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Novoa se defiende tras críticas de Piñera: "La autocomplacencia es una muy mala fórmula"

El senador afirma que la discusión respecto de su libro «Con la fuerza de la libertad» se ha "magnificado", y aunque no quiere caer "en un problema de descalificaciones", refuta los duros cuestionamientos que el Presidente hizo al texto. "Son calificativos que yo no usaría respecto al planteamiento de otras personas. Yo podría discrepar de lo dicho pero no tengo por qué decir que es pequeño, reduccionista, de la Guerra Fría. Creo que las cosas tienen un mérito en sí mismas".

por:  M. Eugenia Fernández, La Segunda
viernes, 08 de febrero de 2013
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Viene llegando de Puerto Rico, donde estuvo poco más de diez días. Tiempo suficiente para madurar las fuertes críticas que su libro «Con la fuerza de la libertad» recibió del Gobierno, del propio Presidente Sebastián Piñera, y de ministros militantes de la UDI como Pablo Longueira.

El senador Jovino Novoa afirma que la discusión sobre los cuestionamientos que estampó en su libro respecto del Ejecutivo, el segundo piso, la nueva derecha y diversas políticas, como la reforma tributaria, "se ha magnificado", y asegura que su planteamiento va más allá. "Lo del Gobierno es un tema secundario en este análisis. Quizás fue lo más punzante, pero siempre he pensado que los gobiernos pasan y las instituciones quedan. Parte de todo proyecto político es llegar al gobierno, pero los proyectos trascienden un gobierno", dice.

Novoa reivindica que se abra un debate sobre el tema y clarifica algunas posturas.

-¿Cómo tomó las críticas del Presidente a su libro?

-El planteamiento que hago en mi libro es para discutir ideas, por tanto voy a omitir las críticas personales porque no me parece conveniente reducir esto a un problema de descalificaciones o ataques y respuestas. Creo más necesario que nunca que en la centroderecha debatamos nuestras ideas, ver cuáles son las que uno tiene que mantener y cuáles cambiar en el mundo moderno.

Más allá de si lo que dije fue o no acertado, el enfoque que está en mi libro tiene una visión bastante más amplia que el reduccionismo que se ha hecho de centrarlo solo en un ataque al Gobierno. Yo parto por hacer una autocrítica a nuestro sector, a la labor que hemos desarrollado los dirigentes políticos, los partidos, eso es mucho más trascendente que los errores que ha cometido el Gobierno, que por lo demás los he planteado en su momento. Porque este Gobierno va a terminar en un año más, pero nuestros partidos están llamados a mantener una trayectoria que va más allá.

Yo planteo una cosa que considero una paradoja. Este es un gobierno que ha hecho bien varias cosas, no obstante lo cual no ha generado la mística que debiera haber generado un gobierno exitoso, porque la mística nace de valores y no de las estadísticas. Ahora, mi opinión no es la única, son muchas las personas que han planteado lo mismo, entonces me parece muy sorprendente que se haya hecho tanta cuestión sobre las críticas y se haya dejado de lado la discusión más de fondo.

-¿Por qué cree que se produjo esta reacción?

-Siempre las críticas de los partidarios llaman más la atención que las de los opositores, y yo he sido partidario de este Gobierno.

-Pero ha sido también uno de sus más duros críticos...

-He criticado cosas en las que me parece razonable tener discrepancias. Más que la guerrilla y las descalificaciones, es mucho más importante el análisis de cómo podemos enfrentar lo que la izquierda trató de plantear durante un año, que es que el sistema de economía libre -algo que nosotros defendemos- fracasó. Eso me parece tremendamente grave: si se acepta ese planteamiento, uno puede entrar después en una serie de errores que para nuestro país serían fatales y Chile no se puede dar ese lujo. Es un país pequeño, que debe enfrentar competencias difíciles, eso nos tiene que hacer más exigentes y la autocomplacencia es una muy mala fórmula.

"No pretendo que la mía sea «la» visión"

-¿En esta defensa del Gobierno ha habido esa autocomplacencia?

