El momento de mayor peligro fue durante la foto oficial de los mandatarios, al medio de la Plaza de la Ciudadanía. Aviso de bomba en el Hyatt y una carta sospechosa en la embajada de Haití, entre las "emergencias". Cuba fue, lejos, el país más exigente.
El lunes por la mañana una llamada ingresó al 133 de Carabineros. Una voz anónima aseguraba que habían instalado una bomba en el Hotel Hyatt, donde alojaban cinco delegaciones extranjeras asistentes a la cumbre CELAC-UE.
De inmediato se activaron las alarmas, siendo lo primero decidir si se evacuaba todo el edificio, considerando cuánta gente y qué autoridades internacionales había. El Gope revisó las instalaciones e incluso las inmediaciones por si había un auto sospechoso.
Finalmente se determinó que todo había sido una falsa alarma.
"Pero nuestros protocolos dicen que todas las amenazas son verdaderas hasta que se prueba lo contrario", resume el general Eliecer Solar, encargado junto al también general Gonzalo Blu de la seguridad en la cumbre que congregó a representantes de más de 60 países, incluyendo 32 jefes de Estado.
Ahora que la cita ha terminado y en el país quedan sólo ocho delegaciones, los dos uniformados relataron a "La Segunda" detalles inéditos sobre la tarea cumplida los últimos días.
El general Eliecer Solar asegura que "se cumplieron los objetivos para los cuales nos preparamos. Tuvimos circunstancias especiales que nos hicieron activar protocolos que teníamos ante las situaciones de crisis y también nos sirvió para demostrar nuestra capacidad".
-¿Qué circunstancias especiales hubo?
-El domingo se enfermó un miembro de la comitiva de Surinam y luego un segundo presentó los mismos síntomas. Podríamos haber tenido una enfermedad que se propagara a otros miembros. Finalmente era sólo un estado febril, que no generó mayores complicaciones. También llegó un sobre sospechoso y sin remitente hasta la embajada de Haití. Los diplomáticos pensaron que podía tratarse de alguna amenaza química, pero finalmente eran telas pintadas.
La trastienda de la foto en La Moneda
Según confidenció el general Solar, "uno de los momentos más importantes fue el control que se hizo cuando se sacó la fotografía de los 32 presidentes. Se usaron bastantes carabineros por mucho tiempo, para verificar quién vivía en cada departamento que daba a la Plaza de la Ciudadanía. Era uno de los momentos críticos respecto de la seguridad, porque al centro de la plaza había 32 presidentes. Cada carabinero que estaba en el lugar conocía a los conserjes y a cada persona que trabajaba en el sector".
El uniformado reveló que incluso hubo francotiradores en los techos de los edificios y "en la Torre Entel teníamos un vigilante de altura, acompañado de un tirador escogido del Gope".
El auto "sumergible" de Angela Merkel
Pedidos especiales
A cuatro delegaciones se les otorgaron medidas especiales: Cuba, Alemania (recuadro), Colombia y España.
La avanzada cubana pidió que Castro se movilizara en un auto blindado y que fuera conducido por un policía de Cuba. También que junto al Mandatario anduviera una ambulancia.
El jefe de los PPI (protección de personas importantes) de Carabineros, coronel Pedro Ortiz , indicó que los chilenos no transaron en el conductor, pero sí aceptaron la ambulancia y, finalmente, el equipo de seguridad fue reforzado en 30%. También hubo que tomar medidas cuando el líder caribeño determinó alojar en la casa de la embajadora de su país, y no en el hotel que estaba dispuesto.
Otra situación especial ocurrió cuando la esposa del primer ministro francés, Brigitte Ayrault, y la ministra Marisol Touraine pidieron visitar la población La Victoria, para conocer en terreno la historia del sacerdote Pierre Dubois. Carabineros tuvo que instalar anillos de seguridad y hacer un trabajo de inteligencia a fin de garantizar la seguridad de las invitadas.
Asimismo, hubo que hacer un despliegue extraordinario cuando el vicecanciller de Grecia, Dimitris Kourkoulas, pidió viajar a Ñuñoa para... conocer la estación de Metro Grecia.
