En 30 años, este lugar -un rincón en la Araucanía- sufrió cambios radicales. "No era tan conocido y con su llegada (de Piñera y Bachelet) se transformó en un lugar de lujo", dicen los lugareños. De a poco ha ido requiriendo más servicios, mientras la plusvalía crece al igual que los turistas.
Fue a mediados de los 80 cuando la recién egresada estudiante de medicina Michelle Bachelet, junto a su amiga Estela Ortiz y otros conocidos, compraron un terreno a orillas del lago Caburgua, que por esos años pasaba inadvertido.
Por ese mismo tiempo, conquistado por la tranquilidad de esta zona de la Araucanía, adquiría su terreno el empresario y político Sebastián Piñera.
Ambos coincidieron esta semana en sus vacaciones en el lago y es una paradoja que, tres décadas más tarde, su misma presencia ha hecho que los veranos sean bastante menos apacibles en el lugar, debido al inesperado interés que generó primero la llegada de Bachelet a La Moneda y el posterior arribo del actual Mandatario a la Presidencia, lo que trajo también un incremento de turistas y crecimiento económico.
"Antes era pura tranquilidad, ni parecido a lo que es ahora; todo ha cambiado", cuenta Eriberto "Beto" Reyes, quien hace 30 años transporta provisiones en una embarcación a la comunidad ecológica -a la que no es posible acceder en auto- donde tienen su casa los actores Magdalena Max Neef y Julio Jung, y el arquitecto Cristián Boza, entre otras personalidades.
Con el pasar de las décadas, Caburgua -"lugar escarbado con cuchara" en mapudungún- ha pasado de ser un reservado rincón, muy lejos de lo que es el cercano Pucón (a 24 kilómetros, pertenecen al mismo municipio), a uno donde cada vez se ve más tránsito. Eso sí, sus moradores -empresarios, políticos, artistas y arquitectos- siguen buscando ahí privacidad y tranquilidad. La han conseguido, pero cambiando los medios.
El salto turístico
Recién a comienzos de los 70 se construyó el primer camino que permitía llegar hasta Playa Negra, a orillas del lago. "El camino desde Pucón llegaba hasta 10 kilómetros antes del lago, desde ahí eran bosques y barro", recuerda «Beto».
El alcalde de Pucón, Carlos Barra (RN), "nacido y criado" en la zona, rememora esos tiempos. "Caburgua se recomendaba, pero no era fácil llegar, porque no había buenos caminos, muy pocos accedían, sólo los vecinos. Fue un poco incómodo para los puconinos cuando empezó a llegar más gente. Perdimos soberanía, aunque eso también trajo beneficios", reconoce.
El ingreso masivo de veraneantes tardó varios años en producirse, en contraste con Pucón, que ya en la década del 30 partía en turismo con la construcción del Gran Hotel Pucón. En Caburgua, según cuenta Soledad Palacios, vecina de "toda la vida" del sector, sólo a fines de los 70 comenzaron a llegar los primeros "ricos" y "gente de Santiago" a vivir a orillas del lago. "Ellos construyeron sus casas y se mantuvieron alejados del pueblo", cuenta.
"El ingreso fuerte de turistas no ocurrió hasta hace como 7 u 8 años", prosigue Soledad. Fecha que coincide con las elecciones presidenciales del 2005, en que compitieron Bachelet y Piñera, y cuando también fue de dominio público que ambos tenían residencias de veraneo en el lago.
"Cuando los medios de comunicación cuentan que Bachelet viene a pasar las vacaciones a Caburgua, le da un tremendo plus al lugar. Lo mismo con el Presidente Piñera, más ahora que gobierna Chile", dice Barra. "Ojalá vinieran en invierno, cuando necesitamos levantar la temporada. Cuando la gente ve que nombran tanto a Caburgua en la prensa, dice que por algo será y se entusiasman a venir", agrega.
Plusvalía por las nubes
Los caburgüinos comentan que ha sido tanto el impulso con la presencia de estas autoridades, que muchos turistas lo denominan «el lago de los presidentes», y que entre risas señalan que para convertirse en un futuro Jefe de Estado sólo basta con tener una casa en el lugar.
La tesis de que la presencia de las figuras públicas contribuyó al auge de la zona es respaldada por el alcalde Barra, quien señala un crecimiento anual de aproximadamente un 5% de nuevos turistas; que la población flotante se triplica en la temporada estival y que han aumentado, aunque en un bajo porcentaje, las familias que se trasladan a vivir allá en busca de una mejor calidad de vida.