-Ellos han mirado solo lo bueno que se ha hecho y no aquellos aspectos que puedan presentar flancos críticos hacia el futuro. La elección presidencial de este año va a ser distinta a las anteriores, va a estar en juego una visión sobre un modelo de sociedad. Y en esa disyuntiva, era importante reafirmar que lo que hemos defendido como una fórmula exitosa en Chile no está agotada. En un mundo en que hay una globalización completa, un acceso a la información tremendo, una velocidad de cambios impresionante, ¿cuál es la mejor respuesta? ¿La del estatismo, del dirigismo? ¿O la que damos nosotros de la libertad y la capacidad creadora de las personas? Eso es legítimo de discutir. Además la discusión sobre qué piensa la derecha no la comencé yo, la comenzó el Gobierno cuando planteó la "nueva derecha".

-¿Sintió que hubo una descalificación personal por parte del Presidente hacia usted?

-Son calificativos que yo no usaría respecto al planteamiento de otras personas. Yo podría discrepar de lo dicho pero no tengo por qué decir que es pequeño, reduccionista, estrecho, de la Guerra Fría. Creo que las cosas tienen un mérito en sí mismas. Uno, dos o tres adjetivos no le quitan ni le ponen a la naturaleza de las cosas. Yo no soy académico, soy político, entonces planteo las cosas siempre en el plano de "yo pienso que son así", no en el plano de usar una especie de violencia intelectual, de creerme dueño absoluto de la verdad. Yo no pretendo que la mía sea "la" visión, habrá personas que estarán de acuerdo y otras que no.

-¿Se imaginó que el libro le iba a molestar al Presidente?

-No, no fue hecho con la intención de molestar. Y la realidad es que creo que es mucho más permanente el debate sobre cuál es la postura de nuestros partidos, de nuestro sector, incluso del sector empresarial y académico.

"La defensa de los consumidores tiene que ser muy cuidadosa"

-¿No le hace sentido que para llegar a La Moneda se requiere una mayoría y para eso se necesitan ideas que convoquen a más gente?

-Nosotros tenemos la experiencia de la UDI, que ha hecho crecer a la centroderecha en una forma notable pero sin renegar de su estructura doctrinaria, diciendo las cosas por su nombre, sin temor a ser incluso impopular. No cabe duda de que para ganar la Presidencia, uno tiene que obtener una mayoría del 50% más uno, pero no creo que en la Concertación digan "usted no diga lo que piensa para conseguir votos". Esa no ha sido la forma en que ellos han sido mayoría, entonces no considero que sea una regla de oro en la política, al revés, yo creo que es mantener una línea y sobre la base de esa línea, crecer. Cuando uno se desplaza, no crece.

-En el libro, usted menciona ciertos principios "graníticos" de la derecha, como la libertad individual, orden, empresa privada. Piñera considera que a estos se le han ido agregando otros, como la defensa de los consumidores, contra los abusos...

-Desde luego que nosotros en la UDI hemos demostrado que la centroderecha puede tener un ámbito de interés mucho más amplio que el de la empresa privada, y la defensa del consumidor es algo elemental en el mundo actual. Ahí no está la diferencia, sino en las herramientas que se usan. Un Sernac que se ha utilizado políticamente es distinto a uno que actúe técnicamente. La defensa de los consumidores que haga un gobierno de centroderecha tiene que ser muy cuidadosa en no perjudicar el sistema, hay que defenderlo.

Y es en esos aspectos donde he sido crítico. Nadie puede estar en contra de que el Servicio Nacional de Salud fiscalice que se cumplan las normas sanitarias en restoranes, pero ¿es necesario ir con la televisión cada vez, y armar un show mediático? Ese es el tipo de cuestiones que para algunos son sutilezas, pero para mí hacen toda la diferencia.

-¿Sebastián Piñera comparte estas ideas de la centroderecha?

-No sé... realmente no es el punto. Lo que yo digo va mucho más allá del Gobierno.

-Golborne no ha privilegiado el tema de las ideas. ¿Puede no plantear este debate en la campaña?

