Senador UDI dice que directiva "debió hacer las cosas de manera distinta", y "haber planteado un debate sobre un proyecto", además de ver "si existían otras alternativas" de candidatos. "Enfrentamos un escenario difícil, y tal como estamos haciendo las cosas, no vamos a tener éxito necesariamente".
Foto RICARDO ABARCA
Es tiempo de proclamaciones, pero el senador UDI Hernán Larraín no tiene un buen diagnóstico.
Ya imprimió parte de éste en la carta que, junto con su par RN Francisco Chahuán y con la firma de la mayoría de los senadores de la Alianza, hizo pública esta semana, donde señaló la necesidad de mayor coordinación entre los partidos y de unidad ante posibles confrontaciones entre los presidenciables.
Pero va más allá. El parlamentario afirma abiertamente que "estamos en una situación de pesimismo", que agrava la situación "la baja aprobación en el gobierno" y que "no hemos logrado que nuestros candidatos tengan un porcentaje de adhesión como las tres últimas campañas presidenciales".
Parte de ello se incluye en un documento que, junto con un grupo de diputados, presentará en el consejo general UDI de este fin de semana -en el cual se proclamará a Laurence Golborne como el candidato del partido-, donde tiene presupuestado intervenir con fuertes críticas a la dirigencia.
Según el legislador -para muchos, el más «díscolo» del gremialismo-, "si a Golborne lo dejamos correr solo, sin respaldo de la coalición, suponiendo que gana la primaria y que podría ganarle por sus propios méritos a Bachelet, lo veo difícil. Esta no es una cuestión de figuras personales. Por muy carismáticas que sean, requieren representar una trayectoria, una tradición".
-¿Hay riesgo de que se intente levantar una nueva opción presidencial, en caso de que Golborne no logre despegar en unos meses?
-Yo creo que Golborne es un muy buen candidato. Salirse del actual esquema sería un error. Es tarde si alguien piensa que el candidato debiese ser otro, aunque tuviese razón y, más aún, insistir en un escenario alternativo agrava la situación no sólo de Golborne, sino que también de cualquier otro que quiera instalarse. Entonces, no veo viable que tengamos a estas alturas una mejor opción que la que ya hemos tomado.
Quizás lo debiésemos haber hecho antes, quizás la directiva debió haber tomado otro camino antes de proclamar apuradamente a un candidato. Debió haber planteado un debate sobre un proyecto, un estilo de trabajo, generar un clima de entendimiento interno.
-¿Y debió haberse escuchado a otros posibles candidatos?
-Por supuesto, haber visto si existían otras alternativas para coronar esto con el candidato y probablemente el resultado hubiese sido el mismo, Laurence Golborne. Se debieron hacer las cosas de una manera distinta para haber generado un proceso que al propio Golborne le hubiese hecho más fácil su posicionamiento. Pero eso ya no se hizo, y dado el actual escenario, me parece irresponsable tomar un camino distinto que no sea el de cerrar filas con Golborne.
-¿Hay pesimismo en la UDI respecto de la próxima elección?
-Se está cayendo la autoestima del sector. Es la primera señal de alarma. Esos son síntomas de que la gente está diciendo "parece que este toro viene demasiado grande". Yo espero que este consejo general no se contente con una mera proclamación y un discurso voluntarista respecto de nuestro futuro, sino que tome el toro por las astas.
-Hay parlamentarios que ponen en duda la concreción de las primarias entre Golborne y Allamand, bajo la certeza de que el ex ministro de OO.PP. es el único capaz de competirle a Bachelet y no hay tiempo que perder...
-No creo que ése sea un análisis correcto. Un análisis correcto, y que exige un trabajo nuestro, es pensar que enfrentamos un escenario difícil y que tal como estamos haciendo las cosas, no vamos a tener éxito necesariamente. Que la única manera de tenerlo es hacer las cosas de manera distinta, por eso yo pongo énfasis en la necesidad de discutir un gobierno. Ideas.
-¿Habrá primarias el 30 de junio si la distancia sigue siendo importante entre los dos candidatos de la Alianza?
-Debe haber primarias sí o sí. Es lo que nos permite generar una dinámica interna de debate en torno a nuestras ideas, a nuestro proyecto, donde la UDI puede perfilar su contribución, su sello social, su carácter de partido popular. Ya no es posible volver al escenario electoral del '89 o el '93, donde la Concertación nombraba al portero y resultaba elegido. Hoy no. Esta es una elección competitiva y quien gane va a ganar en forma estrecha.
"La falta de unidad es responsabilidad de las directivas y no del gobierno"
-¿Cuán responsable es la baja evaluación del gobierno en el resultado de los presidenciables?
-Aquí todos tenemos responsabilidad. La tiene el gobierno, porque ha cometido errores, y las directivas, porque han dejado de hacer algunas cosas. La falta de unidad es responsabilidad de las directivas y no del gobierno, y eso afecta a nuestro proyecto político, afecta la adhesión en la medida en que no se ve un grupo unitario. Si logramos coordinarnos con el Presidente para que éste haga una gestión de clausura adecuada, unitaria, puede ser un capital importante.
Estamos al medio del proceso y creo que el gobierno puede mejorar, las directivas también. Si no lo hacemos puede que no tengamos éxito, si lo hacemos es posible que revirtamos esta situación. Negarse a eso es una actitud derrotista e irresponsable. Este es un escenario circunstancial que permite producir un vuelco si hay voluntad, convicción, ideas, trabajo, disciplina. Estamos en un momento difícil, pero no en una situación imposible.