asusta y por eso se refugian en viejas categorías que no sirven para gobernar.

-¿No lo conflictúa ser del PPD y apartarse de la decisión del partido de respaldar a Bachelet?

-Para nada; la política contemporánea parte por afirmar la conciencia autónoma de las personas. En el PPD hubo voces policiales que querían poner fuera del partido a quienes apoyan otras candidaturas, pero se dieron cuenta de la locura que significaba para un partido que se fundó con ideas libertarias. Nos sentimos plenamente parte de la Concertación y leales con sus principios.

No me siento para nada conflictuado con el PPD pero si éste sí lo siente con alguno de nosotros, que tome sus decisiones, yo he tomado la mía y voy a llevarla públicamente hasta el final.

-¿No va a quedar en una situación compleja cuando el PPD proclame en abril a Bachelet?

-No. Mientras haya una primaria y Velasco esté participando en ella, voy a estar con Velasco. No voy a apartarme ni un ápice del proyecto histórico de la Concertación; si los partidos se ven complicados en términos burocráticos, son ellos los que deben tomar sus decisiones.

-Si Bachelet gana la primaria, ¿la va a respaldar?

-Si ella gana la primaria voy a estar con total entusiasmo defendiendo las mismas ideas que ha defendido Velasco. No creo que Michelle Bachelet, si vuelve a ser Presidenta, vaya a encarnar las ideas de una izquierda decimonónica.

-Pero, a nivel programático, en la Concertación están predominando posturas más de izquierda.

-No creo que eso vaya a predominar como política de gobierno, a menos que el presidente o presidenta quiera suicidarse políticamente.

-Se habla de una reforma tributaria por US$7 mil millones...

-Esas son ensoñaciones. Nadie va a imponer una reforma tributaria que detenga el crecimiento del país.

-El PPD está propiciando una política de giro a la izquierda.

-Tanto giro anunciado finalmente queda en tres titulares de diarios en los días siguientes a la proclamación, pero después no se traduce en nada. ¿Qué es seriamente hoy día un giro a la izquierda? Como dijo un gran sociólogo, éstos son "conceptos zombies", muertos que andan vivos por las calles.