-La historia de vida de Golborne es la mejor garantía para la UDI en el campo de las ideas. Es un reflejo de una sociedad libre, que deja que las personas se desarrollen.

"No voy a polemizar con Pablo... No hay una cuestión personal"

-Pablo Longueira defendió al Gobierno. Dijo que todo lo que se estaba haciendo ahora era por lo que la UDI había luchado en 30 años...

-No voy a polemizar con Pablo. Los ministros tienen todo el derecho a defender el gobierno en el que están. El tema del Sernac viene desde antes que Pablo sea ministro.

-Pero bajo su gestión se produjo la polémica por los estacionamientos en los malls, que ud. criticó...

-En su momento lo critiqué. Creo, por lo demás, que el Gobierno aceptó la crítica. Esto es lo más ajeno que hay a una cuestión personal. Sería no conocernos a nosotros, a Pablo, a Joaquín... No tengo problemas en que ellos puedan criticar lo que yo opino, y ellos no tendrán problema en que yo critique lo que ellos hacen.

-Pero políticamente, ¿mantienen una sintonía fina con la UDI?

-Los ministros son ministros del Gobierno, no son ministros de la UDI.

-La UDI los perdió...

-(Ríe) La UDI los prestó... pero eso lo teníamos claro desde el primer día. Como partido nunca hemos pretendido imponer cuestiones; podemos opinar distinto, eso es razonable. Aquí no hay ninguna cuestión personal.

-¿Ni disputas, como dijo Piñera?

-Dentro de la UDI no hay ninguna disputa, que yo sepa. Ninguna.

 Santiago Poniente: "Quiero ver el panorama general de la plantilla UDI y, sobre la base de eso, decidir"

-Si no va por Santiago Poniente, ¿prefiere que la competencia Melero-Zalaquett se dirima en primarias o una decisión de consenso dentro del partido?

-Están las dos opciones abiertas y no tengo preferencia; ambas son legítimas y convenientes. La primaria va generando fuerza en torno a las candidaturas y si es una competencia leal no hay problema. Y también es legítimo que el comité haga un planteamiento. Al final, uno opina, pero esto se somete al consejo general.

-Pero eso es en abril... Dejaría poco tiempo hasta la primaria de junio.

-Entiendo que en marzo quedará resuelto el planteamiento que se haga al consejo. No quiero hacerme el exquisito ni mucho menos, pero me gustaría ver la solución completa antes de decidir.

-¿Qué significa eso?

-Qué va a plantear el comité electoral, dónde habrá primarias, dónde no. Quiero ver el panorama general de la plantilla y, sobre la base de eso, decidir.

-¿Enfrentaría una nueva elección a cambio de que no haya una primaria que enfrente a los dos?

-No creo que sea desgastadora ni problemática, así que no me siento llamado a ser salvador de nada.

-¿Cuánto complica que esté comprometido el presidente del partido, sobre todo si hay primarias?

-Obviamente sería complicado que perdiera una primaria, pero si la decisión del partido es que haya, Pato no va a competir por ser el presidente de la UDI, sino por su legítimo derecho de ser candidato.

-Ante una primacía de Bachelet, ¿la Alianza debiera enfocarse en la parlamentaria y proteger los quórum?

-La mejor defensa es un buen ataque. Nosotros vamos a tener una campaña presidencial competitiva, eso va a ayudar mucho en la parlamentaria. Si pensamos que hay que refugiarse en la parlamentaria y descuidar la presidencial, sería un gran error. No creo en este predominio de Bachelet.

Defensa de Pereira

"Me cuesta creer que una persona que firmó un contrato hace 10 años y que dura 30, actúe movido por un interés comprometido. Ese contrato no inhabilita a nadie. Y me preocupa que la Concertación está instalando que nadie que tenga una actividad profesional o económica de importancia puede ocupar un cargo público".

-¿Debió haber consultado a Piñera antes de la condonación a Johnson's?

-Sería un error que un director del SII le consultara al Presidente eso, si para eso están las instituciones.

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