Asimismo, ha aumentado la demanda de patentes comerciales de temporada de verano: el 2002 sólo se solicitaron dos con el giro "cabañas de turismo", mientras que entre el año 2012 y este 2013 ya se han solicitado 56, la mayoría temporales para estacionamientos de vehículos, fruterías, venta de diarios, artesanías, cabalgatas, arriendo de quitasoles y sillas reposeras, y arriendo de embarcaciones; y entre las definitivas, para nuevas cabañas y restaurantes.
Ricardo Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Pucón, destaca que la presencia de los mandatarios ha provocado un crecimiento en Caburgua. "Se está proyectando comercialmente. Soy empresario y aposté por el lugar e invertí $125 millones en un restaurante", cuenta sobre el "Arenas Blancas", inaugurado hace tres años. Doris Sandoval también decidió construir un negocio en la que fue su casa de playa. El 2007 inauguró "Las Cabañas del Bosque de Caburgua" y actualmente tiene 5 viviendas y un hostal. "Vi que en esos años hubo un significativo aumento de turistas y me pareció un buen negocio para invertir", señala, dando cuenta que la llegada de Piñera y Bachelet "revolucionó" la zona. "No era tan conocido, y con su llegada se transformó en un lugar de lujo".
En tanto, Juan Carlos Rozas, dueño de la corredora de propiedades Terra de Villarrica, comenta que en los últimos 5 años el precio de la tierra ha aumentado un 200%: "Actualmente, una parcela de 5 mil metros cuadrados a orilla del lago cuesta sobre $200 millones; a mediados del 2000, era posible encontrarla por $50".
En este contexto, el alcalde reclama que hay un "tremendo déficit" en el pago de las contribuciones. "Se está haciendo imposible pagar las propiedades, sobre todo en el caso de las comerciales. Está sobredimensionado el precio del avalúo y los comerciantes están alarmados porque va a llegar un minuto en que no podrán pagar. Se está reajustando a una velocidad impresionante y mucha gente de escasos recursos se ha visto obligada a vender", dice.
Respecto de la inversión inmobiliaria, Rozas explica que es "más individual que empresarial". Si bien señala que hay algunos proyectos de construcción como Santa María de Caburgua con parcelas de agrado, la mayor inversión radica en la construcción de cabañas que repletan la zona. "Lo bueno es que lo han hecho los mismos propietarios de la zona", señala.
Más servicios y plan regulador
A muchos les gustaría que Caburgua se hubiera quedado como hace 30 años. Pero ni este lugar se salva de los tacos de regreso a Pucón, a contar de las 19 horas. "A quienes tienen casas, hace muchos años no les gusta que les lleguen más vecinos, pues privilegian la tranquilidad. Sin embargo, tampoco se puede tapar el sol con un dedo y evitar el progreso. Hay que agregar servicios básicos a Caburgua, aunque tampoco nos gustaría que se transformara en un pueblo como Pucón", dice el alcalde.
En cuanto a servicios, incluso fue necesario un transporte especial para los trabajadores particulares de las casas y los vecinos del lago: la barcaza Esperanza II, que comenzó a funcionar hace poco más de un año como una especie de "micro". Uno de sus tripulantes, Eber Klos, cuenta que está destinada "exclusivamente" para ellos, aunque también puede llevar turistas "siempre y cuando" se bajen en el camping que está al lado del Caburgua. Todos los días sale a las 7 de la mañana y 7 de la tarde desde el muelle de Playa Negra, y depende de la Armada y del Ministerio de Transportes.
Dentro de las próximas mejoras que el municipio tiene contemplado para Caburgua, está crear un sistema de alcantarillado, instalar un servicio de atención primaria de salud, un contingente de Carabineros permanente en la zona, extender el plano regulador de Pucón al lago y velar por la conectividad de los caminos.
"Estamos solicitando al MOP que se asfalten todas estas conexiones interiores. Esta es nuestra principal necesidad", dice el edil.
En tanto, el comité y la sociedad protectora de Caburgua, que conforman los vecinos, tienen entre sus proyectos construir una costanera que una Playa Negra con Playa Blanca, nuevos caminos de acceso e impedir la contaminación de la zona.
